La suplementación simbiótica puede influir en las decisiones sociales y fortalecer el sentido de justicia

La suplementación simbiótica tiene la capacidad de modular el microbioma intestinal y aumentar su diversidad, lo que puede influir en las decisiones sociales y fortalecer el sentido de justicia, así se concluye en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de la Sorbona (Francia) y la Universidad de Bonn (Alemania).

Recordemos que los simbióticos son productos que combinan probióticos, microorganismos vivos que contribuyen a establecer una microbiota intestinal equilibrada, y prebióticos, ingredientes no digeribles que estimulan el crecimiento y la actividad de especies bacterianas beneficiosas de la flora intestinal. Estudios anteriores han demostrado que la suplementación personalizada con simbióticos permite restaurar el equilibrio del sistema inmunológico gracias a la inmunomodulación.

El nuevo estudio en el que participaron 101 personas, se centró en el eje intestino-cerebro que describe la comunicación bidireccional entre el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso, destacando que ciertas cepas bacterianas pueden producir neurotransmisores como GABA, serotonina y dopamina. El conjunto de participantes fue dividido en tres grupos, uno recibió el suplemento simbiótico, otro un placebo y el tercero no recibió nada.

Durante siete semanas los participantes recibieron la suplementación asignada, posteriormente el análisis de los resultados reveló que se produjo un cambio sutil en el microbioma intestinal y concretamente en la proporción entre las categorías bacterianas comunes Firmicutes y Bacteroidetes. Los expertos comentan que mantener el equilibrio entre estos filos (categorías) es crucial para la homeostasis intestinal (equilibrio y estabilidad dentro del intestino), que es muy importante para la extracción eficiente de energía de los alimentos, así como para la protección frente a los microorganismos patógenos.

Posteriormente los investigadores evaluaron la toma de decisiones sociales de las personas que participaron en el estudio mediante el «Ultimate Game», variante del «Ultimatum Game» (Juego del Ultimátum), conocida tarea de economía conductual utilizada para estudiar el comportamiento humano en términos de justicia, negociación y toma de decisiones. Los resultados mostraron que los participantes que tomaron el suplemento simbiótico se volvieron más altruistas y sensibles a la justicia, en comparación con las decisiones económicamente racionales y clásicas.

Parece ser que los participantes mostraron mayor disposición a renunciar a una recompensa monetaria cuando percibían injusticia, y es que el suplemento simbiótico afectó a los niveles de tirosina, lo que sugirió un posible vínculo con el eje microbiota-intestino-cerebro. Estos resultados amplían la comprensión de cómo las interacciones entre el organismo y el cerebro influyen en la toma de decisiones sociales, desafiando la teoría económica tradicional sobre el comportamiento «irracional». La economía tradicional o economía neoclásica, analiza cómo las personas y las empresas toman decisiones para asignar recursos escasos, con el objetivo de maximizar su utilidad y beneficio.

Esto demostró que una intervención dietética puede alterar la composición del microbioma intestinal e influir en las decisiones sociales. Los expertos comentan que la tirosina, precursor de varios neurotransmisores importantes como la dopamina, desempeña un papel importante porque proporciona nueva información sobre la influencia del eje microbioma-intestino-cerebro en el comportamiento social.

Los expertos destacan la importancia de una dieta equilibrada para la buena conducta social, que además tiene posibles implicaciones en la educación y las políticas públicas. En este sentido, los investigadores comentan que mantener el equilibrio entre los filos es crucial para la homeostasis intestinal, ya que una proporción alta de Firmicutes ante los Bacteroidetes, se ha asociado con la dieta occidental y la obesidad.

Podéis conocer más detalles del estudio a través de este artículo publicado en Nutraingredients, y en este otro publicado en la revista científica PNAS Nexus.

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