El año pasado hablábamos sobre la influencia del cambio climático en el rendimiento de los cultivos europeos, los investigadores calculaban que en el año 2040 y con motivo del aumento de las temperaturas, calculado en 3’5 grados centígrados, el rendimiento de cultivos como la cebada o el trigo se reducirían en un 20%. La pérdida del rendimiento de los cultivos es una realidad que se está sufriendo desde hace años, hoy conocemos un estudio desarrollado en Estados Unidos en el que se concluye que la producción de soja se reduce a consecuencia del cambio climático, se destaca que se ha producido una reducción significativa del rendimiento de este cultivo en algunos Estados del país, en otros se ha incrementado pero en el cómputo global impera la pérdida.
Los investigadores agrónomos de la Universidad de Wisconsin-Madison calculan que en los últimos 20 años se han perdido 11.000 millones de dólares a causa de la reducción del rendimiento, aunque esta pérdida se ha ocultado, o mejor dicho no parece haberse notado por el impresionante crecimiento del rendimiento de la soja debido a otros factores. Los expertos explican que de no haberse producido la reducción del rendimiento a consecuencia del aumento de las temperaturas, el crecimiento podría haber sido un 30% más de lo que actualmente se contabiliza.
Según el estudio, el rendimiento de los cultivos de soja ha caído en torno al 2’4% por cada grado que ha aumentado la temperatura, sin embargo y como explicábamos, no ocurre lo mismo en todos los Estados. En los del norte de Estados Unidos se ha registrado un incremento de 17’5 kilos por cada hectárea cultivada durante los últimos 20 años, esto se debe a que el cambio de temperaturas ha favorecido que los Estados más fríos tengan un mejor clima para su cultivo. En cambio, en los Estados del sur del país el rendimiento ha caído debido a que ha aumentado la temperatura, pasando de un clima óptimo a excesivamente caluroso, lo que provoca que los cultivos sufran estrés y rindan menos.
Esto ocurrirá con todo tipo de cultivos, recordemos por ejemplo el mapa mundial de la producción de vino en el año 2050 que nos proporcionaba este estudio desarrollado por el LINCGlobal (Laboratorio Internacional en Cambio Global), perteneciente al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). En ese mapa se hacía una proyección de lo que previsiblemente ocurrirá con las zonas vinícolas, muchas que ahora son muy importantes habrán desaparecido y surgirán nuevas áreas que serán las más adecuadas para la producción de uva.
Podemos recordar también otros estudios en los que se muestra un patrón similar en lo que se refiere a rendimientos, en el caso de la producción de trigo, un grupo de expertos de la Universidad Estatal de Kansas augura que el rendimiento se reducirá en un 25% para el año 2050, lo que representa un 6% por cada grado que aumente la temperatura. La agricultura mundial se verá afectada seriamente por el cambio climático, lo que obligará al desarrollo de una nueva configuración en la producción de alimentos a nivel mundial, pero es necesario realizar una planificación metódica, de lo contrario se corre el riesgo de no lograr una adaptación de los cultivos al nuevo escenario climático, de ello nos informaba este estudio del International Institute for Applied Systems Analysis.
Volviendo a la investigación sobre el rendimiento de la soja, los investigadores han realizado un estudio exhaustivo concluyendo que, debido a que los Estados con mayores pérdidas en el rendimiento son también los que más soja producen de todo el país, el impacto nacional se calcula en una pérdida que ronda el 30%. El cambio en el mapa del cultivo de la soja en el país es un hecho, ahora los expertos explican que disponiendo de los patrones climáticos desarrollados para cada región, el siguiente paso es ayudar a los productores a reducir las pérdidas del rendimiento, adoptar nuevas prácticas como la siembra temprana o la recolección tardía, etc. Con estas medidas se podrá alcanzar todo el potencial y rendimiento de la soja.
Estos estudios son importantes, ya que como sabemos, para el año 2050 será necesario satisfacer las necesidades alimentarias de más de 9.000 millones de personas y es prioritario empezar a adoptar las medidas oportunas para garantizar el rendimiento de los cultivos cuanto antes. Podéis conocer más detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Wisconsin-Madison.
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