La mozzarella italiana no levanta cabeza

Si a principios de año conocíamos la noticia de que la mozzarella italiana estaba perdiendo mercado por el sacrificio de cientos de búfalas contaminadas por la brucelosis, ahora son los altos niveles de dioxina los que han provocado alerta mundial, hasta tal punto, que la Comisión Europea ha puesto un ultimátum al Gobierno italiano, para continuar con la exportación de este queso tradicional deberían haber entregado esta misma tarde un meticuloso informe sobre el estado de la mozzarella contaminada con dioxina, una sustancia cancerígena.

La Comisión Europea recibió ayer un informe de las autoridades italianas que afirmaba que en la región de Campania habían hallado mozzarella con altos niveles de dioxina que superaban los límites que marca la legislación comunitaria, pero que no era excesiva, además, indicaron que esa mozzarella no había sido exportada, que pertenecía a cuatro explotaciones de Campania y que sólo afectaban al mercado local, esperamos que porque deban prescindir de este producto.

Pero la CE esperaba un informe en el que se mostraran los nombres de las explotaciones de leche de búfala afectadas, los datos sobre los sistemas de control de los alimentos, así como garantías de que se están tomando las medidas necesarias para zanjar el problema. ¿Lo habrán recibido?

Por el momento sabemos que las autoridades de Tokio han intensificado los controles de la mozzarella y de todos los productos lácteos procedentes del norte y centro de Italia, mientras que Corea del Sur, desde el pasado lunes tiene suspendida la importación del queso italiano más emblemático.

Es normal que Italia esté temblando, podrían recibir la prohibición de que su mozzarella saliera al mercado internacional, un producto que genera unos 20.000 puestos de trabajo y una facturación de 300 millones de euros.

Se sigue barajando la posible mano de la mafia italiana como culpable de la contaminación de la comida de la que se alimentan las búfalas, la cosa pinta muy mal.

De momento, seguro que muchos consumidores se dejan seducir temporalmente por la aceptada mozzarella de vaca.

Más información | La Stampa

Artículos relacionados