Ya sabemos que no quiere decir lo mismo ‘fecha de caducidad’ que ‘leyenda de consumo preferente’ cuando hablamos de los alimentos, son dos conceptos diferentes, en el primer caso se trata de una advertencia que indica que no debe sobrepasarse una determinada fecha para el consumo de un alimento a fin de evitar posibles toxiinfecciones alimentarias u otros problemas de salud. En el segundo caso, el consumo preferente hace alusión a la fecha óptima de consumo, es decir, sobrepasando esta fecha un alimento no ofrece todas sus cualidades organolépticas o nutricionales, pero en ningún caso quiere decir que el alimento ya no se pueda comer y deba ser desechado.
En lo que respecta a la fecha de consumo preferente, parece ser que en Reino Unido existe confusión entre los consumidores, y el Gobierno de este país cree que con una campaña informativa adecuada se lograría reducir el gran volumen de comida que se tira en los hogares y que se cifra en unos 8’3 millones de toneladas de alimentos al año. Se ha generado una cierta polémica en torno a esta descriptiva en las etiquetas alimentarias, hasta el punto de que se hablaba de eliminarla como si quizá fuera una de las principales causas por las que en el Reino Unido se desperdician tantos alimentos.
En la prensa del Reino Unido se llegó a indicar que se pretendía eliminar la descriptiva de consumo preferente para poder reducir el volumen de desperdicio alimentario, pero en realidad lo que se pretende es poner en marcha una campaña o programa de acción para concienciar a los consumidores sobre las diferencias entre una y otra leyenda, y además, para concienciar sobre la necesidad de administrar mejor las despensas para que no caduquen los alimentos terminando irremediablemente en la basura. Según datos del Gobierno del Reino Unido, hasta 2’9 millones de toneladas de alimentos se desechan al año por haber caducado, en términos económicos el volumen es muy significativo.
La DEFRA (Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales) indica que es necesario indicar la fecha de consumo preferente, pero también lo es informar correctamente a los consumidores para que puedan diferenciar y así reducir el número de alimentos que se tiran a la basura. Quizá sería cuestión de cambiar la descriptiva para que se diera a entender con claridad que superando la fecha óptima de consumo, el alimento puede ser consumido sin riesgos para la salud. Nos sorprende que con la crisis económica los consumidores no hayan prestado mayor atención a las etiquetas y a las definiciones y diferencias de consumo preferente y fecha de caducidad.
Posiblemente se tiran alimentos confundiendo ambas leyendas, pero seguramente la crisis económica habrá ayudado a reducir el volumen de alimentos desechados. La causa de esta situación podría deberse a que no se pueden incluir las dos leyendas en un mismo alimento, generalmente productos enlatados o envasados. La regla general es que los alimentos deben contener información sobre su duración mínima o mostrar la fecha de caducidad, las descriptivas ‘consumir preferentemente antes de/del’, son problemáticas y tienden a provocar confusión, los consumidores las asocian a la caducidad.
Sobre el volumen de alimentos que se tiran anualmente en todo el mundo es mejor no hablar, y más sabiendo las necesidades que se pasan en otros países, es una de las lacras de la sociedad de consumo.