La industria cárnica francesa ha iniciado una lucha contra lo que consideran información errónea, decir que la producción pecuaria destruye el planeta, que el consumo de carne puede reducir la esperanza de vida, que puede provocar diferentes tipos de enfermedades, etc., son motivos para iniciar una ofensiva en la que se van a incluir acciones legales para que este tipo de información se desestime o al menos se ofrezca en el contexto correspondiente y real. Dicha ofensiva ha sido impulsada por la asociación de las empresas cárnicas francesas y el sindicato nacional de comercio de la carne de cerdo (Sniv – SNCP), ambas organizaciones indican que la carne es un alimento esencial en una dieta sana y equilibrada.
En un comunicado declaran que van a decir basta a las mentiras y a la denigración que está sufriendo la carne, de la industria cárnica dependen miles de puestos de trabajo en diferentes sectores, también está implicada la cultura y la gastronomía. Indican que la imagen de la carne es un producto de la civilización, un activo intangible muy valioso que no debe ser arrojado a los leones por quienes están en contra de este alimento. La industria cárnica francesa luchará contra los medios de comunicación del país, ya que consideran que muestran una clara postura favorable a los «anti-carne», es decir, que la información no es objetiva y que daña notablemente la imagen de la carne.
La industria argumenta que no ha podido comunicar e informar con claridad a los consumidores sobre sus actividades, esto es algo que ha dejado un espacio libre para que los opositores al consumo de carne la hayan denigrado frente a los medios de comunicación y la sociedad francesa, haciendo que ésta pierda el contacto con sus raíces agrícolas. Realiza una comparativa con el sector de las frutas y verduras que han estado trabajando durante años para que la sociedad comprenda lo beneficiosos que son sus productos, un ejemplo son campañas como ‘Cinco al día’. Lo mismo ocurre con el sector lácteo, han estado trabajando en la difusión de los beneficios de sus productos durante años y han logrado consolidarse en una posición favorable a los ojos del consumidor, todo lo contrario a lo ocurrido con la carne, sinceramente no se puede realizar semejante comparativa.
Los portavoces de las organizaciones Sniv-SNCP consideran que los anti-carne se han aprovechado de la situación y han subestimado la ignorancia de los consumidores sobre la realidad del sector y el valor de la carne, por tanto, ya es hora de poner freno y no permitir que se reduzca el consumo de carne. En nuestra opinión, es una postura extremista y no se pueden obviar los estudios científicos que demuestran las complicaciones de salud que pueden derivar del abuso del consumo de carne. La industria cárnica francesa declara que la carne es esencial para una dieta equilibrada diaria, sin embargo, deberán aportar pruebas de ello.
Citamos algunos ejemplos a tener en cuenta, una investigación realizada por expertos del National Cancer Institute y en la que participaron más de 500.000 personas, determinó que la ingesta de carne roja aumentaba el riesgo de muerte, concretamente era mayor el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o algún tipo de cáncer. Otro estudio realizado en Australia por el centro especializado en problemas de visión, Royal Victorian Eye and Ear Hospital, mostraba la relación existente entre la ingesta de carne roja y la degeneración macular. En el contexto de la contaminación ambiental, es interesante recordar que el presidente del PICC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (ONU)), Rajendra Pachauri, propuso luchar contra el cambio climático reduciendo el consumo de carne.
Es un hecho constatado que las emisiones de metano generadas por los animales son muy altas, podemos dar un vistazo al gráfico que se muestra en el post Ovejas más saludables para el medio ambiente, y podemos comprobar que una vaca produce unos 90 kilos de metano, en equivalencia energética son unos 120 litros de gasolina, teniendo en cuenta la población de rumiantes del mundo, la cifra de emisiones que favorecen el calentamiento global es alarmante y eso que sólo se citan las vacas.
La cruzada de la industria cárnica francesa tendrá que enfrentase a fanáticos y extremistas que no quieren saber nada de la carne, pero también a representantes de la ONU, investigadores de todo el mundo, ecologistas, etc., mala jugada enseñar los dientes de esta manera con muchos argumentos de peso en contra, quizá lo que es una ofensiva se convierta en una retirada apresurada. A través de la web de Global Meat podemos saber que la coalición cárnica indica que la historia demuestra que en todo el mundo las civilizaciones se construyeron en base a la caza, la cocción de la carne y la cría de ganado, reducir el consumo representa una regresión. Sobre ese tema vamos a seguir hablando, esperaremos a conocer el siguiente movimiento del sector en Francia, seguro que nos sorprende tanto como las declaraciones realizadas.