El presidente ejecutivo de la Comisión de Ganadería y Carne de Irlanda del Norte (Livestock and Meat Commission for Northern Ireland (LMC)) comenta que la industria cárnica es el chivo expiatorio en las conversaciones sobre el cambio climático como respuesta al nuevo informe titulado “Cambio Climático y Tierra”, publicado recientemente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Recordemos que el IPCC es una organización de carácter internacional que tiene el cometido de proporcionar al mundo una opinión científica y objetiva sobre el cambio climático, sus riesgos y su impacto en todos los ámbitos, así como las posibles respuestas y soluciones que se pueden adoptar. En el nuevo informe presentado por esta organización, se concluye que una mejor gestión de la tierra puede contribuir a combatir el cambio climático, aunque esta no es la única solución, debiendo llevarse a cabo otras medidas de forma paralela como, por ejemplo, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, siendo algo esencial para poder mantener el calentamiento del planeta por debajo de los 2º C.
La agricultura, la silvicultura y otros tipos de uso de la tierra representan el 23% de las emisiones humanas de los gases de efecto invernadero. Paralelamente, los procesos naturales de la tierra absorben dióxido de carbono equivalente a casi un tercio de las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles y la industria, por lo que una gestión sostenible de los recursos de la tierra ayuda a hacer frente al cambio climático.
Cada vez que el IPCC publica un informe, las industrias afectadas muestran su rechazo y desacuerdo, algo lógico teniendo en cuenta que las conclusiones les implican. En el caso de Ian Stevenson, presidente ejecutivo de LMC, su respuesta al informe ha sido en defensa de la industria cárnica, asegurando que la solución al cambio climático es más compleja que el simple hecho de reducir el consumo de carne roja, comentario que realiza en base a la sugerencia del IPCC de que se realice un cambio hacia dietas equilibradas que contengan alimentos de origen vegetal y animal producidos de forma sostenible y con sistemas productivos de bajas emisiones de gases que promueven el calentamiento de la Tierra, como medida que podría ayudar a prevenir y limitar el cambio climático.
Varias de las conclusiones de este nuevo informe son similares a las de informes anteriores, en el último presentado hace unos años se concluía que un cambio en la dieta podría reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero. El panel apuntaba que el mayor potencial en la reducción de emisiones relacionadas con la ganadería se basa en los consumidores que optan por comer menos carne y productos lácteos, invitando a todo el mundo a llevar a cabo este cambio en beneficio del planeta. En este sentido, merece la pena recordar los datos del estudio realizado por el centro de estudios Chatham House de Londres, en el que se concluía que la dieta occidental es incompatible con los objetivos marcados para frenar el calentamiento del planeta y que, además, los consumidores eran poco conscientes de la importancia de modificar su dieta para frenar el cambio climático (esto está cambiando año tras año).
El caso es que Ian Stevenson asegura que el informe “Cambio Climático y Tierra” del IPCC, en el que se describe la ganadería como un problema clave en el marco de la discusión sobre el cambio climático, si se compara este sector con otros que también generan gases de efecto invernadero, produce un nivel de emisiones significativamente menores. Cita datos estadísticos del año 2016 en los que se determinaba que el transporte representa el 26% de las emisiones de los gases de efecto invernadero en Reino Unido, el sector energético era responsable del 25% de las emisiones, el 17% lo producían las empresas, el 14% los hogares y sólo el 10% la agricultura y la ganadería, de ahí que considere que se esté utilizando a la ganadería como cabeza de turco de un problema muy complejo.
Comenta que no se debe olvidar el papel tan importante que desempeña la carne roja en el marco de una dieta sana y equilibrada, para el presidente de la LMC, la solución al cambio climático no debe verse como una solución única para todos, se trata de un problema global con soluciones locales donde la agricultura desempeña un papel fundamental. Obviamente, defiende sus intereses e ignora los muchos estudios que apuntan lo ineficiente que es la carne, el enorme gasto en agua y tierras para su producción, su relación con la deforestación, con el consumo energético, con los problemas de salud, etc. En este sentido, merece la pena retomar la lectura de este post sobre los problemas asociados a la ganadería industrial y al consumo excesivo de carne.
Otras organizaciones se han pronunciado al conocer el informe del IPCC, la BMPA (Asociación Británica de Procesadores de Carne) comenta en Twitter que la tierra del Reino Unido es muy adecuada para el ganado. Sus praderas son la segunda mayor reserva de carbono en el país, a diferencia de la producción ganadera de otros países que depende de la tala de los bosques existentes. Por ello, no se va a detener el cambio climático reduciendo la producción de carne del Reino Unido. Esta es una información incompleta, habla de que no se talan bosques, pero se obvia la gran cantidad de emisiones que genera el ganado, tanto por su digestión como por otros recursos indirectos utilizados, tierra, cultivos, etc.
El Good Food Institute (GFI), organización de la que hemos hablado en otras ocasiones por su trabajo con investigadores, inversores y empresarios para el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente, se ha pronunciado sobre el nuevo informe del IPCC, considerando que se trata de un toque de atención urgente en el que se destaca la enorme presión que produce la ganadería industrial en el planeta. GFI considera prioritario empezar a producir alimentos que no sean de origen animal, por ejemplo, la “carne vegetal” o la carne de cultivo celular, industrias mucho más eficientes y sostenibles.
El informe del IPCC es muy molesto para el sector ganadero y cárnico y los argumentos que proporcionan tienen poco peso, cada vez convencen menos y cada vez se proporcionan más evidencias sobre las ventajas de reducir la producción de carne tradicional (que no son pocas). Posiblemente, en los próximos días otras organizaciones del mundo de la carne hablarán del informe, estaremos atentos a sus argumentos. A través de este enlace podréis conocer con detalle el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.