Un grupo de expertos de la Universidad de California (Estados Unidos) ha realizado un estudio en el que concluye que la industria azucarera, hace casi 50 años ocultó pruebas de los efectos de la sacarosa en la salud, concretamente de su relación con la salud cardiovascular. Parece ser que un grupo comercial de la industria azucarera estadounidense, suspendió un estudio que estaba realizando con animales de laboratorio, en el que se evidenciaba una relación de la sacarosa con la mencionada enfermedad.
Estas conclusiones se obtienen a partir de la revisión de unos documentos internos de la industria azucarera, concretamente de la Sugar Research Foundation (SRF), que es como se conocía en la década de los 60 a esta asociación comercial de la industria del azúcar que ahora se denomina The Sugar Association. Recordemos que el año pasado esta entidad fue motivo de polémica tras otra investigación realizada por la misma universidad en la que se mostraba que había silenciado los resultados de un estudio en el que se relacionaban el consumo de azúcar y el riesgo de enfermedad coronaria, de ello hablábamos aquí.
En la investigación en relación al riesgo de la enfermedad coronaria, la industria había pagado a los investigadores para que desarrollaran un estudio en el que los resultados minimizaran el vínculo entre el azúcar y las enfermedades cardíacas, apuntando que el mayor riesgo procedía del consumo de grasas saturadas. En el caso de este nuevo estudio se muestra que la SFR financió la investigación de la sacarosa y cuando se apreció que podía estar asociada con enfermedades del corazón y con el cáncer de vejiga, la fundación dio por terminado el proyecto y los datos no se publicaron, algo evidente, ya que perjudicaba los intereses de la industria azucarera.
En análisis previos las investigadoras habían encontrado que la Sugar Research Foundation financió en secreto un artículo de revisión realizado en 1967 con el objetivo de restar importancia a las pruebas que vinculan el consumo de sacarosa con la enfermedad cardíaca coronaria. En este trabajo se señalaba que los microorganismos del sistema digestivo podían explicar por qué los roedores de laboratorio alimentados con azúcar tenían niveles de colesterol más altos que los alimentados con almidón, descartando la relevancia de los resultados para poder comprender la enfermedad en los seres humanos.
Los investigadores explican que en los nuevos documentos correspondientes al año 1968, año en el que la Sugar Research Foundation cambió su nombre por Fundación Internacional de Investigación del Azúcar (ISRF), puso en marcha un estudio denominado Proyecto 259 que tenía el objetivo de medir los efectos nutricionales de la sacarosa en la flora intestinal de los roedores de laboratorio en comparación con el almidón. En este estudio se sugería que las bacterias intestinales ayudaban a mediar los efectos cardiovasculares adversos del azúcar. Los investigadores de la Universidad de Birmingham fueron los responsables de esta investigación en cuyas conclusiones también se sugería que los resultados obtenidos podrían indicar un mayor riesgo de cáncer de vejiga.
Los expertos de la Universidad de California comentan que estos hallazgos del Proyecto 259 demostraban que el consumo de sacarosa, en comparación con el consumo de almidón, causaba diferentes efectos metabólicos, considerando que la sacarosa estimulaba la beta-glucuronidasa urinaria, una enzima lisosomal cuya secreción se incrementa en enfermedades extra-renales, por lo que podría tener un papel importante en la patogénesis del cáncer de vejiga.
Los hallazgos fueron descritos en un documento interno de la Fundación Internacional de Investigación del Azúcar en septiembre de 1969, como una de las primeras pruebas de la diferencia entre la alimentación de los roedores con sacarosa y con almidón. Poco después de conocer los resultados, como ya hemos comentado, la ISRF dio por finalizado el estudio retirando los fondos y, por supuesto, se evitó publicar los resultados obtenidos. Los expertos explican que el debate actual sobre los efectos relativos al azúcar frente al almidón, tienen su origen en la manipulación industrial de la ciencia llevada a cabo hace décadas.
La industria del azúcar estaba al corriente de lo peligroso que podía ser para los seres humanos abusar de su producto, las manipulaciones que ha realizado son similares a las realizadas por la industria tabacalera, por lo que inevitablemente este tipo de comportamientos hacen cuestionar los estudios que han sido financiados por la industria azucarera estadounidense, debiendo tener dudas a la hora de considerarlos como una fuente fiable de información para realizar la formulación de políticas públicas. Cuanto más se investiga y se tira del hilo, más se destapa sobre las malas prácticas de esta industria y sobre cómo la ciencia de entonces velaba por los intereses de la industria alimentaria, dejando a un lado los intereses de los consumidores.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en este artículo de la página web de la Universidad de California (San Francisco) y en este otro publicado en la revista científica PLOS Biology
Foto | The hills are alive*