En el post Vía libre a los alimentos transgénicos en el Reino Unido, nos hacíamos eco de las declaraciones realizadas por el Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural del Reino Unido, Owen Paterson declaraba que era una tontería oponerse a los alimentos transgénicos, además tachaba de farsantes a quienes se oponen a los alimentos modificados genéticamente. Estas declaraciones no eran muy afortunadas y caían como un jarro de agua fría a ecologistas, activistas, etc. Ahora, el Ministro vuelve a ser protagonista al declarar que la industria alimentaria tiene que promover los alimentos transgénicos, Owen Paterson cree que la industria puede ayudar a disipar lo que considera «mitos» relacionados con la modificación genética de los alimentos.
Esta es parte de la respuesta ofrecida a una pregunta del público acerca de los miedos irracionales e ilógicos ante los alimentos modificados genéticamente, durante la conferencia ofrecida ayer en la Oxford Farming Conference. Se trata de una sesión de conferencias que se ofrecen desde el día 2 de enero y que concluyen hoy, en ellas se examina lo que la agricultura proporciona a la sociedad, las herramientas y soluciones que los agricultores del Reino Unido tienen para hacer frente a algunos problemas del país, cómo pueden contribuir a mejorar el bienestar y la salud de la población, etc. En esa serie de conferencias se tratan temas como la tecnología y la innovación, propuestas y planteamientos de trabajo, el debate político, etc. En este caso, el protagonista ha sido el Ministro que como podemos comprobar, vuelve a la carga delatando la realidad de la puesta en marcha del proyecto cuya finalidad es apostar por la biotecnología y que ésta sea aceptada, aprovechando que las encuestas han determinado que la población británica ya no se muestra tan hostil con este tipo de tecnologías alimentarias.
El Ministro cree firmemente que quienes se dedican a la comercialización alimentaria pueden contribuir a cambiar la mala percepción que algunos consumidores puedan tener sobre los alimentos modificados genéticamente, declara que hay que desterrar ese concepto de «nuevas tecnologías alimentarias» dado que están instauradas hace años y que una buena parte de los cultivos son actualmente productos modificados genéticamente. Hablar de nuevas tecnologías de la alimentación es un error y una tontería para el Ministro, y más sabiendo que millones de animales y seres humanos se están alimentando con estos productos y no se ha constatado ningún efecto perjudicial. Remarca que si no se empieza a adoptar una postura seria y comprometida en este campo tanto a nivel nacional como europeo, representará un paso atrás en el abastecimiento y seguridad alimentaria, en la competitividad, etc.
Owen Paterson reconoce que existe una oposición a los alimentos transgénicos y que hay que utilizar todas las herramientas posibles para que los consumidores comprendan los enormes beneficios que ofrecen este tipo de alimentos, beneficios que según sus palabras, se extienden mucho más allá de la cadena alimentaria, habla de los beneficios medioambientales y de cómo se puede reducir el uso de productos fitosanitarios y pesticidas, cómo se puede contaminar menos al reducir el consumo de combustible en el campo, etc. Quizá el Ministro no esté al corriente de lo que está ocurriendo en Estados Unidos, por un lado el desarrollo en los insectos de la resistencia a los transgénicos, por otro, ante la imposibilidad de combatir esta situación, poner en marcha planes como los refugios para frenar dicha resistencia, es decir, plantar productos tradicionales en campos de alimentos modificados genéticamente, esto es por poner algún ejemplo constatado de cómo puede afectar el cultivo de estos alimentos al medio ambiente.
Algunas personalidades como Mairead McGuinness, miembro del Parlamento Europeo y que trabaja en el comité agrícola, declara que la falta de información pública ha provocado que se socave la fe en la ciencia, se podría decir que reconoce que ha existido demasiado mutismo y poca transparencia en toda la trayectoria de los alimentos modificados genéticamente. Por ello se propone un cambio de política a nivel informativo y de transparencia, claro, que ante las declaraciones del Ministro parece que se pretenda obligar a aceptar estos alimentos, no se puede hablar de tonterías o tratar de farsantes a quienes se oponen, en todo caso se debería mostrar toda la información oportuna y debatir conjuntamente para aclarar puntos y lograr un acercamiento.
Se pretende enfocar de otro modo la información para que los consumidores en un futuro puedan percibir la calidad de un alimento por haber sido producido utilizando menos pesticidas, insecticidas y fertilizantes, cualidades que se asocian a los alimentos transgénicos. Es decir, ¿hay que obviar el alimento y tener en cuenta cómo se ha producido?, ¿la forma en la que se producen exime de riesgos?, ¿se da por sentado que la modificación genética es inocua para la salud y el medio ambiente? Es evidente que Owen Paterson se ha convertido en un paladín de los transgénicos, algo que seguramente agradecerán las grandes multinacionales biotecnológicas, quizá se lo expresen de algún modo.
En las próximas semanas, en el Reino Unido se desarrollarán seminarios tratando los organismos modificados genéticamente, posiblemente también se emprendan otras acciones antes de que se lleve a cabo el proyecto para que se acepten los alimentos transgénicos. Con respecto a las declaraciones que aluden a la promoción de la industria alimentaria de los alimentos transgénicos, recordemos que algunas cadenas como Wm Morrison Supermarkets plc, ya han relajado su política en materia de alimentos modificados genéticamente, favoreciendo su introducción y comercio. Ya veremos cómo responden los activistas a las nuevas declaraciones del Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural del Reino Unido.
Foto | Alternative Heat