El Centro para la Seguridad Alimentaria (CFS) de Estados Unidos ha impugnado la aprobación, por parte de la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación), del aditivo alimentario que utiliza la compañía Impossible Foods en la elaboración de la Impossible Burger, hablamos de la leghemoglobina de soja, uno de los ingredientes básicos de la hamburguesa que imita a la sangre de vacuno y que supone el 99% del secreto del sabor de esta ‘carne’ de origen vegetal.
La leghemoglobina es una hemoproteína presente en las raíces de la planta de la soja, aunque en este caso la compañía la obtiene a partir de una levadura transgénica. Según los expertos del Centro para la Seguridad Alimentaria, se trata de una hemoproteína transgénica (hemo GE) que incluye más de una docena de proteínas de la levadura que la produce, por lo que es diferente a la hemoproteína presente en las raíces de la soja. La hemo GE es un nuevo producto que se introduce en la dieta humana, además, se utiliza una gran cantidad para elaborar la denominada ‘Hamburguesa Imposible‘.
Para su producción, Impossible Foods utiliza un proceso de biología sintética con el que extrae el ADN de las raíces de las plantas de soja donde se produce una pequeña cantidad de hemo, posteriormente inserta el ADN en la levadura transgénica para producir a gran escala la hemoproteína. El proceso es una razón de peso para que la FDA hubiera exigido pruebas complementarias e independientes adicionales, a fin de asegurar que esta sustancian o causará ningún tipo de problema de salud. En vez de ello, la FDA aceptó un estudio de 28 días de la propia empresa para evaluar la seguridad, no siguiendo las pautas marcadas de 90 días para este tipo de estudios.
Como decíamos, se denuncia que la FDA debería haber exigido pruebas de seguridad exhaustivas tal y como exige la ley antes de proceder a la aprobación del aditivo, no se han realizado estudios con animales a largo plazo, necesarios para determinar si puede o no perjudicar la salud, como los estudios de cáncer, de deterioro reproductivo y otros efectos adversos. Pero la situación se agrava aún más, tras detectarse efectos adversos en un ensayo a corto plazo realizado con roedores de laboratorio, los expertos comentan que se han detectado problemas renales, reducción del peso uterino e interrupción de los ciclos reproductivos, reducción de la capacidad de coagulación, etc.
Según leemos aquí, la ley estadounidense considera que los aditivos de color no ofrecen beneficios sustanciales y su presencia es simplemente por razones estéticas, por lo que las exigencias y requisitos son más exhaustivos que los de otros aditivos alimentarios para su aprobación. Los productos de Impossible Foods que contienen hemo GE están presentes en el mercado de todo el país, y eso a pesar de la falta de pruebas que garanticen una total seguridad, por ello, el Centro para la Seguridad Alimentaria considera necesario que se revoque la aprobación del aditivo hasta que existan evidencias científicas que puedan demostrar que es totalmente seguro.
El CFS manifiesta su apoyo a la alimentación basada en productos vegetales, pero explica que el entusiasmo por los productos sin carne no se puede utilizar como excusa para eludir las leyes de seguridad alimentaria. Asegura que el incumplimiento del deber que tiene la FDA ha facilitado la introducción prematura de productos alimenticios que a la larga podrían causar problemas de salud, además, apunta que existe una preocupante tendencia desreguladora que prioriza las ganancias corporativas sobre la salud y la seguridad públicas, pero lo cierto es que más que una tendencia, es algo que resulta habitual desde hace mucho tiempo.
Todo el proceso se inició el año pasado, el CFS presentó una demanda contra la aprobación de esta hemoproteína transgénica por parte de la FDA y expuso un gran número de argumentos que podéis leer en este documento (Pdf) presentado en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos. ¿Corre peligro la venta de la Impossible Burger? ¿Se tendrá que modificar su formulación? Estaremos atentos a nuevas noticias.