Coincidiendo con la aparición de la nueva Guía Roja y verde de los Alimentos transgénicos 2010, la celebración de la Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos y la gran manifestación contra los transgénicos que se realizará el próximo 17 de abril frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, la Fundación Antama da a conocer un curioso documento en el que la iglesia católica defiende el uso de los alimentos transgénicos.
Da la impresión de que se pretenda apelar a la fe de los creyentes para que acepten la modificación genética de los alimentos, mostrando el beneplácito de la Iglesia se intenta ganar aceptación de los alimentos transgénicos. El documento de la Fundación Antama (Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación), es una recopilación de referencias obtenidas a través de declaraciones de los miembros de la iglesia y de los documentos oficiales emitidos por el Vaticano, cuyas conclusiones muestran que la iglesia católica defiende los alimentos transgénicos.
Evidentemente, esto no es una novedad para nosotros, recordemos el post El vaticano apuesta por los alimentos transgénicos, en él podíamos conocer una reunión celebrada el año pasado entre los miembros de la Academia Científica del Vaticano y científicos de todo el mundo con el propósito de desarrollar una campaña de apoyo a los alimentos modificados genéticamente. La finalidad era mostrar las bondades de estos alimentos y su utilidad para hacer frente al cambio climático o al hambre y la pobreza que se sufre en los países en vías de desarrollo.
El caso es que el documento se presenta argumentando que la iglesia ofrece su criterio buscando el bien común, posicionándose claramente y de forma abierta a favor de los alimentos transgénicos como la alternativa más fiable y efectiva para acabar con la inseguridad alimentaria. Se citan además unas palabras del Papa Juan Pablo II de 1982 indicando que la biotecnología es “un precioso instrumento en la solución de graves problemas como el hambre, produciendo variedades de plantas más avanzadas y resistentes, además de crear medicamentos más efectivos”. Evidentemente la situación de los transgénicos hace 30 años no era la actual, tampoco se disponía de los conocimientos y estudios que hoy se poseen, por lo que estas palabras no tienen mucha validez.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, la biotecnología es una herramienta eficaz y beneficiosa, pero dependerá de quién la manipule para que se convierta en un peligro para la biodiversidad o los seres humanos. Recordemos que empresas como Monsanto sólo se preocupan por rentabilizar las producciones agroalimentarias y dejan en segundo lugar valores que sí son de gran interés para la humanidad, será cuestión de citar un caso de desarrollo biotecnológico de interés como el maíz transgénico vitamínico desarrollado por la Universidad de Lleida (Catalunya).
La iglesia asegura que no se pueden ignorar los beneficios de las nuevas prácticas agrícolas innovadoras, indicando que las mejoras genéticas impulsan el progreso, parece evidente que están a favor de la nueva revolución verde transgénica, teniendo en cuenta las consecuencias de la primera revolución verde, adoptar el principio de precaución sería lo más recomendable, al menos hasta que se realicen estudios más exhaustivos y se permita el acceso a la información sobre las investigaciones que las empresas biotecnológicas ocultan argumentando la protección de datos.
También se pronuncia el Papa Benedicto XVI indicando que hay que promover el desarrollo agrícola en los países pobres, utilizando la tecnología agrícola con la que se mejora el uso de los recursos económicos, humanos y sociales, garantizando a largo plazo su sostenibilidad. Pero ahora viene lo mejor del documento, citamos textualmente “La Iglesia Católica tradicionalmente ha favorecido los conocimientos científicos y las aplicaciones de las tecnologías que generan desarrollo y progreso”, si algo ha caracterizado a la iglesia, ha sido una actitud totalmente contraria y conservadora. Su cambio de postura ha sido forzado por los nuevos tiempos y por el mayor conocimiento adquirido por los seres humanos, aunque esto es una cuestión de opiniones.
Monseñor Giampaolo Crepaldi, arzobispo de Trieste y Presidente del Observatorio Internacional Cardinale Van Thuân, declara al respecto “La Biotecnología no debe ser glorificada ni satanizada. Hablamos de tecnología y, como consecuencia, pese a la bondad de la Biotecnología, puede ser utilizada de forma incorrecta, por ello es necesario que, como en cualquier actividad humana, incluida la economía o la política, sea guiada por la moral”
Precisamente Monsanto no goza de mucha moralidad y tampoco respeta las decisiones que adopten los países sobre sus productos, intentan introducirlos por la fuerza. Recordemos que el riesgo de los alimentos transgénicos son los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar, la iglesia tiene derecho a mostrar su opinión pero no a utilizarla para convencer a sus fieles, que cada uno valore y juzgue en base a la información que pueda recabar, recomendamos al respecto ver el documental Alimentos transgénicos, dos posturas.
La iglesia considera “inaceptable que sus decisiones, a nivel nacional o internacional, estén dictadas por presiones procedentes de intereses particulares. Las autoridades públicas deben favorecer una correcta información de la opinión pública y saber tomar las decisiones más convenientes para el bien común.” Precisamente ocurre todo lo contrario, la información brilla por su ausencia y se intenta forzar la aceptación de los alimentos transgénicos. Léase por ejemplo el post Francia mantiene la prohibición sobre el maíz transgénico y cómo la Comunidad Europea pretendía obligar al país a levantar la prohibición de cultivo que pesa sobre el maíz transgénico Mon 810.
En resumidas cuentas, la celebración de la Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos debía tener una respuesta opositora, pero utilizar la iglesia como recurso de convicción nos ha sorprendido bastante. A través de este enlace podréis acceder al documento en Pdf de la Fundación Antama.
Foto 1 | Alessandra Cimatti
Foto 2 | Chidorian
7 comentarios
Un post interesantísimo que da para mucha reflexión. Felicidades.
Bueno, responder a esta estupendo artículo resulta bastante complicado.
Creo que es obvio que la población no necesita argumentos cabildeados, y menos aun si están siendo lanzados al aire por personas que puede que no tengan demasiada idea acerca del tema, por mucho comité «científico´´ que tenga el Vaticano.
Si Europa o cualquiera de sus países integrantes quisiesen pruebas objetivas acerca de los efectos que los alimentos transgénicos pueden tener en la alimentación humana o animal, o en el medio ambiente, entonces convocarían un comité de expertos compuesto por científicos de varias naciones, que estubiesen fuera del alcance del lobby multinacional.
Monsanto es una multinacional más, como lo es Mercedes-Benz o Repsol. Desde luego, del cuento no va a vivir, y le encantaría encontrarse con las puertas de Europa abiertas de par en par.
Me rondan por la cabeza varias preguntas:
¿Sería recomendable desde el punto de vista económico que Monsanto pudiese comercializar sus productos en Europa? Pues probablemente, aunque eso sabría responderlo mejor un economista.
¿Qué efectos pueden tener en la salud de los humanos y animales la alimentación con productos transgénicos? Esta pregunta es bastante profunda, pues dependerá del OMG en cuestión y del gen o genes con los que se haya tratado, de la misma manera que a una persona le puede causar alergia la piel de un melotón y a otra el huevo.
¿Qué efectos podría tener en el medio ambiente la liberación de un organismo modificado genéticamente? Pues teniendo en cuenta que las variedades hortofructícolas que se modifican están «domesticadas´´, digamos que su poder invasivo es mínimo.
Es como el que suelta 10 ovejas merinas en el campo, probablemente sean pasto de cañón. Pues lo mismo 10 tomateras, que están preparadas para ser atendidas por el hombre.
Otra cosa que me preocupa más es la facilidad de los vegetales para hibridar, pudiendo intercambiar material genético a través del polen con especies vegetales diferentes…
En fin, aquí, como siempre, hay discusión para rato…
Pero qué despropósito, por favor.
¡¡ Manda ….. !! El artículo es patético, como muchas otras cosas en las que la iglesia emite algo similar para tapar otras historias.
Que se dediquen a sus asuntos y dejen de fastidiar a los que no quieren saber nada de ellos.
Mañana 17 de abril a las 11:30 horas en Madrid, Puerta de Alcalá, se iniciará una manifestación de rechazo total a los transgénicos, su cultivo y utilización en la alimentación humana y animal.
Al comentario nº 2 Miguel Angel, le aconsejaría que se leyera, al menos, «El mundo según Monsanto» y después que siga comentando con una pizca de conocimiento sobre el asunto y el causante.
Al comentario nº7 Juan Manuel, sólo decirle que si considera que leerse el citado panfleto es tener conocimiento sobre el tema va servido.
Personalmente la posición de Miguel Ángel me parece razonable, razonada y totalmente respetable. Mientras que Juan Manuel opta por el exabrupto basado en «yo tengo la verdad en mi mano» apoyándose en un documental de tesis increíblemente sesgado.
Lo he comentado hace un momento en otro post, pero aquí viene a colación. Las malas prácticas de Monsanto sirven para desacreditar toda una tecnología, bloqueando incluso soluciones que podrían salvar millones de vidas.
En cuanto a la Iglesia (y siendo yo abiertamente ateo) si no me equivoco publica doctrina y orientación para sus fieles. Vamos, que si no eres o no te consideras católico debería importarte más o menos lo mismo que cualquier majadería de un imam subsahariano.
Nuevamente me resulta increíble ese sesgo que hace que el Dalai Lama sea Su Santidad del Buen Rollo en la Tierra, y Benedicto XIII prácticamente el Anticristo… nuevamente, occidental = KK, cualquier gilipollez asiática y ancestral = bueno.
Os sorprenderían los comentarios por lo bajo respecto a la vida sexual de los monjes que hacen los lugareños en Laos, Camboya o Tailandia 😉 (no he estado en el Tibet). Me temo que lo de la castidad es igual de complicado en todas partes y religiones… y que la sodomía es sorprendentemente popular por doquier 😉
La iglesia que promueve no alterar todo que es creación de dios hasta no desperdiciar los espermatozoides prohibiendo el uso del condón ahora está defendiendo los OMG, me sueña completamente opuesta a la doctrina. ¿Cuantas acciones posea el vaticano en Montsanto o Dupont?