La inteligencia artificial (IA) podría mejorar la seguridad y el control de los productos lácteos, así se concluye en un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, la Universidad de Cornell y el equipo de IBM Research. La investigación muestra cómo la inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden detectar anomalías en las muestras de leche al analizar su microbioma (conjunto de microorganismos que viven en la leche).
Se trata de un gran avance que abre nuevas posibilidades para fortalecer la seguridad y optimizar el control de calidad en la industria alimentaria, pudiendo llevar a cabo identificaciones precisas y rápidas de posibles contaminantes en los alimentos. En este nuevo estudio los expertos utilizaron leche cruda para probar si la IA podía identificar muestras anómalas analizando el tipo y la cantidad de bacterias y otros elementos.
Esta tecnología actúa de una forma similar a cómo se predicen los riesgos de enfermedades, como es el caso de la diabetes tipo 2 a través del análisis del microbioma humano. Si se confirma la eficacia de la tecnología, la IA sería una herramienta revolucionaria capaz de llevar a cabo la detección temprana de un amplio espectro de anomalías, superando con creces los métodos tradicionales que se utilizan en la industria alimentaria y que tienen limitaciones significativas.
En la investigación, los expertos recogieron 58 muestras de leche cruda para establecer un «perfil base» del microbioma de la leche. Se identificaron 33 microorganismos que estaban presentes de forma constante, siendo las bacterias más comunes los géneros Pseudomonas, Serratia, Cutibacterium y Staphylococcus, La información obtenida fue clave, ya que los métodos convencionales de análisis de datos tienen dificultades para diferenciar entre las distintas clases de muestras, mientras que la IA logró diferenciar y clasificar los tipos de leche al identificar estos microorganismos clave que delimitan las distintas categorías y etapas.
Como información adicional, merece la pena saber que el género de bacterias Pseudomonas es común en el ambiente, y algunas especies pueden causar infecciones en los seres humanos y el deterioro en los alimentos, en especial en los productos lácteos. El género Serratia está presente en el suelo, el agua y el tracto intestinal de animales, y algunas especies pueden causar infecciones en los humanos y causar deterioro en los alimentos. El género Cutibacterium son bacterias que forman parte de la microbiota de la piel humana y que también están presentes en los productos lácteos. El género Staphylococcus incluye especies como la Staphylococcus aureus, que es conocida por causar infecciones en humanos y producir toxinas que pueden contaminar alimentos.
La IA identificó bacterias en las muestras de leche, pero también logró clasificar etapas del procesamiento y almacenamiento, leche cruda, leche en tanque y leche en silo. Hay que añadir que con el uso de los datos del microbioma de las muestras y las técnicas avanzadas de aprendizaje automático, la inteligencia artificial pudo identificar la temporada en que se recolectó la leche basándose en el análisis de microorganismos concretos, como el Mycoplasma. Como se puede apreciar, el nivel de precisión y la capacidad de la IA para evaluar las condiciones de la leche en cada etapa, ofrece un avance significativo en la supervisión de la calidad y la seguridad de la leche.
En un contexto más amplio, otros estudios confirman que la IA está revolucionando la seguridad alimentaria en general. Recordemos que investigadores de la Universidad de California están usando la IA para detectar la bacteria E. coli en productos como la lechuga romana, logrando resultados en tan sólo tres horas en lugar de los cinco a siete días que tardan los métodos convencionales. Este tipo de avances tecnológicos permite una respuesta rápida en caso de contaminación, ayudando a prevenir los brotes de enfermedades, lo que innegablemente beneficia a los consumidores.
A nivel industrial esta tecnología supone una importante reducción de costes, ya que reduce la necesidad de contar con personal cualificado y equipos especializados para llevar a cabo las inspecciones, permitiendo que más empresas tengan acceso a herramientas de control de calidad avanzadas, incluso las que tienen menos recursos. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la implementación de la inteligencia artificial en el sector de la alimentación todavía se encuentra en etapas iniciales, pero no hay duda de que tiene el potencial de transformar la seguridad alimentaria de un modo antes nunca visto.
La detección rápida y precisa de posibles problemas de seguridad alimentaria, permite reducir considerablemente los riesgos sanitarios, además de proteger y mejorar la reputación de las empresas al evitar que se distribuyan productos contaminados. Es innegable que este tipo de investigaciones ponen de manifiesto la importancia de la IA en la transformación del sector alimentario, y en este caso el de la industria láctea. Estas nuevas herramientas tecnológicas aplicadas en esta área aseguran la producción de productos de alta calidad y fortalecen la confianza en los sistemas alimentarios.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica mSystems de la American Society for Microbiology.
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