La horchata es la bebida que surge a partir de las chufas, agua y azúcar. El resultado es una bebida refrescante y nutritiva que invade todas las terracitas de verano, ahora incluso en forma de helado o de sorbete.
Las chufas son unos tubérculos subterráneos que surgen de las raíces de la juncia avellanada, ya eran consumidas en Egipto y se les otorgaban beneficios para la salud, como las buenas digestiones y su capacidad antiséptica.
La leche de chufa se consumía como bebida medicinal, proporciona minerales, siendo los más destacables el fósforo, el calcio, el magnesio y el potasio y vitaminas como la C y la E, además era muy valorada su acción diurética y la energía que proporcionaba.
Se apunta que fue en el siglo VIII cuando la chufa llegó a tierras mediterráneas, la huerta valenciana era la más apropiada para su cultivo, tanto por la tierra como por las temperaturas.
Recientemente se ha publicado un estudio que otorga más beneficios tanto al pequeño tubérculo como a su bebida, la horchata y la chufa pueden prevenir la arteriosclerosis y otros trastornos óseos o el cáncer gracias a su aporte de polifenoles y su capacidad antioxidante.
Este estudio ha sido realizado por el Centro Tecnológico Ainia y promovido por el Consejo Regulador de la D.O. Chufa de Valencia y la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. Para nosotros está claro el fin de este estudio y su publicación, es potenciar su consumo ahora que entramos en la época de calor y en un momento en el que aparentemente todos buscamos una alimentación saludable y funcional.
Pero ahí están los beneficios de la horchata y de la chufa y debemos aprovecharnos de ellos. Recordemos que además está libre de gluten, de caseína y lactosa, por lo que es una bebida apta para quienes padecen intolerancia al gluten, a la lactosa o a la proteína que proporciona la leche de vaca.
Nosotros intentaremos un año más disfrutar de una horchata fresquita, pero tenemos un problema, no nos gusta. Igual os ha pasado alguna vez, veis cómo se disfruta de una bebida o alimento y al entrar en contacto con tu paladar, el sabor no parece grato. Intentas una y otra vez probarlo para conseguir que te guste, pero no hay manera…
Lo curioso es que las chufas nos encantan, y otra cosa que nos gustó mucho fue una sopa de horchata que tomamos en el restaurante Apicius de Valencia, así que mantendremos la esperanza.
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