La credibilidad de la Guía Michelin de Seúl es cuestionada por algunos chefs, expertos, críticos gastronómicos y legisladores, la razón son los errores e incoherencias recogidas en las ediciones de 2017 y 2018 de la guía. ¿La Guía Michelin evalúa algunos restaurantes sin visitarlos? Esa es la pregunta que se plantea a raíz de errores como la inclusión de un restaurante en la guía de 2018 (publicada en noviembre de 2017) que había cerrado en la primera mitad de 2017, o indicar que un restaurante coreano atiende a los clientes en una terraza cuando en realidad no la tiene.
Parece ser que se descubrieron 130 errores en la Guía Michelin Seúl 2018, tanto faltas de ortografía como reseñas contradictorias, inexistentes o erróneas. Se destaca que algunos errores (los mismos) se han mantenido en la primera y segunda edición de la guía, en la primera se podría perdonar, pero no en la segunda. Existen otras cuestiones que son criticables, como que la Organización de Turismo de Corea firmó un contrato injusto con Michelin, ya que esta corporación no tiene ningún derecho a solicitar correcciones en la guía.
Recordemos que en octubre de 2017 la Guía Michelin fue acusada de aceptar pagos de esta organización para la introducción de la guía y la promoción de la gastronomía y los restaurantes de Seúl. Según un comunicado de prensa de la oficina del congresista Song Ki-seok, la Organización de Turismo de Corea pagó a Michelin 133 millones de won en el año 2015 como un fondo de asistencia para la publicación, además, se comentaba que en este contrato se estipulaba un pago de 300.000 euros anuales a Michelin entre el año 2016 y el año 2019, con un importe adicional de 200.000 euros para el año 2020, entre otras cosas.
En esta primera edición de la guía, el congresista denunciaba que estaba plagada de errores, apareciendo críticas de restaurantes a los que no se les realizó una inspección previa. Como decíamos, se denuncia que muchos de esos errores se repitieron la edición del 2018, y dado que mañana se presentará la Guía Michelin Seúl 2019, serán varios los que la analicen con detenimiento para comprobar si se vuelven a cometer los mismos u otros errores. Lo cierto es que la entrada de la guía roja en Corea no se hizo con buen pie, y encima no se subsanaron los errores en la siguiente edición y se incrementaron provocando una mayor falta de credibilidad, si esto se repite, Michelin debería dar explicaciones.
Los errores han crecido en cada edición, en la primera se contabilizaron 33 y en la segunda 130, es lógico que se planteen preguntas y se cuestione a la guía. El legislador pide a la Organización de Turismo de Corea que enmende el contrato a fin de que se corrijan los errores, aunque es posible que ello dependa de lo que aparezca en la nueva edición. Algunos chefs dudan de la confidencialidad de Michelin, una razón que se argumenta es que el chef de un restaurante italiano que ganó una estrella Michelin, afirmaba que a algunos propietarios de restaurantes con estrella se les había comunicado con anterioridad si aparecían o no en la guía con la distinción.
Según leemos aquí, el periódico Korea Times se quiso poner en contacto con el representante de Michelin en Corea, para hablar de esta cuestión y preguntarle por las quejas y errores, pero Michelin no ha dado, de momento, ninguna respuesta. Veremos qué ocurre cuando se lance la tercera edición de la guía en unas horas, ¿se habrán subsanado los errores?