La guerra de los cultivos transgénicos (II) resulta muy interesante y nos da a conocer detalles relacionados con la alimentación transgénica y la manipulación que se realiza con la información. En la primera parte del documental, La guerra de los cultivos transgénicos (I), nos introducíamos en la denuncia social de este tipo de alimentos por parte de las organizaciones ecologistas, nos adentrábamos en la historia de los transgénicos de la mano del profesor en biología molecular Marc Van Montagu y conocíamos que una alimentación exclusiva con productos transgénicos parecía ser la causa de una grave enfermedad sufrida por las vacas de un granjero alemán.
La guerra de los cultivos transgénicos nos muestra que algunos investigadores como Hartwing Bostedt, especialista veterinario de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Leipzig, estaba convencido de la relación existente entre la alimentación transgénica recibida por las vacas y la enfermedad que sufrieron. El caso de las vacas alemanas debía ser sometido a riguroso estudio y más teniendo en cuenta que por medio se encontraban nuevos productos de alimentación que también eran incluidos en la dieta de los humanos.
Hartwing Bostedt declara una gran verdad, teniendo en cuenta la implicación que está adquiriendo el maíz transgénico en la alimentación mundial, casos como el ocurrido en Alemania no pueden pasarse por alto, deben esclarecerse las causas por las que las vacas que comieron exclusivamente maíz transgénico enfermaron. Estos mismos problemas podrían ser sufridos por los seres humanos a largo plazo y después, de nada servirían los lamentos.
Existen muchos datos a tener en cuenta que nos pueden hacer evitar a toda costa la ingesta de alimentos transgénicos, algunas de las vacas alemanas que disfrutaron de una alimentación exclusivamente transgénica no enfermaron, pero sus descendentes sufrieron diversas malformaciones, anomalías de las que no se tenían referencia al no haberse producido nunca. También se puede citar la malformación producida en las ubres de las vacas en las que se muestran orificios de salida de la leche en zonas no habituales, malformación de la que tampoco se tenían referencias históricas.
Resulta evidente que algo nuevo provocó estos problemas en las vacas, pero lo peor es que no se sabe si estos problemas se transmitirán a futuras generaciones y los cambios que se podrán producir. Hay que tener en cuenta que las vacas disfrutaban de una alimentación con una forma de vida nueva, un maíz OMG (Organismo Modificado Geneticamente) es un producto que no existe en la naturaleza, es un nuevo ser vivo resultado de la combinación genética entre dos o más organismos, quizá nos parezca igual que el maíz tradicional, nada más lejos de la realidad.
Tenemos a nuestro alcance varias referencias que debemos tener en cuenta a la hora de disfrutar de una alimentación que contenga determinadas cantidades en alimentos transgénicos. Podemos nombrar por ejemplo el estudio realizado por expertos de la Universidad de Viena en el que se concluye que los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad, también podemos citar los cultivos de algodón modificado genéticamente en la India para contener la toxina Cry1Ac, a fin de evitar el ataque de distintos tipos de polillas.
Este algodón causó en los campesinos que lo manipulaban diferentes tipos de alergia y como dato a añadir, parece que fue el responsable de que miles de ovejas del país murieran fruto de las reacciones tóxicas al haber pastado en los restos de las plantaciones de algodón, de todo ello hablábamos en el post Berenjenas transgénicas. Se podrían citar muchos casos que parecen ser obviados por las grandes multinacionales como Monsanto dedicadas al desarrollo biotecnológico.
Pero volviendo al documental, se realiza la siguiente pregunta: ¿Podría estar la leche producida por las vacas alemanas modificada genéticamente?, un análisis desveló que la leche contenía elementos transgénicos en cantidades insignificantes, pero que no sabemos si pueden provocar problemas en los seres humanos. En el documental se indica que nadie puede responder a esa cuestión y es algo lógico, teniendo en cuenta que no existen estudios a largo plazo sobre ello. Debería aplicarse un principio de prudencia y no consumir este tipo de leche hasta que no se realizaran los correspondientes estudios que determinaran su completa inocuidad.
La legislación europea obliga a mostrar en las etiquetas alimentarias el contenido de OMG cuando este supera el 0.9%, sin embargo, en otros productos como pueden ser los lácteos, esta normativa no se aplica. Podemos citar un comunicado de Greenpeace en el que se pedía al comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, que se identificaran aquellos productos lácteos resultantes de animales alimentados con productos transgénicos. Esta exigencia se respaldaba con un millón de firmas pertenecientes a consumidores europeos. Greenpeace manifestaba que se trataba de una grave trampa en la legislación europea, ya que se eximía de la regla a los productos derivados de los animales con alimentación transgénica.
Como decíamos en la primera parte de este documental, Greenpeace intenta llamar la atención de la población y nada mejor que a través de distintas acciones que alarman a los medios de comunicación, como por ejemplo encadenarse en la sección de productos lácteos de un supermercado del Reino Unido y explicar los motivos que antes hemos citado.
La modificación genética se hace cada vez más evidente en nuestra alimentación, los cultivos transgénicos crecen imparables en casi todo el mundo y posiblemente estemos comiendo alimentos transgénicos desde hace tiempo aunque sea en ínfima proporción. Nos remitimos a las palabras del profesor Hartwing Bostedt, los humanos podemos sufrir problemas similares a los de las vacas alemanas en un futuro, las futuras generaciones podrían pagar las consecuencias de la actual alimentación con cereales u otros productos transgénicos.
No nos extraña en absoluto que cada vez sean más las personas que se posicionen contra los OMG, a mayor información, mayor conciencia del problema. Como ya dijimos en su momento, la guerra de los cultivos modificados genéticamente es un hecho, es una guerra en la que el conocimiento y la ignorancia se enfrentan.
Las empresas biotecnológicas parecen tener un control total del mercado y logran todos sus propósitos, recomendamos ver el vídeo El mundo según Monsanto y los documentales El futuro de la comida I y El futuro de la comida II para comprender un poco más como actúan estas empresas y qué objetivos persiguen.
Tras algunos de los acontecimientos que hemos relatado y el aumento de los sabotajes contra los experimentos transgénicos por parte de los grupos ecologistas, las empresas biotecnológicas han decidido actuar a escondidas, los proyectos son desarrollados en secreto con el propósito de cumplir sus objetivos. En el documental habla Gilles Eric Seralini, profesor de Biología Molecular y experto en organismos modificados genéticamente del Gobierno francés y de la Unión Europea. Sus palabras muestran una cruda realidad, la objetividad puede desaparecer en algunos de los miembros de la comunidad científica, la razón es que las empresas biotecnológicas intentan sobornar a estos miembros para llevar a cabo sus propósitos. El propio Gilles Eric Seralini manifiesta que le han intentado sobornar pagando su silencio y además indica que en ocasiones lo han conseguido. Les han ofrecido millones de euros para evitar criticas a los transgénicos.
El experto cambió de posición y actualmente lleva varios años luchando contra la biotecnología y siempre utilizando bases científicas. Ante estas declaraciones, ¿quién puede fiarse de lo que nos ofrezcan compañías como Monsanto?, ¿quién dice la verdad sobre los OMG?
El tema es realmente preocupante, demasiado secretismo e intereses, algunas investigaciones muestran que los animales alimentados con transgénicos sufren distintos problemas de salud que no deberían ser obviados y que los propios investigadores han ocultado según palabras de Gilles Eric Seralini.
Otros capítulos:
La guerra de los cultivos transgénicos (I)
La guerra de los cultivos transgénicos (III)
La guerra de los cultivos transgénicos (IV)
La guerra de los cultivos transgénicos (V)