Tras dos años de negociaciones entre la Comisión Europea, el Consejo de Ministros de Pesca y el Parlamento Europeo, ayer se aprobó el nuevo reglamento por el que se regirá la flota pesquera exterior de la Unión Europea, se trata de una legislación por la que se van a regir más de 23.000 pesqueros, en un marco en el que gobiernan los estándares de sostenibilidad, independientemente del lugar en el que los barcos estén faenando.
Este nuevo reglamento sustituye al adoptado en el año 2008, que provocaba situaciones de competencia desleal entre operadores e impedía que la Unión Europea pudiera asegurar que su flota pesquera faenaba de forma legal y sostenible. Se trata de un gran avance en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada de la que hemos hablado en anteriores ocasiones, como por ejemplo en las directrices anunciadas por la FAO para frenar las capturas ilegales de pescado.
El caso es que ahora, la flota pesquera exterior de la UE será la más transparente, responsable y sostenible del mundo, liderando el cambio que deberían secundar el resto de países del mundo en favor de preservar los recursos pesqueros y el ecosistema marino en general. La flota pesquera de la UE que faena en todo el mundo es responsable del 28% de las capturas comunitarias, lo que supone un importante volumen que antes estaba sujeto a irregularidades, ahora la legalidad y la transparencia se garantiza a través de una serie de normas de obligado cumplimiento.
Será obligatorio hacer públicos los datos oficiales sobre los barcos que faenan en el exterior y dónde se localizan, incluyendo los barcos con pabellón comunitario que firman un contrato privado con un país que no es miembro de la UE. Todos los barcos que soliciten faenar fuera de aguas comunitarias estarán obligados a seguir unos estándares rigurosos, se pondrá freno al reabanderamiento abusivo, práctica hasta la fecha habitual para eludir medidas conservacionistas.
Con respecto a los acuerdos privados, según nos explican aquí, la reglamentación permite garantizar que las actividades pesqueras cumplan los estándares establecidos por la Unión Europea. Anteriormente la UE no los supervisaba y no existía obligación de cumplir requisitos comunitarios de gestión. No existía información sobre quién pescaba ni dónde lo hacía y ahora esta información será de dominio público, garantizando una total transparencia de la actividad pesquera de la flota comunitaria.
Con este tipo de reglamentaciones se acaba con la pesca ilegal o al menos se minimiza considerablemente, recordemos que investigaciones como la llevada a cabo por el Departamento de Estudios ambientales de la Universidad de Nueva York, concluían que era prioritario prohibir el transbordo de capturas en el mar, así como el abastecimiento de suministros a los pesqueros, como medida eficaz para acabar con problemas como la pesca ilegal y el trabajo esclavo, además, se incrementaría la seguridad alimentaria mundial, por lo que el nuevo reglamento navega en la dirección correcta.
De todos modos, y a pesar de que se trata de una buena noticia, queda mucho por hacer en las aguas comunitarias, recordemos que según los expertos del Centro Común de Investigación (JRC), en el Mar Mediterráneo el 93% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas y algunas están en un punto de colapso o agotamiento peligroso debido a la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático. Quizá en aguas internacionales se haya dado un gran paso, pero en aguas comunitarias existe un grave problema que no se soluciona con los cambios en la presión de la pesca, los expertos comentaban que existían muchos problemas que hacían que el Mar Mediterráneo fuera muy vulnerable, la contaminación, la basura marina, la sobrepesca, el cambio climático, las especies invasoras, etc. Lo peor es que se ha estado advirtiendo de esta situación durante años, el volumen de capturas es insostenible, no posibilitando que las especies tengan tiempo para reproducirse y mantener niveles saludables de las poblaciones, aquí se puede aplicar el refrán “en casa del herrero, cuchillo de palo”.
Como comentábamos, el nuevo reglamento es un gran avance del que deben tomar ejemplo otros países del mundo, la Comisión Europea comenta que es una señal positiva en el camino hacia la Conferencia Our Ocean que se celebrará en Malta los días 5 y 6 de octubre y de la que podéis conocer más detalles aquí. Suponemos que el siguiente paso será solucionar el mencionado problema del Mar Mediterráneo.
Foto 2 | Bernard Spragg