Aunque hasta la fecha se sabe que la fibra dietética reduce la presión arterial, no había una respuesta concreta sobre cuánta se debe consumir para obtener sus beneficios. Ahora, un estudio realizado por un grupo de expertos de la Universidad de Monash y la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), ha llevado a cabo una revisión que determina exactamente la cantidad mínima de fibra dietética que se debe consumir por los adultos que padecen presión arterial alta.
Anteriormente hemos hablado de la fibra dietética y sus beneficios, se trata de un tipo de carbohidrato presente en los alimentos de origen vegetal, frutas, verduras, legumbres, cereales enteros y frutos secos. Aunque técnicamente es un carbohidrato, la fibra dietética no se digiere ni se absorbe en el intestino delgado humano, pasando casi de forma intacta a través del sistema digestivo y desempeñando funciones importantes para nuestra salud.
Hay dos tipos de fibra dietética, la soluble (frutas, avena, cebada, legumbres…), es decir, que se disuelve en agua formando una sustancia gelatinosa en el tracto digestivo, y la insoluble (salvado de trigo, trigo integral, algunos tipos de verdura…), que no se disuelve en agua y actúa principalmente como un material voluminoso en nuestro intestino, facilitando y acelerando el paso de los alimentos y los desechos a través del sistema digestivo.
El consumo de fibra dietética proporciona beneficios como la mejora de la salud digestiva, el control del peso, la regulación del azúcar en sangre o la reducción de las enfermedades crónicas. También reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, favorece la disminución de la presión arterial, reduce el riesgo de diabetes tipo 2 o algunos tipos de cáncer. A nivel general, los expertos en salud recomiendan consumir una gran variedad de alimentos que contengan fibra dietética a fin de obtener los máximos beneficios para la salud, y sobre la cantidad recomendada, varía según la edad y el sexo, pero como norma general se ha recomendado un consumo de entre 25 y 30 gramos diarios.
Los investigadores del estudio explican que las directrices internacionales, regionales y nacionales sobre la hipertensión, destacan la necesidad de cambiar de estilo de vida como primer paso para lograr reducir la presión arterial, y aunque se promueve el cambio de dieta como uno de los pasos clave, aseguran que la fibra dietética no recibe suficiente atención en este objetivo. Una alimentación con reducido contenido en fibra es común en las dietas occidentales, algo que contribuye de forma significativa a la morbilidad por enfermedades no transmisibles y la mortalidad debido a la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Los responsables del estudio comentan que el metaánalisis de la documentación científica les ha llevado a destacar el papel crucial que tiene la fibra dietética en el control de la presión arterial elevada, así como sus importantes implicaciones en las iniciativas de salud pública y las futuras directrices que se elaboren sobre hipertensión. Los datos sugieren que la ingesta mínima diaria de fibra debe ser al menos 28 gramos por día para mujeres, y de 38 gramos por día para los hombres que padecen hipertensión.
Además, se evidencia que un incremento de cinco gramos sobre las cifras proporcionadas, puede reducir la presión arterial sistólica (presión de la sangre en la arteria con la contracción del corazón) en 2,8 mmHg (unidad de presión manométrica expresada en milímetros de mercurio), y reducir la presión arterial diastólica (presión de la sangre ejercida en la arteria cuando el corazón se relaja tras el latido) en 2,1 mmHg.
Los investigadores comentan que es importante concienciar sobre los objetivos mencionados de la ingesta de fibra dietética, los especialistas pueden guiar a los pacientes a aumentar el consumo de este tipo de fibra, favoreciendo que se reduzca la presión arterial y el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Podéis conocer los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página científica Hypertension.
