Durante las últimas semanas se ha estado debatiendo sobre el tema de la fiambrera escolar, es decir, sobre la necesidad que tienen muchas familias de reducir gastos, siendo una de las ideas que los niños que se quedan en el comedor del colegio, puedan llevar la comida hecha en casa en su fiambrera. Los que tenéis hijos en edad escolar y que por motivos laborales o por otras obligaciones tenéis que dejar a los niños en el colegio para comer, estaréis al tanto de este tema. No hay consenso entre las comunidades españolas, ni siquiera entre los colegios de una misma ciudad.
Hemos podido conocer que en Catalunya se quiere cobrar la mitad de lo que cuesta el menú en el comedor escolar, alrededor de 3 euros por día (en concepto de gastos de limpieza y vigilancia de los niños, así como por el uso del frigorífico y el microondas), en la Comunidad Valenciana pretenden poner un máximo de 1’5 euros, en la Comunidad de Madrid van a dejar en manos de cada centro la decisión de cobrar o no… en fin, todo son piedras en el camino del deseo del ahorro (que sería de unos 90 euros mensuales, pero que no es tal, si se necesitan reducir gastos es porque se ha impuesto otros y los sueldos van a la baja, al contrario que las cifras del paro). Pero al margen de todo esto, hay algo que nos ha llamado mucho la atención, y es cómo muchas noticias desacreditan a los padres en el aspecto de la alimentación de sus hijos.
Estamos de acuerdo, y lo hemos hablado en varias ocasiones, que la educación sobre nutrición en la población en general está un poco deprimida, y queda demostrado por las cifras de obesidad infantil en nuestro país, sobra decir que la responsabilidad es de los padres, pero de ahí a generalizar y a decir que los niños que lleven el tupper a la escuela van a tener más difícil llevar una dieta equilibrada… Si no es por experiencia propia, es por conocidos, o por la asistencia a las reuniones escolares, muchos padres no son convenientemente informados de los menús que ofrecen en las escuelas, y mucho menos tienen la seguridad de que su hijo se ha comido todo, por lo que le resulta difícil saber si para completar la dieta equilibrada de ese día le corresponde tomar pescado, carne, verdura, legumbres, arroz, fruta…
Los expertos en nutrición parecen querer que su función como consejeros de los comedores escolares o de los servicios de catering que los abastecen no descienda, explican que muchos padres, por falta de conocimientos en nutrición y de tiempo, proporcionan a sus hijos un menú de menor calidad que el que ofrecen los comedores escolares, nos parece una acusación muy severa y poco rigurosa. Es más, ¿cuántas veces ha sido noticia que los menús de los comedores escolares no son equilibrados?, ¿que los niños apenas comen pescado ni verduras?, ¿por qué hay la necesidad de que la AESAN tome medidas?, ¿por qué el pasado mes de junio se celebró el I Congreso Internacional Comer en la escuela?
Porque la educación en nutrición es muy pobre en general, y ante esto no se pone remedio, pero lo que nadie puede negar es que los primeros interesados en que un niño disfrute de una alimentación variada y equilibrada para un perfecto desarrollo y en beneficio de su salud son los padres, aunque no siempre lo consigan. Y tampoco se puede generalizar con los propósitos de algunos expertos, pues también hay noticias como esta, en la que el pediatra José Manuel Moreno alienta a los padres a que dediquen tiempo, se esfuercen y utilicen su imaginación para preparar comidas de tupper equilibradas y apetitosas, ‘difícil pero no imposible’.
Proporciona algunos consejos, como elaborar un plan semanal con las comidas que llevarán al colegio en fiambrera y con las cenas que tomarán en casa, además de los desayunos y meriendas, estando todo planificado se facilita la ejecución de las comidas y se puede tener la certeza de que la dieta equilibrada está muy cerca del éxito. Para conseguirlo, recomiendan seguir las pautas de la Guía de Comedores Escolares que desarrolló la AESAN, podéis descargarla a través de este enlace.
Es una guía muy completa que incluso proporciona menús de ejemplo y que no sólo será útil para planificar la comida diaria de los niños, sino de toda la familia, pues para todos la clave está en tener una alimentación variada, adecuando las proporciones a la edad y necesidades de cada miembro de la familia.
Nos gustaría que nos comentarais vuestra opinión sobre el uso de fiambreras en el comedor escolar, la experiencia de vuestros hijos cuando han comido en el colegio o lo que queráis comentar al respecto, seguro que hay diversidad de opiniones, pero todos estamos de acuerdo en que si se habla de falta de educación nutricional (que la hay), lo que se tiene que hacer es poner remedio, desde la infancia, y desde ya.
Foto | My Sweet Muffin