La FAO sugiere una Cumbre de Alimentación 2009, así lo indica Jacques Diouf, responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Los motivos para sugerir la reunión son parecidos a la pasada y fracasada cumbre mundial que se desarrolló en Roma bajo el lema Seguridad Alimentaria Mundial, los Retos del Cambio Climático.
Volvemos a poner de manifiesto algunas opiniones en las que se muestra el excesivo gasto realizado por la FAO en desarrollar cumbres, reuniones, comisiones, informes, estudios y un sinfin de cuestiones que hacen que esta organización sea poco efectiva a la hora de intentar erradicar el grave problema del hambre en los países más desfavorecidos.
En la pasada cumbre no se consiguieron alcanzar los objetivos marcados, en cambio se lograron reducir los presupuestos que tiene la FAO para luchar contra el hambre, resultó un gasto enorme poder aglutinar a los representantes de los 183 países participantes, y todo para nada. Muchos dirigentes políticos salieron entonces defraudados de la cumbre, 72 horas de reuniones, debates y discusiones, con las que no se logró una postura adecuada frente a la crisis alimentaria mundial.
Ahora la FAO sugiere una Cumbre de Alimentación de nuevo, esta vez orientada a reformar y crear las bases del sistema de comercio e impulsar una mayor producción alimentaria en los países que se encuentran en vías de desarrollo. Según Jacques Diouf, la cumbre serviría además para obtener nuevos fondos con los que afrontar los objetivos de la nueva cumbre.
Otro objetivo de esta cumbre sería lograr crear un fondo de intervención de emergencia que permitiera ayudar a los países a incrementar sus producciones para garantizar la alimentación. Si se trata de ayudas similares a las ofrecidas en Haití, las aportaciones económicas de los países podrían servir de poco. Recordemos el tema en el post galletas de barro, en el hablábamos sobre el envío y distribución de 600 toneladas de semillas y herramientas de trabajo para reducir los problemas por el aumento del precio de los alimentos y del petróleo en la población del país.
Los datos mostraban que eran 70.000 familias las que recibirían la ayuda que se traducía en 8,6 kilos de semillas por persona. Cada lector debía juzgar si se trataba de una ayuda efectiva a un país que no disponía de recursos, si tenían que esperar a que las semillas germinasen para comer, estaban bien servidos. ¿Quién es el artífice de este tipo de ayudas?.
Según el portavoz de la FAO, estos fondos servirían para lograr incrementar rápidamente la producción de alimentos ante el encarecimiento de los precios de las comodities alimentarias, visto lo ocurrido en Haití, tenemos nuestras dudas sobre este tipo de soluciones.
Jacques Diouf asegura que la crisis alimentaria no ha terminado y que la recesión económica es causante de la reducción de la demanda alimentaria, hecho que se traduce en una caída productiva y por tanto, en una posible nueva crisis o mejor dicho, un agravamiento de la actual.
Lo dicho, medidas y ayudas que hasta la fecha han demostrado ser ineficaces.