En menos de 40 años el mundo se podría enfrentar a una gran escasez de alimentos, un problema que tendría graves consecuencias para personas y gobiernos, así lo considera Fred Davies, un asesor científico de la oficina de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional de seguridad alimentaria (USAID), organismo que se creó en el año 1961 con el propósito de acabar con la pobreza extrema y promover la democracia a nivel mundial. El experto considera que las cuestiones relacionadas con la alimentación podrían ser tan desestabilizadoras en el año 2050 como lo son actualmente las cuestiones energéticas.
Para Fred Davies y muchos otros investigadores, la escasez de alimentos será el problema más grave a mitad de siglo, la población mundial aumentará un 30% y superará los 9.000 millones de habitantes. Como sabemos, desde hace años se habla de incrementar la producción de alimentos en un 70% para poder satisfacer la demanda alimentaria, apunta que no será suficiente contar con la biotecnología, la agronomía (agricultura de precisión), la horticultura o la mejora genética, entre otras cosas, para satisfacer la demanda de alimentos. Alimentar a la población mundial es un reto que se complica aún más, el experto apunta que los recortes presupuestarios en investigación reducen la capacidad de descubrir métodos y procedimientos que permitan producir los alimentos necesarios para satisfacer la demanda.
Fred Davies apunta un problema del que ya habíamos hablado anteriormente en el post No se podrá satisfacer la necesidad alimentaria en el año 2050. Expertos de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) examinaron las estadísticas agrícolas de cuatro cultivos importantes, maíz, trigo, arroz y soja, determinando que el incremento de la producción se podría situar entre un 38% y un 67% para el año 2050 y siempre en el mejor de los casos. Según este estudio, el aumento debería establecerse entre un 60% y un 110%, lo que demuestra que el rendimiento alimentario no está mejorando al ritmo necesario y por ello se apunta que el mundo se enfrenta a una inminente y creciente crisis agrícola. No sabemos si el experto ha tenido en cuenta que además de la productividad, se ha de trabajar para reducir el derroche y el desperdicio de alimentos, recordemos que hace unas semanas la FAO condenaba el desperdicio alimentario y pedía que se llevarán a cabo acciones coordinadas y contundentes para acabar con este problema.
El experto explica que, en el caso de Estados Unidos, el promedio de productividad agrícola se estableció en un 1’2% anual entre los años 1990 y 2007. En el estudio desarrollado por los investigadores de la Universidad de Minnesota se hila más fino realizando un análisis de los cuatro cultivos antes citados, con los datos obtenidos de unos 2’5 millones de estadísticas agrícolas de todo el mundo del periodo comprendido entre los años 1961 y 2008. En este caso, los expertos explican que ningún cultivo alcanzaba el incremento de un 2’4%, tasa necesaria para poder satisfacer la demanda alimentaria a nivel mundial en el año 2050, además destacaban que en algunas regiones (principalmente países productores) la productividad no se incrementaba. Claro, que se habla de cultivos, pero hay que añadir otros factores como el incremento de la demanda de carne y derivados animales, algo que obliga a aumentar la producción animal que depende de los suministros de cereales, pero también se puede citar el aumento del consumo de biocombustibles que resta disponibilidad de tierras para la producción, contribuyendo a la escasez de alimentos.
Es imperioso trabajar en nuevas tecnologías y cultivos más eficientes, pero también es necesario poder aplicar esas nuevas tecnologías y nuevos alimentos a nivel local, es decir, que estén disponibles para pequeños y medianos agricultores. El experto explica que en muchas ocasiones, cuando se desarrollan nuevas tecnologías que facilitan el incremento de la productividad, no llegan a los pequeños agricultores del mundo, lo que merma aún más la posibilidad de producir todo lo que se necesita. Según se explica en Science Daily, Fred Davies considera que es necesario poner mayor énfasis en los cultivos hortícolas de alto valor, cultivos que permiten crear puestos de trabajo y oportunidades económicas para las comunidades rurales, así como una agricultura intensa y más rentable, en el caso de Estados Unidos representan el 50% de la producción, en otros países es mucho más elevada.
Además de la productividad y la reducción del desperdicio alimentario se deberán afrontar otros retos que complican la seguridad alimentaria en el año 2050, la lucha contra el cambio climático, modificar los hábitos de consumo, etc. Al principio apuntábamos que el experto considera que las cuestiones relacionadas con la alimentación podrían ser tan desestabilizadoras en el año 2050, como lo son las cuestiones energéticas en la actualidad, aunque creemos que actualmente las cuestiones alimentarias ya son muy desestabilizadoras, basta con ver qué ocurre cuando hay una mala cosecha en un país, afecta a todo el mundo, también es obligado citar la especulación que gira en torno al mundo de la alimentación. En fin, es un tema realmente complicado en el que intervienen muchos factores, a medida que pasan los años el problema se agrava y aunque se dan a conocer todo tipo de estudios, no parece que haya planes para orquestar un plan a nivel mundial que pueda garantizar la seguridad alimentaria mundial.
Foto | James Almond