La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha publicado el IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos) correspondiente al pasado mes de mayo. El indicador muestra que se mantiene la tendencia al alza de las diferencias de lo que los intermediarios pagan por los alimentos a los agricultores, y lo que los consumidores tenemos que pagar por ellos en el mercado, diferencias que, en muchas ocasiones, se pueden considerar especulativas, ya que no están sujetas a la falta de producto y la creciente demanda o a otros motivos justificados.
El IPOD general se estableció en mayo en un 4’78%, incrementándose en 18 décimas respecto al mes de abril y sumando cinco meses de aumento. En esta ocasión, lo más llamativo es la diferencia de precio de los pepinos, que supera el 800%, colocándose a la cabeza en este ranking de las diferencias de precio especulativas, la mayoría provocadas por los movimientos de los intermediarios.
En origen el precio por kilo de pepinos se estableció en 0’19 euros, lo que supone una caída de 16 céntimos respecto al mes de abril, y en el mercado los consumidores hemos pasado de pagar de 1’72 a 1’74 euros por kilo. La diferencia indica que la diferencia porcentual origen/destino de los pepinos se estableció en un 816%, y que en su trayecto del campo a la mesa el producto se encarece 9’16 veces.
El segundo producto que destaca el IPOD de mayo son las naranjas, que anteriormente ya han encabezado este ranking de las diferencias de precio especulativas. La diferencia porcentual origen/destino se estableció en un 780%, pues el kilo de naranjas se cotizó a una media de 0’15 euros en el campo, dos céntimos más que en abril, mientras que en el mercado, los consumidores hemos pagado 1’32 euros, lo que supone una bajada de 6 céntimos, pero, aún así, hemos pagado 8’80 veces el valor de esta fruta en el campo.
En tercera posición se colocan los ajos con una diferencia porcentual del 661%, manteniendo la misma posición del mes de abril, pero reduciendo algo la diferencia origen/destino. Como es habitual, este producto suele estar entre los primeros del ranking a lo largo de todo el año, no tiene sentido. En origen, el kilo de ajos se cotizó a una media de 0’69 euros y los consumidores pagamos 5’25 euros por kilo, 15 céntimos menos que en abril, pero igualmente ha supuesto pagar 7’61 veces el valor de los ajos en origen.
En este ranking de la diferencia de precios de los alimentos, se coloca en cuarta posición la lechuga con una diferencia porcentual del 646%. El precio por kilo se mantuvo en 0’13 euros en origen, y en el mercado también se mantuvo, se comercializó a 0’97 euros por kilo, por lo que los consumidores pagamos 7’46 veces el valor de las lechugas en el campo. En quinto lugar, se clasifican las nectarinas, fruta que entra en este indicador con una diferencia porcentual del 643%. En origen se pago el kilo a 0’40 euros, y en el mercado su precio medio fue de 2’97 euros, lo que indica un sobrecoste de 7’43 veces el valor del producto en origen.
Las ciruelas también entran en este ranking y se colocan en sexta posición con una diferencia porcentual del 639%, en el campo se pagó a los agricultores 0’46 euros por kilo de ciruelas, en el mercado su precio se estableció en 3’40 euros por kilo, lo que supone que los consumidores pagamos 7’39 veces el valor de las ciruelas en origen. Otra fruta con hueso hace aparición en el IPOD de mayo de 2019, se trata del melocotón, que se estrena ocupando el séptimo lugar de la clasificación con una diferencia porcentual del 633%. El precio medio se estableció en 0’40 euros por kilo en el, y en el mercado pagamos 2’93 euros por kilo, lo que indica que en su trayecto del campo a la mesa los melocotones aumentaron su precio en 7’33 veces.
El calabacín ocupa el puesto número 8 en el ranking de las diferencias de precio especulativas con una diferencia porcentual del 633%. En origen, el kilo de calabacines se cotizó a 0’21 euros, lo que supone una caída de 17 céntimos en el precio respecto al mes de abril, en el mercado esta bajada se ha trasladado íntegra al consumidor, que pagamos 1’54 euros por kilo. A pesar de ello, se ha pagado 7’33 veces el valor del producto en origen. El repollo se clasifica en novena posición con una diferencia porcentual del 564%, en el campo se pagó a 0’22 euros el kilo, 2 céntimos más que en abril, y en el mercado su precio fue de 1’46 euros por kilo, lo que supone una subida de 11 céntimos, de ahí que los consumidores hayamos pagado 6’64 veces el valor del repollo en el campo.
Los limones se colocan en penúltima posición con una diferencia porcentual del 518%, en origen el precio mejoró, pasando de 0’21 a 0’33 euros por kilo, mientras que en el mercado el precio medio se estableció en 2’04 euros, un céntimo más que en abril. Esto indica que se pagó 6’18 veces el valor de los limones en el campo. El brócoli es el último producto destacado por superar la barrera imaginaria del 500% con una diferencia porcentual origen-destino del 517%. En origen, el brócoli se cotizó a 0’42 euros/kilo, lo que supone un incremento de nueve céntimos respecto al mes de abril, y en el mercado el precio se estableció en 2’59 euros, lo que supuso una bajada de un céntimo, a pesar del recorte de diferencia, el consumidor paga 6’17 veces su valor en el campo.
Con la introducción de las frutas de temporada es probable que el indicador mantenga su tendencia al alza, ya que es un producto que este año parece estar sujeto a una mayor especulación. Algunas organizaciones agrarias denuncian transacciones que se realizan sin contrato o sin precio fijado, algo parecido al antiguo contrato “a comercializar” de las naranjas. Estos son sólo algunos de los problemas que tiene este sector, problemas sujetos al abuso de los intermediarios.
Veremos qué ocurre en el indicador del próximo mes, de momento, podéis conocer más detalles del IPOD de mayo a través de la página oficial de COAG.