COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) acaba de publicar los datos relativos al Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) del pasado mes de junio. Según los resultados, parece que se mantiene la tónica de la contención de los márgenes que aplican los intermediarios, al menos en el mercado, porque en el campo los precios caen de forma espectacular, no es de extrañar la indignación de muchos agricultores. En esta ocasión el IPOD general ha vuelto a bajar y se ha establecido en un 4’26%, lo que supone una caída de 18 décimas respecto al mes de mayo y ya son dos meses consecutivos de bajada.
Lamentablemente y a pesar de la bajada, se siguen observando diferencias especulativas con algunos productos alimenticios, es el caso de la diferencia de precio de las cebollas que se sitúa en el 667%, recordemos que en el mes de mayo esta diferencia alcanzó el 983% y aunque se ha reducido, sigue siendo abusiva y la causa es la importación masiva de cebollas procedentes de terceros países, que ha provocado la caída del producto nacional.
En el campo, el precio de las cebollas se estableció en 0’15 euros por kilo, lo que supone una subida de tres céntimos respecto al mes de mayo, mientras en el mercado, el precio medio se estableció en 1’15 euros por kilo, 15 céntimos menos de lo que se pagó en mayo. A pesar de que son mejores datos, hemos tenido que pagar 7’67 veces el valor de las cebollas en el campo, por lo que se puede decir que se ha seguido especulando con este producto.
En segundo lugar en este ranking de las diferencias de precio especulativas se clasifican las lechugas con una diferencia porcentual origen/destino del 665%. Podemos comprobar que, aunque los datos han variado, encabezan la clasificación los mismos productos que en el indicador del mes pasado. En origen, el precio medio de las lechugas se estableció en 0’17 euros por kilo, el mismo precio que en el mes de mayo, y en el mercado, los consumidores pagamos una media de 1’30 euros por kilo, lo que supone una mínima bajada de dos céntimos. Estos datos muestran que hemos tenido que pagar 7’65 veces el valor de las lechugas en el campo, por lo que de nuevo se puede decir que es un producto sujeto a la especulación de los intermediarios.
En tercer lugar encontramos las berenjenas con una diferencia porcentual origen/destino del 655% (el mes pasado la diferencia era del 421%), este es uno de los productos alimenticios que ha iniciado ahora su escalada y supera la barrera imaginaria del 500%. En el campo, su cotización media se estableció en 0’27 euros por kilo, lo que supone una caída del precio de nada menos que 21 céntimos, y en el mercado los consumidores pagamos una media de 2’01 euros por kilo, lo que indica que el precio se redujo 49 céntimos respecto al mes de mayo. A pesar de la bajada en el mercado, hemos tenido que pagar 7’44 veces el valor del producto en origen.
En cuarta posición encontramos los ajos con una diferencia porcentual del 540%, como ya comentamos habitualmente, este es uno de los alimentos que nunca bajan del 500% de diferencia, es un habitual en los destacados del Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos. En el campo, el precio medio del kilo de ajos se estableció en 0’89 euros (5 céntimos menos que en mayo), y en el mercado el precio medio se estableció en 5’70 euros por kilo, el mismo precio que en mayo. Los datos muestran que en la trayectoria del campo a la mesa, el precio de los ajos se incrementó en 6’40 veces, para muchos resultará curioso que este alimento se mantenga siempre con una diferencia origen/destino por encima del 500%, no tiene mucho sentido.
El último producto que destaca por superar la barrera imaginaria del 500% es la sandía y no es algo que sorprenda, ya que se trata de una de las frutas estrella del verano y los especuladores suelen intentar “hacer el agosto”. En origen, el precio de la sandía se estableció en 0’19 euros por kilo, y la caída ha sido brutal ya que en mayo se pagaba a 0’60 euros el kilo a los agricultores. En el mercado, el precio medio se estableció en 1’21 euros por kilo, lo que supone una bajada de 51 céntimos respecto al mes de mayo, pero a pesar de este dato la diferencia porcentual origen/destino fue del 537%, lo que indica que hemos pagado 6’37 veces el valor de las sandías en el campo.
Es evidente que los más perjudicados son los agricultores, son quienes más han sufrido la especulación, para los consumidores no ha sido tan grave, ya que las bajadas de precio en el campo se han trasladado al mercado en la mayoría de productos. Esto no hace más que ahondar en la herida del tejido agroindustrial nacional, no es extraño que al final se abandonen cultivos por no resultar rentables. A través de la página oficial de la coordinadora de agricultores podréis conocer más detalles del IPOD de junio de 2020.