COAG acaba de dar a conocer los datos relativos al IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos) correspondiente al pasado mes de abril, recordemos que se trata de un indicador que nos proporciona una idea de la diferencia del precio existente entre lo que se paga por los alimentos en el campo y lo que los consumidores pagamos en el mercado. Esta diferencia nos informa sobre el margen que aplican los intermediarios y lo que se encarecen los alimentos en su trayecto del campo a la mesa.
El IPOD general se estableció en abril en el 4’90%, lo que supone un incremento de nada menos que de 57 décimas respecto al mes de marzo. Según los resultados, lo más significativo es la diferencia de precio de las cebollas del campo a la mesa, que alcanza el 1.743%, esto se debe a la importación masiva de cebollas procedentes de terceros países, destacando países como Sudamérica, Nueva Zelanda o Sudáfrica. Teniendo en cuenta el estado de alerta y la situación económica, los intermediarios deberían haber abogado por el tejido agroindustrial español, pero lamentablemente, es el beneficio económico lo que prevalece.
En origen el kilo de cebollas se cotizó a 0’07 euros, lo que ha supuesto una caída de 15 céntimos respecto al precio del mes de marzo, y en el mercado el precio medio se ha reducido en 10 céntimos, estableciéndose en 1’29 euros/kilo, hay que destacar que las cebollas predominantes en los lineales eran las de terceros países. Estos datos determinan que los consumidores hemos pagado 18’43 veces el valor de las cebollas en el campo, sin duda, el margen es exagerado, especulativo y denunciable, obligando a que se planteen políticas que regulen los precios y que sean más proteccionistas para preservar nuestro tejido agroindustrial.
De nada sirven las medidas que se aprobaron para modificar la ley de la cadena alimentaria y prohibir la venta a pérdidas, como ya apuntamos en su momento, no resuelven los problemas del campo, es necesario introducir medidas más proteccionistas, luchar directamente contra la especulación, legislar sobre los márgenes comerciales de los productos agroalimentarios, etc.
Volviendo a los datos del Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos del pasado mes de abril, el segundo producto destacado es el pepino con una diferencia porcentual origen/destino del 825%. En el campo, el kilo de pepinos se cotizó a una media de 0’20 euros, lo que supone una caída de 21 céntimos en el precio, y en el mercado el precio medio se estableció en 1’85 euros, es decir, 14 céntimos menos que en marzo. A pesar de esta reducción en destino, hemos pagado 9’25 veces el valor del pepino en el campo, otro caso de clara y exagerada especulación.
La tercera posición en este ranking de las diferencias de precio especulativas es para el repollo, cuya diferencia porcentual origen/destino se establece en un 807%. En origen, el precio medio por kilo se estableció en 0’14 euros, tres céntimos menos que en marzo, y en el mercado los consumidores pagamos una media de 1’27 euros por kilo, lo que supone una bajada de 23 céntimos, pero esta bajada no nos debe engañar, ya que al final hemos pagado 9’07 veces el valor del repollo en el campo.
El cuarto producto destacado en el IPOD son las lechugas con una diferencia porcentual origen/destino del 729%. En origen, el kilo de esta verdura se cotizó a una media de 0’17 euros, lo que supone una bajada de cuatro céntimos respecto al mes de abril, y en el mercado el precio medio se estableció en 1’41 euros por kilo, por lo que se aumentó el precio por kilo en 2 céntimos. Los datos reflejan que, en la trayectoria del campo a la mesa, las lechugas se han encarecido 8’29 veces, diferencia claramente abusiva.
Las alcachofas son el quinto producto destacado en el IPOD por superar la barrera imaginaria del 500%, con una diferencia porcentual campo/mesa establecida en un 638%. En el campo, el kilo de alcachofas se cotizó a 0’48 euros, lo que supone un aumento de 5 céntimos respecto al mes de marzo, y en el mercado, el precio medio se estableció en 3’54 euros por kilo, lo que supone un aumento de tres céntimos. Estos datos indican que hemos pagado 7’38 veces el valor de las alcachofas en el campo.
En sexto lugar se clasifican las mandarinas con una diferencia porcentual del 629%, el kilo de esta fruta se cotizó a 0’35 euros (2 céntimos más que en abril) en el campo, mientras que en el mercado el precio medio fue de 2’55 euros, mismo precio que en el mes de marzo. Estos datos reflejan que las mandarinas se han encarecido 7’29 veces en su viaje del campo a la mesa. El penúltimo producto destacado en este ranking son las berenjenas, cuya diferencia porcentual alcanzó el 597%. El precio por kilo en el campo se estableció en 0’36 euros, lo que supone una caída de 7 céntimos y en el mercado, los consumidores pagamos una media de 2’51 euros por kilo (1 céntimo más que en marzo), por lo que la interpretación de los datos muestra que hemos pagado 6’97 veces su valor en el campo.
El último producto destacado son los ajos cuya diferencia porcentual se estableció en el 522%. En origen, el kilo de ajos se cotizó a 0’91 euros (3 céntimos más que en marzo) y en el mercado el precio medio se estableció en 5’62 euros, lo que supone un aumento de 2 céntimos. Los datos muestran que hemos pagado 6’22 veces el valor de este producto en origen. Recordemos que COAG destaca algunos productos básicos de la cesta de la compra, pero no todos, hay otros productos que también han experimentado subidas de precio y en ello ha influido la pandemia de la Covid-19.
En fin, no se debe consentir que se desplome el precio de los productos agrícolas nacionales, es necesario poner freno a los movimientos especulativos cuanto antes. Podéis conocer más detalles del IPOD a través de la página oficial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos.