Según los resultados de una investigación realizada por expertos de la University College de Londres, la Universidad de Edimburgo y el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido, los terrenos de cultivo de todo el mundo se están quedando sin potasio, un nutriente clave y necesario para el crecimiento de las plantas. En última instancia, la deficiencia de potasio podría tener como consecuencia la imposibilidad de cultivar suficientes alimentos para abastecer a la humanidad y al ganado.
Los expertos comentan que la deficiencia de potasio es una amenaza para la seguridad alimentaria mundial y es que en la actualidad existe un grave desequilibrio entre la eliminación y la reposición de potasio en la industria agrícola mundial. Se trata de una situación que se puede revertir, en la investigación se identifican seis puntos que se deben tener en cuenta para salvaguardar el suministro de potasio y la producción de alimentos.
El potasio juega un papel clave en la producción de los cultivos, ya que se trata de un nutriente vital para el crecimiento de las plantas, participa en varios procesos bioquímicos y fisiológicos como la fotosíntesis, la resistencia al estrés, la transferencia energética, la síntesis proteica, etc. Se han realizado muchos estudios sobre los nutrientes en las plantas centrándose en el nitrógeno o el fósforo, pero se ha relegado a un segundo término al potasio a pesar de ser uno de los nutrientes esenciales de las plantas.
A nivel mundial, se extrae más potasio de las cosechas del que se añade a las tierras de cultivo en forma de fertilizantes agrícolas, se trata de un fenómeno insostenible que afecta a la fertilidad de los suelos. Los expertos comentan que alrededor del 20% de los suelos agrícolas del mundo se enfrentan a una deficiencia grave de potasio, y dependiendo de la región la deficiencia puede considerarse severa. Los investigadores explican que alrededor del 75% de los arrozales de China y el 66% del cinturón del trigo (The Wheatbelt) del sur de Australia no tienen suficiente potasio, y en otros países como la India la falta de potasio ya está causando una notable reducción del rendimiento de los cultivos.
El potasio generalmente se extrae de la potasa (muriato de potasa), un conjunto de compuestos de potasio y materiales que lo contienen. Se trata de un mineral similar a un cristal que se encuentra en capas de rocas subterráneas y cuyas reservas mundiales se concentran en unos pocos países. Esto quiere decir que la mayoría de países dependen de las importaciones y por tanto, sus sistemas agroalimentarios son vulnerables a la interrupción del suministro con las consecuencias que ello conlleva para la producción de alimentos.
El caso es que los agricultores necesitan reponer el potasio en sus campos de cultivo, elemento cuyo precio es muy volátil. Según explican los expertos como uno de varios ejemplos, en abril de 2022 su precio se incrementó en un 500% respecto al mismo mes del año anterior debido al aumento de la demanda de fertilizantes, la invasión de Ucrania, el aumento del coste del combustible y las energías, etc. Y aunque ahora han bajado un poco los precios, su volatilidad subraya la necesidad apremiante de fortalecer la agricultura contra crisis imprevistas, que provocan que los precios terminen disparándose. Basta con saber que Canadá, Bielorrusia y Rusia poseen alrededor del 70% de las reservas mundiales de potasa, junto a China, estos países dominan el mercado de los fertilizantes potásicos con el 80% de la producción mundial.
Según los resultados del estudio es necesario llevar a cabo seis acciones a fin de abordar las deficiencias de potasio del suelo para evitar las fluctuaciones del rendimiento, la volatilidad de los precios, el impacto ambiental y mejorar la seguridad alimentaria, los puntos son los siguientes:
1. Revisar las existencias y flujos actuales de potasio, ya que hasta la fecha no existe una evaluación global de las reservas de potasio del suelo, algo que identificaría a aquellos países y regiones que están en riesgo respecto a la producción de cultivos.
2. Dada la volatilidad del precio del potasio y su relación con el incremento del coste de los alimentos, es necesario mejorar en las predicciones de las fluctuaciones de los precios. Los investigadores explican que un plan internacional para informar sobre los recursos de potasio daría mejores datos.
3. Ayudar a los agricultores definiendo los niveles adecuados de potasio en cada zona de cultivo, esto se logra mediante evaluaciones locales que consideren aspectos como cuánto potasio había anteriormente en el suelo y qué cultivos se producían en esas zonas, aunque es probable que esa información anterior no se pueda obtener en algunas zonas. Posteriormente se podrían elaborar recomendaciones sobre fertilizantes específicos para el uso de los agricultores locales.
4. Evaluar los efectos ambientales siendo necesario sintetizar toda la evidencia disponible sobre el daño ambiental causado por la minería de la potasa y el posible aumento de los fertilizantes potásicos, analizando en especial cómo afecta a ríos y lagos. Otro aspecto a considerar es el uso de la polihalita (un mineral que contiene cuatro nutrientes esenciales: potasio, magnesio, calcio y azufre, y con un menor contenido de cloruro) como alternativa a la potasa.
5. Desarrollar una economía circular del potasio, ya que es posible reciclarlo y reutilizarlo. Los expertos comentan que crear una economía circular del potasio, significará capturar más potasio de las aguas residuales humanas y animales para agregarlo nuevamente a los cultivos y mantener la productividad. También es interesante la promoción de dietas con una menor huella del potasio que permitiría reducir la dependencia, aunque hay que decir que varios de los principales cultivos del planeta dependen del potasio.
6. Más cooperación entre los gobiernos de los países, de un modo similar a la que existe con el fósforo y el nitrógeno, los expertos comentan que se necesita un mecanismo intergubernamental que permita consolidar el conocimiento sobre el potasio, establecer objetivos acordados globalmente, así como cuantificar los beneficios económicos.
A medida que crece la necesidad de producir alimentos y que el fósforo y el nitrógeno ganan la atención mundial, el potasio no debe quedarse atrás, ya que la seguridad alimentaria y los ecosistemas saludables se ven amenazados por una mala gestión, por ello, una propuesta de resolución sobre el potasio es una futura asamblea ambiental de las Naciones Unidas como clave para la acción intergubernamental, donde se deberán sentar las bases para un cambio positivo y una gestión integrada de nutrientes que permitirá lograr objetivos globales.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la University College de Londres y en este otro publicado en la revista científica Nature.
Foto 1 | USDAgov
Foto 2 | James St. John
Foto 3 | Jordi Payà