Ayer se tenía que comunicar oficialmente la decisión tomada por el Comité de Apelación de la UE sobre el glifosato, como ya os comentamos aquí, no se ha logrado llegar a un acuerdo para renovar el permiso de uso del herbicida a pesar de que la CE lo ha intentado en varias ocasiones. En principio, el Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, debía informar ayer sobre los resultados del Comité de Apelación, así como de los pasos que se deberían seguir a partir del próximo 30 de junio, día en el que expira el permiso del uso del herbicida en suelo comunitario.
Pues bien, la decisión para la prohibición del glifosato se aplaza con la excusa del Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea). La UE considera prioritarias las consecuencias del Brexit y las utiliza como argumento de peso para aplazar la decisión sobre el controvertido herbicida más utilizado en suelo comunitario, sin ofrecer una nueva fecha para tratar esta cuestión. Esto quiere decir que, en teoría, el permiso estará vigente mientras no se comunique la resolución, lo que da un respiro a las empresas que elaboran el herbicida y a los agricultores que lo utilizan.
Desde finales del pasado año se ha estado hablando continuamente del futuro del glifosato, se han presentado varios informes avalando su inocuidad y poniendo en tela de juicio el informe que en su momento emitió el IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), clasificando a este herbicida como un producto probablemente cancerígeno. Se puede citar el informe presentado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) o el presentado por la OMS y la FAO, concretamente por el JMPR (Joint Meeting on Pesticide Residues). Estos informes favorables no han servido de mucho para lograr un consenso que permitiera renovar el permiso, e irremediablemente llega la fecha fatídica para los interesados.
Da la impresión de que las autoridades competentes parecen incapaces de tomar una decisión, aunque posiblemente lo que no quieren es tomarla, como ya ha demostrado la CE y otros organismos en reiteradas ocasiones, su intención es ampliar el permiso de uso del glifosato a pesar de que no exista consenso. De hecho, ha presentado las fórmulas que podrían lograr su aprobación, la última propuesta es la de dejar que el permiso expire y que los productores del herbicida pongan en marcha acciones legales contra la decisión. Nos podemos preguntar cómo es posible que la CE plantee este tipo de situaciones como una alternativa para lograr la aprobación si el permiso caduca y no se renueva, parece que la CE esté al servicio de los fabricantes del herbicida.
Para las organizaciones agrarias representadas por Copa-Cocega, la aprobación de esta sustancia debería ser competencia de la EFSA o del JMPR, algo lógico teniendo en cuenta que son favorables a sus intereses. Ahora, para estas organizaciones, empresas y la CE, llega un momento de respiro, un tiempo que utilizarán posiblemente para buscar el modo de cambiar la decisión y que se amplíe el permiso del uso del herbicida. El culebrón sobre el glifosato no ha terminado, el hecho de que se anuncie un aplazamiento sin dar una nueva fecha no tiene sentido.
Si accedemos a la página web de la Comisión Europea, a la del Parlamento Europeo o a la del Consejo de Ministros, comprobaremos que a pesar del Brexit se siguen tomando diariamente decisiones que no tienen nada que ver con la salida del Reino Unido de la UE, no se pueden paralizar algunos temas, sobre todo si el Brexit no influye en ellos. Por ello podemos imaginar que se ha encontrado la excusa perfecta para ganar tiempo y lograr el objetivo, renovar la licencia de uso del glifosato en suelo comunitario.
Aquí explican que 19 países estaban de acuerdo con la propuesta realizada por la CE para la renovación del uso del herbicida, eso representa algo más del 51% de la población, pero es necesario obtener una mayoría cualificada, por lo que se habría necesitado alcanzar un 65%. Aunque inicialmente se había descartado, cabe la posibilidad de que bajo algún mecanismo legal o con el pretexto del Brexit u otras cuestiones, se termine otorgando un permiso temporal para el uso de la sustancia, hasta que la ECHA (Agencia Europea de Sustancias Químicas) concluya la investigación que está realizando sobre la seguridad que ofrece, es decir, al menos un año más.
Foto | Global Justice Now