Los agricultores murcianos se enfrentan a la crisis de los pimientos verdes, no están dispuestos a tolerar más perdidas y no van a vender sus productos por debajo de 0,15 euros el kilo, además pretenden destinar millones de kilos de pimientos verdes a la alimentación ganadera para obligar a los intermediarios que paguen el kilo de pimientos verdes a 0,3185 euros, tal y como regula la Organización Común del Mercado del sector.
Así lo ha informado la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) de Murcia, los agricultores barajan cifras de pérdidas muy elevadas que rondan los 60 millones de euros. Dando un vistazo al IPOD de marzo, podemos comprobar que los pimientos verdes se pagaban en origen a 1,02 euros el kilo y los consumidores los comprábamos a 2,53 euros el kilo.
En el IPOD de abril se constataba una reducción significativa del precio que se pagaba en origen pasando de los 1,02 euros a 0,80 euros, los consumidores seguíamos pagando el mismo precio. En el IPOD de mayo se vuelve a rebajar significativamente el precio que los intermediarios pagan en origen por los pimientos, en este mes se establece en 0,38 euros y por el contrario, los consumidores llegamos a pagar más, a 2,57 euros el kilo.
Como podemos comprobar, parece que las temporadas de muchos alimentos no son nada favorables ni para productores ni para consumidores, a los primeros se les reduce el margen de beneficios significativamente y no se trasladan las rebajas a los consumidores. No tenemos los datos del IPOD del presente mes pero posiblemente reflejen que los pimientos verdes se pagan a los productores (o al menos lo intentan), por debajo de los 0,15 euros el kilo. La reivindicación está más que justificada, no tiene ningún sentido tal rebaja en los precios y parece que la mano de la especulación es la responsable.
Podemos citar otros productos con lo que ocurre lo mismo, basta con dar un vistazo a todos los IPOD que nos ha proporcionado COAG para darse cuenta de ello. La organización agraria denuncia que la Administración es pasiva y no intenta solucionar la situación, y esto puede repercutir en un incremento de las importaciones de pimientos de otros países y con la excusa de la crisis de los pimientos verdes, deberemos comprar pimientos que no son españoles. Como puntualización habría que decir que estos pimientos de importación son más baratos todavía con lo que el margen de beneficios de las empresas de distribución se incrementará significativamente.
Parece que sea como sea, siempre resultarán beneficiadas las cadenas de distribución, cada día se hace más necesaria una ley que regule este tipo de movimientos de mercado.
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