La Comisión Europea propone retrasar un año la aplicación del EUDR

Recientemente hablábamos del EUDR (European Union Deforestation Regulation), reglamentación cuya finalidad es garantizar que los productos importados por la UE no contribuyan ni a la deforestación ni a la degradación de los bosques. Comentábamos que resultaba sorprendente que grandes compañías alimentarias como Danone, Nestlé o Unilever, estaban preparadas para la aplicación del reglamento e incluso instaban a la UE a que lo aplicaran sin demora, pero también apuntábamos que quizá se aplazaría su aplicación.

Y así ha sido, hoy podemos saber que la Comisión Europea propone retrasar un año la aplicación del EUDR (Reglamento sobre la Deforestación), propuesta que se presenta tras la creciente presión de algunos gobiernos y sectores comerciales, que advierten sobre el caos global que podría producirse si no se otorga más tiempo para la implementación del EUDR. La CE propone una prórroga de 12 meses, extendiendo así la aplicación de la normativa para grandes empresas hasta el próximo 30 de diciembre de 2025, y un plazo de hasta el 30 de junio de 2026 para las pequeñas empresas.

Recordemos que el Reglamento sobre la Deforestación de la Unión Europea (EUDR) fue promulgado oficialmente en junio de 2023, se diseñó con el objetivo de eliminar la deforestación de las cadenas de suministro de productos que acceden al mercado europeo. Como ya explicábamos anteriormente, en este reglamento se imponen estrictos requisitos y se presta especial atención a aquellos productos asociados a la deforestación, como por ejemplo el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, etc.

Este reglamento surgió de un proceso extenso de consultas y negociaciones que culminó en diciembre de 2022 con un acuerdo entre las principales instituciones europeas y estableciéndose su entrada en vigor para diciembre de 2024. Pero a medida que se acercaba la fecha límite para la aplicación, la Comisión Europea ha ido recibiendo un gran volumen de peticiones por parte de gobiernos y empresas para que se retrase la reglamentación, ya que no están suficientemente preparados para cumplir con las exigencias de la nueva ley adecuando las cadenas de suministro. Hay que destacar que también se ha criticado la falta de claridad de la guía para la aplicación del EUDR.

Por tanto y ante tal avalancha de solicitudes, la CE ha decidido proponer el mencionado retraso, apuntando que el aplazamiento no modifica los objetivos ni las disposiciones fundamentales del reglamento, de este modo se adelanta a posibles peticiones para realizar determinadas modificaciones.

Desde la aprobación de la reglamentación del EUDR, diversos sectores de la industria, incluidas las del cacao y el aceite de palma, han tenido dificultades para garantizar una completa y correcta trazabilidad de sus productos, así como el cumplimiento de los estándares establecidos, de ahí la solicitud de la prórroga. A pesar de la fuerte oposición de algunas de las grandes compañías antes mencionadas, la Comisión Europea ha considerado necesario otorgar más tiempo para que se pueda realizar una transición más fluida.

La CE también ha publicado una guía adicional para ayudar a los operadores económicos a entender mejor las obligaciones de la nueva reglamentación, se trata de un conjunto de orientaciones que incluyen detalles sobre las sanciones, definiciones claves como «degradación forestal» y las obligaciones en materia de geolocalización y trazabilidad de las materias primas. Se espera que con esta guía complementaria se pueda realizar una interpretación homogénea de las disposiciones del reglamento.

La decisión de la CE no está exenta de controversia, varios grupos ambientalistas, como por ejemplo Mighty Earth, organización sin ánimo de lucro que trabaja para proteger los ecosistemas y promover la sostenibilidad, critican la medida de retrasar la aplicación del EUDR y que consideran un acto de «negligencia ambiental». La organización compara el retraso de la aplicación del EUDR con «tirar un extintor mientras un edificio se incendia», quizá es una exageración y por mucho que les moleste deberán aceptar los plazos.

Por otro lado, varios países productores y en especial aquellas regiones donde la deforestación es un problema crítico, han acogido con alivio la decisión, ya que esta prórroga les proporcionará un respiro para adaptar sus procesos productivos y asegurar que pueden cumplir con los estrictos estándares europeos sin poner en riesgo sus economías. Podéis conocer todos los detalles de la ampliación del plazo a través de este artículo publicado en la página de la Comisión Europea.

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