Hace unos meses la UE adoptó una directiva contra las prácticas comerciales desleales a fin de proteger a agricultores y pequeños proveedores. En esta nueva reglamentación se prohíben las cancelaciones de última hora, los cambios unilaterales o retroactivos de los contratos, la morosidad en el pago de productos alimenticios perecederos, etc. Se trata de normas que prohíben las prácticas injustas a fin de proteger a todos los operadores de la cadena de suministro de alimentos, cuyo volumen de negocio sea inferior a 350 millones de euros, algo que también se aplica a los proveedores no comunitarios.
Pero quedaban aún temas pendientes, como aumentar la transparencia de los precios en la cadena de suministros alimentarios, algo que ahora ha propuesto la Comisión Europea. Las medidas propuestas pondrán a disposición de los interesados información crucial sobre cómo se determinan los precios, de este modo se podrán llevar a cabo mejores decisiones comerciales, así como la mejora de la confianza en el trato justo entre los distintos eslabones de la cadena de suministro de alimentos. Esta nueva propuesta abarcará al sector de las frutas y hortalizas, del aceite de oliva, de los cultivos herbáceos, de la carne, de los lácteos, de los huevos y del azúcar.
La CE comenta que, aunque existe una gran cantidad de información sobre la evolución de los mercados agrícolas, los precios, el volumen de producción y las existencias, apenas hay información sobre otros mercados clave en la cadena agroalimentaria. Pero esto ya lo sabe desde hace mucho tiempo, parece que haya estado dando largas y mareando la perdiz durante años hasta que finalmente se ha visto forzada a empezar a tomar medidas, a pesar de que ahora manifieste que esta ha sido una de sus principales preocupaciones. Decimos esto porque es un tema del que se ha hablado durante años, tanto en la CE como en el Parlamento Europeo.
Se puede citar la propuesta de la legislación contra el abuso en el precio de los alimentos de 2010, la declaración de la Unión Europea en 2014 de querer proteger a las empresas alimentarias pequeñas, la consulta pública de la CE de 2017 sobre cómo construir una cadena de suministros de alimentos más justa, invitando a participar a agricultores, ciudadanos y otras partes interesadas, etc. Por fortuna, tras varios años, al fin se han empezado a adoptar normas de protección, y a las nuevas normas ahora se suma una de las reivindicaciones a la que se le debería haber dado la máxima prioridad, la de conseguir total transparencia de los precios en la cadena de suministros.
En definitiva, tras la entrada en vigor de las reglas de la política agrícola de la UE más simplificadas y la prohibición de las prácticas comerciales desleales, se plantea una tercera medida para mejorar la imparcialidad en la cadena de suministro de alimentos a través de la transparencia de los precios en toda la cadena alimentaria. Con ello se pretende acabar con la gran desventaja que los agricultores tenían en el mercado, algo que, como ya hemos comentado, se lleva reclamando desde hace varios años.
La CE comenta que estas medidas que fortalecen la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos ha sido una prioridad, pero creemos que si los grupos de presión no hubiesen forzado las medidas, probablemente no se habrían adoptado. En todo caso, son medidas bien recibidas por los agricultores y también por los consumidores, ya que encuestas realizadas anteriormente mostraban que una gran mayoría de consumidores se solidarizaban y creían necesario fortalecer el papel de los agricultores en la cadena de suministro.
Ahora, la propuesta está sujeta a un periodo de consulta pública de cuatro semanas, y si no surgen inconvenientes, se pondrán en marcha seis meses después de que sean adoptadas. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la página de la Comisión Europea.