La Comisión Europea ha presentado el ‘Código de conducta responsable para prácticas de marketing y negocios alimentarios‘, con el propósito de mejorar la salud de los ciudadanos, la sociedad y el planeta en general. Se trata de una medida con muy altas expectativas enmarcada en la ‘Estrategia de la Granja a la Mesa‘, de hecho, Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, cree que puede ayudar significativamente a la transición hacia un sistema alimentario sostenible.
En la práctica, el código forma parte de los esfuerzos que realiza la Unión Europea para aumentar la disponibilidad y asequibilidad de las opciones alimentarias saludables y sostenibles. Se supone que las grandes corporaciones y asociaciones industriales que han firmado el documento, están preparadas para desempeñar su papel contribuyendo a la transformación de los actuales sistemas alimentarios.
La Comisión Europea asegura que se trata de una solución que cambia las reglas del juego, ya que impulsa a todos los que operan en la industria alimentaria a seguir un camino común, pero para que el código sea un éxito, es necesario demostrar una contribución a la sostenibilidad ambiental, sanitaria y social de los sistemas alimentarios, a la vez, se debe garantizar la sostenibilidad económica de la cadena alimentaria europea. El código cuenta con el respaldo de compañías como Coca-Cola, Nestlé, PepsiCo, etc., y sobre la mesa están temas como la reducción de los azúcares añadidos, la reducción de los gases de efecto invernadero y emisiones contaminantes, o el bienestar animal entre otras cuestiones. Estos compromisos en principio ofrecerán resultados que serán medibles, aunque no se aclara el porcentaje de reducción y el tiempo.
Desde la Comisión Europea se lanza el mensaje de que la sostenibilidad necesita que todos se pongan manos a la obra y que todos podemos hacer más colectivamente, da la impresión de que ahora se quiera abanderar algo de lo que se ha huido durante años, pero más vale tarde que nunca. En el código se adopta un enfoque conjunto entre el Gobierno de la UE y la industria, persiguiendo además de lo comentado un enfoque hacia la economía circular en temas tan importantes como, por ejemplo, el plástico. La CE explica que quiere alcanzar la circularidad total de los envases plásticos para el año 2030, meta en la que deben participar activamente los gobiernos de los estados miembros y, por supuesto, la industria del plástico, aunque hay que desarrollar una infraestructura adecuada para respaldar sus esfuerzos.
La FDE (FoodDrinkEurope), confederación de la industria alimentaria de la UE que aglutina varias asociaciones nacionales relacionadas con la industria de los alimentos y las bebidas, declara que es defensora de la armonización en el mercado único, por lo que aprovecha la presentación del código para exponer los beneficios de un enfoque unido en todo el bloque. Argumenta que existe mucha fragmentación en el mercado único que merma los esfuerzos de sostenibilidad de las empresas, este es el discurso de ahora, muy distinto del realizado tiempo atrás, cuando se quejaba de los planes para la reducción del azúcar añadido, por ejemplo.
El ‘Código de conducta responsable para prácticas de marketing y negocios alimentarios’ representa un compromiso a través de tres pilares principales para la sostenibilidad, que son los impactos ambientales, sociales y económicos, siendo necesario que se alcance equidad entre ellos. Sin embargo, la definición de sostenibilidad es cuestionada por algunos operadores, como los agricultores y las cooperativas agrícolas europeas, ya que dicen que el código no refleja que existan varios grados de sostenibilidad, aseguran que han trabajado en ella durante muchos años (esto es difícil de creer) y que han producido alimentos de alta calidad de manera sostenible. También reclaman cambios en la directiva de prácticas comerciales desleales, ya que no se abordan temas como el comportamiento ético en las relaciones entre empresas, algo que debería estar integrado en el código.
Al final podemos pensar que se trata de una puesta en escena, ya que el código es una iniciativa voluntaria y ya sabemos qué ocurre con este tipo acciones, lo que realmente ofrece resultados son las medidas que se enmarcan en la legislación, la transformación que se muestra en el código no será realidad si no se convierte en algo vinculante. Para profundizar sobre el código y conocer todo lo que se ha abordado hasta la fecha, os recomendamos acceder a esta página oficial de la CE.
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