Los restaurantes en los museos, igual que en los hoteles, actualmente son un servicio al que se le da casi la misma importancia que a la actividad principal, es por ello que uno de los principales museos de la Ciudad Condal cuenta ya con el asesoramiento gastronómico de una de las mejores cocineras del país, de ahí que hablemos de que la cocina de Fina Puigdevall llega a Barcelona, pues va a dirigir los fogones del restaurante del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC, Museo Nacional de Arte de Cataluña), el Restaurante Òleum.
Recordemos que Fina Puigdevall, propietaria y chef del Restaurante Les Cols de Olot (Girona), reconocido con 2 estrellas Michelin, también lleva la dirección gastronómica del restaurante del Hotel Mas de Torrent de Girona desde hace más de un año, donde ofrece su filosofía de cocina del paisaje, de la estacionalidad y de los alimentos no viajados, siempre compartida con su jefe de cocina Pere Planagumà.
El Restaurante Òleum se encuentra en el antiguo Salón del Trono del Palau Nacional, dispone de 230 m2 de superficie y capacidad para 140 comensales en mesa. Este espacio, desde el que el Rey Alfonso XIII inauguró la Exposición Internacional de 1929, tiene unos amplios ventanales y ofrece unas magníficas vistas de Barcelona, que al parecer, enamoran más de noche.
Fina Puigdevall y su equipo se han inspirado en las obras del Museo Nacional de Arte de Cataluña para crear una serie de platos que se ofrecen tanto a la carta como a través de dos menús degustación, el Menú Románico y el Menú Modernismo. De hecho, el comensal recibe una tableta al sentarse en la mesa en la que puede contemplar la imagen de la obra junto a la del plato que va a degustar.
Además, la cocina de la chef catalana en el Restaurante Òleum mantiene su filosofía, definida como una cocina sin artificios que se fija en su entorno, en el paisaje, es sobria pero esencial, humilde y auténtica. El Menú Románico es ‘una evocación a este movimiento artístico, a la simplicidad de sus formas, a la intensidad de sus colores, con un aura de espiritualidad’. Es un menú corto, se compone de cuatro platos, entre los que se encuentran el Huevo fresco del día, mayonesa y atún, los Vegetales en tempura de carbón y romesco, cebolleta, ajo tierno y espárrago, el Marinado vegetal, col lombarda, patata morada y patatas volcánicas, y la Remolacha, crema y helado de yogur.
El menú largo es el Modernismo, lo definen así: ‘Inspirado en el dinamismo y la sinuosidad de las formas de este movimiento artístico, con motivos vegetales que evocan la naturaleza y la expresividad de sus colores’. Este menú se compone de ocho platos, entre ellos, la Terrina de verduras que evoca el mosaico modernista, el Canelón de carne del asado, el Bacalao con brandada, pil-pil, espinacas, uvas, pasas y piñones, el Pollo de corral asado, el Sol de zanahoria…
Podéis conocer los menús y la carta al completo a través de la web del restaurante, veréis que se incluye una carta de vermuts catalanes, y para acompañarlos, no faltan las tapas o platillos, tales como los embutidos de La Garrotxa, la Coca de vidre, las croquetas, las patatas fritas, los quesos e ibéricos…
Sin duda, visitar el MNAC tiene un aliciente más, sobre todo para los amantes de la gastronomía, del mismo modo que es más que probable que gracias al Restaurante Òleum y a su nuevo asesoramiento gastronómico, el museo gane visitantes.
Fotos | MNAC y Les Cols