Hace unas semanas podíamos saber que un chef coreano demandaba a Michelin por haber incluido su restaurante en la Guía Michelin Seúl, a pesar de haber estado solicitando a los responsables de la guía roja que no fuera incluido. Para el chef se trataba de un “insulto”, algo que se considera un delito en la legislación coreana y le ha permitido que pueda llevar a cabo las acciones legales oportunas.
Ahora, una chef de un restaurante coreano demanda a Michelin por una supuesta compra de estrellas, Yun Kyoung Suk, chef y propietaria del restaurante Yunga-Myunga, asegura que se negó a pagar 50 millones de wones (casi 38.000 euros) a un supuesto agente de Michelin llamado Ernest Singer. La chef alega en su denuncia fraude e intento de extorsión, parece ser que el dinero serviría para que apareciera con estrellas en la guía, además de cubrir los gastos de transporte y alojamiento de los inspectores.
Según la cocinera, tenía la intención de abrir un nuevo restaurante en Corea del Sur en 2014, Michelin se puso en contacto con ella y le comentó que lo hiciera antes de noviembre de ese año, que se asegurase de que el restaurante se presentara como un establecimiento tradicional, y que cumpliera con las directrices y requerimientos que le garantizarían las tres estrellas. La razón es que un restaurante que ha estado abierto al público durante seis meses antes de que se edite la guía, puede ser evaluado, pero los restaurantes que trasladan su ubicación no son calificados.
En un primer momento agradeció lo que interpretó como consejos, ya que de dinero no se había hablado de momento, pero este escenario optimista cambió radicalmente cuando se habló del dinero y la cocinera se negó a pagarlo. Parece ser que su negativa ha provocado, además, que su restaurante no aparezca en la guía. Michelin ha contestado advirtiéndole que estaba perjudicando seriamente su reputación e imagen, así como a los restaurantes que aparecen en la guía. Afirma que no se dedica a actividades de consultoría, no pide dinero a cambio de las estrellas, y asegura que Ernest Singer no tiene relaciones contractuales con Michelin.
Michelin aclara que se ha reunido con Ernest Singer, que ha sido un importador de vino en Asia durante más de 30 años, del mismo modo que se reúne con otras personas relacionadas con la industria alimentaria, que suele ser habitual. También ha anunciado que estudia emprender acciones legales contra la chef, pero parece que este anuncio no ha hecho rectificar a Yun Kyoung Suk, que tiene muy claro que va a seguir hasta el final. La cocinera asegura que lo mencionado por Michelin en su momento, que quería jugar un papel importante en la globalización de la comida coreana, es simplemente un fraude.
Yun Kyoung Suk quiere total transparencia y para ello, considera que Michelin debe demostrar que sus inspectores han visitado los restaurantes (hablando de los Bib Gourmand) y que han pagado sus comidas. Comenta que necesita saber si los inspectores cumplen con su deber de forma adecuada, si la guía roja muestra todos los recibos de las comidas realizadas, los viajes en avión y el alojamiento durante sus inspecciones, toda controversia relacionada con la selección estaría cerrada. Lo que no se entiende es que hable de una supuesta extorsión para poder tener tres estrellas y que después hable de los restaurantes Bib Gourmand, hay que tener en cuenta que cabe la posibilidad de que Ernest Singer actuara por libre y quisiera llevar a cabo una estafa, pero también cabe la posibilidad de que la chef esté mintiendo y tenga los ánimos crispados por no haber obtenido las ansiadas estrellas.
La chef Yun Kyoung Suk se pregunta quién dio a Michelin la autoridad para evaluar los restaurantes locales que son honrados y amados por muchas clientes. Lo cierto es que la pregunta no tiene mucho sentido, como sabemos, la Guía Michelin se hace para un público, no para los dueños de los establecimientos. Parece evidente que existe cierto malestar por la presencia de la guía en Corea del Sur, ya que desde que se lanzó la primera edición se han sucedido los problemas, recordemos que en 2017 la guía fue acusada de aceptar pagos de la Organización de Turismo de Corea para promocionar los restaurantes, también se ha acusado de tener errores de ortografía, falta de precisión en las reseñas, etc.
En fin, veremos cómo se resuelve la polémica, si Yun Kyoung Suk no tiene pruebas, difícilmente su denuncia prospere. Podéis conocer los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en el periódico digital Korea Times.