Recientemente, la Agencia de Normas Alimentarias de Singapur dio luz verde a la regulación de la carne picada de pollo procedente del cultivo celular de la empresa Eat Just, por lo que el país se convirtió en el primero del mundo en aprobar este tipo de nuevos alimentos. Como ya comentamos, esta primera concesión regulatoria se ha visto como un gran avance por una buena parte de la industria alimentaria mundial, pero no es una noticia que haya agradado a todo el mundo.
Es el caso de Julien Denormandie, Ministro de Agricultura francés que ha mostrado su postura contraria a este tipo de carne a través de la red social Twitter. Sus palabras no dejan lugar a dudas, “¿Es esta realmente la sociedad que queremos para nuestros hijos? Yo no. Lo digo claro: la carne proviene de la vida, no de los laboratorios. ¡Cuente conmigo para que en Francia la carne siga siendo natural y nunca artificial!”
Eat Just manifestó que el éxito conseguido en Asia abriría las puertas en Europa para sus productos y los de otras empresas que también trabajan en el desarrollo de la carne a base de células, pudiendo comercializar su carne de pollo como ingrediente para la elaboración de alimentos como los nuggets. Pero parece evidente que no será algo tan sencillo, no todos los países de la UE aceptan este tipo de productos y ven de forma negativa la regulación aprobada en Singapur.
Como cabría esperar, el tuit del ministro francés ha provocado un acalorado debate, ha recibido muchos comentarios y se ha compartido cientos de veces. Algunas asociaciones como Agriculture Cellulaire France, cuyo objetivo es informar y estimular el debate y la reflexión sobre la denominada agricultura celular, no comparte en absoluto la opinión de Julien Denormandie. Esta asociación ha respondido al ministro comentando que sería una pena rechazar con esa rotundidad un método de producción alimentaria innovador, que facilitaría a Francia competir en el segmento de las proteínas alternativas.
https://twitter.com/J_Denormandie/status/1334185810074234882?ref_src=twsrc%5Etfw
Agriculture Cellulaire France apuesta por el desarrollo de esta tecnología en suelo francés, algo que garantizaría la calidad de los alimentos producidos. A esto se suma la convicción de que con esta tecnología se resolverían muchos de los problemas asociados a la producción industrial de animales, contaminación, gasto energético, uso de tierras y agua, emisión de gases de efecto invernadero, etc. Para algunos, el tweet del ministro es interpretado como un paso atrás en el campo de la tecnología alimentaria, afectando especialmente a quienes trabajan en la investigación y desarrollo de la carne de cultivo celular, pero otros consideran que no hay que hacerle mucho caso.
La asociación Agriculture Cellulaire France comenta que la postura del ministro no es vinculante, se trata de una opinión personal y no afectará al presente o futuro de esta tecnología alimentaria en Francia. De hecho, y dándole un poco la vuelta a las palabras del ministro, esta asociación sugiere que el tuit puede insinuar una falta de comprensión sobre la tecnología de la agricultura celular, algo que debería remediarse en favor de los potenciales beneficios que ofrece a la sociedad este tipo de nuevos alimentos.
Gourmey, empresa francesa que anteriormente se denominaba Suprême y que trabaja en la producción de foie gras de cultivo celular, realiza una labor en esa línea informativa, fomentando a nivel gubernamental una mayor conciencia y comprensión de la agricultura celular, como primer paso importante para el futuro de la comercialización de diferentes carnes obtenidas a partir del mencionado cultivo. Es evidente que el debate no ha hecho más que empezar, probablemente expresen su opinión otros ministros comunitarios, pero parece difícil que quienes estén en contra puedan frenar esta nueva tecnología que, según varios estudios, aporta muchos beneficios.
Podéis conocer más detalles de la noticia en la cuenta de Twitter del ministro y a través de este artículo publicado en Food Navigator.