La carne de cultivo celular debe adaptarse a las creencias religiosas y culturales para su éxito comercial

La carne de cultivo celular debe adaptarse a las creencias religiosas y culturales para su éxito comercial, lo que implica abordar desafíos que van más allá de los aspectos técnicos o regulatorios. Este enfoque estratégico ya ha demostrado su eficacia en mercados como Israel y Singapur, donde las certificaciones kosher y halal han incrementado la confianza y la aceptación de esta carne por parte de los consumidores.

Carne de cultivo celular con certificación Halal

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la carne de cultivo celular se considera una de las mayores innovaciones en la industria alimentaria, de hecho, está transformando el modo en el que entendemos la producción alimentaria. Sin embargo, para alcanzar una aceptación masiva y su éxito comercial debe adaptarse a las creencias religiosas y culturales, además de a las expectativas éticas de los consumidores.

Se trata de un desafío que va más allá de la resolución de problemas técnicos y regulatorios de la carne de cultivo, siendo necesario comprender las necesidades y sensibilidades de los diferentes mercados globales. En mercados como el de Israel, donde una buena parte de la población sigue la dieta kosher (término que procede del yidish (judío o hebreo), que significa que es puro o apto y que es parte de los preceptos del judaísmo), la certificación religiosa ha demostrado ser un factor estratégico.

Algunos expertos como Ziva Hamama, jefa de Gestión de Riesgos Alimentarios del Ministerio de Salud de Israel, comenta que aunque no existe un requisito legal para que los alimentos sean kosher, muchas empresas del sector optan por obtener esta certificación a fin de incrementar su atractivo comercial. Como ejemplo se puede citar SuperMeat, cuya carne de pollo de cultivo celular ha obtenido la certificación kosher y con ello se ha ganado la confianza de los consumidores religiosos.

En países como Singapur, actual líder de la comercialización de carne cultivada, la atención se centra en la certificación halal, algo esencial para atender a la población musulmana local y regional. La experta en sostenibilidad Dewi Suratty apunta que las autoridades han emitido una fatwa (pronunciamiento legal emitido por un erudito islámico o un consejo religioso autorizado) que declara la carne cultivada como halal bajo determinadas condiciones, como el uso de células de animales halal, seguir un proceso de producción acorde a las normas islámicas y garantizar la seguridad del producto final. Esta estrategia no sólo refuerza la confianza de los consumidores musulmanes que representan el 25% de la población mundial, también marca un precedente para otros países interesados en el desarrollo de esta industria.

Producción de carne de cultivo

Sensibilidades culturales y percepción pública de la carne de cultivo celular

Además de las certificaciones religiosas, la aceptación de la carne de cultivo está profundamente influenciada por factores culturales y sociales. Algunos estudios recientes han identificado siete factores clave para su aceptación, incluyendo la percepción de los riesgos y los beneficios, la conciencia pública, las preocupaciones éticas y ambientales, los factores personales, las emociones asociadas, las propiedades organolépticas del producto y la disponibilidad de alternativas a la carne tradicional.

Los consumidores con mayor conciencia ética y ambiental tienden a ser más receptivos a este tipo de productos, ya que ven en ellos una solución al impacto negativo que tiene la ganadería intensiva. Sin embargo, algunas investigaciones también concluyen que la mera existencia de beneficios ambientales no es suficiente para superar las preocupaciones sobre la naturalidad, el sabor y la seguridad percibida de la carne de cultivo. Por ejemplo, los consumidores esperan que el producto sea saludable y libre de sustancias químicas, además de que sea éticamente producido. En este contexto, la educación pública y la transparencia informativa son esenciales, los consumidores necesitan entender cómo esta tecnología puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar el bienestar animal y reducir el gasto de recursos, pero la realidad es que la falta de información sencilla y transparente sigue siendo un obstáculo importante para su aceptación.

Citando de nuevo países como Corea del Sur, donde la carne de cultivo celular aún está en etapas iniciales, se están desarrollando regulaciones específicas para garantizar la seguridad y calidad de estos productos. El gobierno está invirtiendo en iniciativas como el Gyeongbuk Technopark, diseñado para fomentar la colaboración entre empresas y académicos, para así superar los desafíos regulatorios a los que se enfrentan las startups del sector. Por otro lado, hay que recordar que actualmente está creciendo la preocupación en Singapur por el consumo de carne de cultivo celular.

Un obstáculo recurrente a nivel mundial es la discrepancia entre la velocidad de los avances tecnológicos y la capacidad de los reguladores para adaptarse a esos avances. Esto no sólo ralentiza el acceso de las empresas al mercado, también genera incertidumbre entre los consumidores. Y es obligado citar algunas cuestiones como el etiquetado y el uso de la terminología adecuada, que siguen siendo áreas críticas que necesitan atención para garantizar que los consumidores entiendan qué es lo que están comprando y consumiendo.

El papel del consumidor en el futuro de la carne cultivada

Carne de pollo de cultivo celular

A pesar de los avances tecnológicos y la creciente inversión en la industria, el futuro de la carne cultivada depende en gran medida de la actitud del consumidor. Investigaciones de universidades finlandesas y australianas han determinado que la falta de conocimiento y el escepticismo sobre la seguridad y naturalidad de estos nuevos alimentos, son barreras importantes para la aceptación. Esto sugiere que las empresas deben centrarse en el desarrollo de un producto tecnológicamente viable, pero también deben trabajar para educar a los consumidores y ganar su confianza.

Sabemos que el comportamiento alimentario internacional juega un papel importante, muchos consumidores son conscientes de los problemas que se asocian a la ganadería intensiva, pero no están dispuestas a cambiar drásticamente su dieta. Se asegura que la carne cultivada ofrece una alternativa que permite disfrutar del sabor y la experiencia de comer carne sin los impactos negativos asociados con la ganadería tradicional, algo que por ahora no termina de convencer a nivel general.

La realidad es que el avance de la carne de cultivo es imparable, ya está en la mesa de los consumidores de tres mercados, Singapur, Estados Unidos y Hong Kong, y no pasará mucho tiempo para que esté disponible en otros mercados, recordemos que el interés y las inversiones en este sector no dejan de crecer, ya que las empresas ven en esta industria una oportunidad para diversificar y liderar el cambio hacia una producción más sostenible.

Algunos expertos y críticos advierten sobre la creciente dependencia de los consumidores de estas corporaciones, ya que controlan los métodos de producción, los precios y las normas del mercado, de ahí que los defensores del medio ambiente y el bienestar animal apuesten por una reducción general del consumo de carne como alternativa a una dependencia exclusiva de soluciones tecnológicas.

Como dicen aquí, no hay duda de que la carne cultivada tiene el potencial de revolucionar el sistema alimentario global, pero como hemos comentado, para conseguirlo se deben integrar factores éticos, culturales y religiosos en su desarrollo. Sólo a través de un enfoque inclusivo, que considere las necesidades de los consumidores y sus sensibilidades, se podrán superar los desafíos a los que se enfrenta y convertirse en una solución que sea transformadora y efectiva para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria mundial.

Foto | Depositphotos

Gastronomía y Cia - Mar Gavilán y Javier Muniesa

Mar Gavilán y Javier Muniesa

En 2005, fundamos el primer blog gastronómico colaborativo en España, que rápidamente se convirtió en un referente en el ámbito gastronómico. En 2008, dimos un paso adelante y creamos Gastronomía & Cía de manera independiente. Para nosotros, ha sido un sueño hecho realidad combinar nuestras pasiones por la gastronomía, la creatividad y la divulgación. Ahora nuestro objetivo es inspirar, informar, deleitar y conectar con todos los entusiastas de la cocina.

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