La canela puede mejorar el control de la glucosa en sangre en personas obesas o con sobrepeso que tienen prediabetes

Según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California (UCLA), la canela puede mejorar el control de la glucosa en sangre, especialmente en personas obesas o con sobrepeso que tienen prediabetes. Los expertos comentan que si bien en algunos estudios anteriores se demostró que la canela podía reducir la glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2, otros estudios no proporcionaron resultados significativos.

También apuntan que incluso aquellos estudios que arrojaron un resultado positivo, fueron inconsistentes en términos del grado de efecto y otros factores, y por esta razón, se planteó realizar un nuevo estudio que pudiera arrojar conclusiones más consistentes sobre los beneficios de la canela. En este estudio se llevó a cabo un ensayo cruzado, aleatorio y controlado de doble ciego (ni investigadores ni sujetos del estudio tienen conocimiento del tratamiento, hasta que no se ha acabado el ensayo) con 19 participantes con prediabetes diagnosticada.

Los participantes siguieron una dieta beige baja en polifenoles (alimentos con alto índice de carbohidratos simples), asignándoles aleatoriamente una cápsula que contenía canela de Indonesia (4 gramos al día) o un placebo a lo largo de cuatro semanas. Posteriormente, durante las dos semanas siguientes siguieron una fase de lavado (tiempo necesario para eliminar la influencia de un tratamiento previo). En las cuatro semanas siguientes se proporcionó la cápsula de canela a los que recibieron placebo, y un placebo a los que habían recibido la cápsula de canela en la primera etapa del estudio.

Durante todo el tiempo del ensayo se monitoreó el nivel de glucosa en sangre de todos los participantes mediante el sistema de monitorización flash (flash), que está indicado para medir los niveles de glucosa en el líquido intersticial. Además, se midieron las concentraciones de insulina, péptido C, glucagón, polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP), péptido similar al glucagón-1 y triglicéridos. Los investigadores registraron el peso, el IAMC y la presión arterial.

Según los resultados obtenidos, quienes tomaron el suplemento de cuatro gramos de canela experimentaron una reducción de la concentración de glucosa, en comparación con los participantes que tomaron el placebo. También se constató que se redujo la concentración de triglicéridos y glucagón.

Los investigadores comentan que este efecto reductor de la glucosa puede explicarse por los compuestos únicos de la canela, así como por su alto contenido de polifenoles como el cinamaldehído o las proantocianidinas, entre otros. Los polifenoles tienen un efecto antiinflamatorio, mejoran la sensibilidad a la insulina activando el receptor por varios mecanismos, incluido el aumento de la autofosforilación y de la síntesis y activación del receptor del transportador de glucosa, todo un mecanismo que puede resultar beneficioso en la diabetes y en relación a la sensibilidad a la insulina.

De todos modos queda mucho por investigar, ya que los expertos explican que se desconocen los compuestos bioactivos específicos de la canela que son responsables de los efectos mencionados. Hay que destacar que el estudio tiene algunas limitaciones, como el número reducido de participantes o que sólo se incluyeron en el ensayo personas con obesidad y prediabetes, por lo que los resultados no se pueden generalizar a personas con menor grado de intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina. Se anuncia que se seguirá investigando sobre la capacidad de la canela.

Pero, a pesar de que se ha trabajado con una muestra relativamente pequeña, se han obtenido datos con suficiente poder estadístico para detectar una diferencia significativa entre las intervenciones realizadas con la canela y el placebo. A la espera de nuevas investigaciones que profundicen más en el tema, se sugiere que agregar canela la dieta diaria puede tener efectos glucémicos beneficiosos en la prediabetes.

Podéis conocer más detalles de la investigación a través de la UCLA y a través de este artículo publicado en la revista científica The American Journal of Clinical Nutrition.

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