La agricultura ecológica ha sido considerada por algunos investigadores como una forma ineficaz para poder producir alimentos y garantizar la seguridad alimentaria mundial, sin embargo, el mercado de los alimentos y bebidas ecológicas, es el segmento que crece con mayor rapidez en la industria alimentaria, incluso en los tiempos de crisis económica ha seguido creciendo. Algunos investigadores consideran que es más respetuosa con el medio ambiente, más rentable, y ofrece alimentos más nutritivos y libres de productos químicos, en comparación con la agricultura convencional. Pero existen importantes barreras que impiden que los agricultores se vuelquen en la agricultura ecológica, por lo que es necesario favorecer las políticas que permitan su desarrollo y aplicación.
Hoy conocemos un estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Washington (Estados Unidos) en el que se concluye que la agricultura ecológica es clave para una alimentación mundial sostenible, aseguran que es posible alimentar a la creciente población mundial cumpliendo los objetivos de la sostenibilidad. Para llegar a esta conclusión se han revisado y analizado cientos de estudios, proporcionando la evidencia de que la agricultura ecológica puede producir lo suficiente, proteger y mejorar el medio ambiente, ofrecer más seguridad a los trabajadores del campo, y además ser rentable.
El estudio titulado “La agricultura orgánica en el siglo XXI” ha sido desarrollado por los científicos David Crowder (profesor de entomología) y John Reganold (profesor de ciencias del suelo y agroecología). Se trata del primer estudio en el que se ha analizado la documentación científica sobre las comparativas entre la agricultura ecológica y la agricultura convencional de los últimos 40 años utilizando cuatro criterios fundamentales, productividad, economía, medio ambiente y bienestar de la población.
Según explican los expertos, cientos de estudios científicos avalan que la agricultura ecológica debe desempeñar un papel importante en la alimentación mundial, comentan que hace tres décadas apenas existían estudios sobre la comparativa antes citada, pero durante los últimos 15 años el número de estudios se ha disparado, lo que prueba que es un tema de interés para la comunidad científica.
A pesar del rápido crecimiento que experimenta la agricultura ecológica, lo cierto es que actualmente sólo representa un 1% de la agricultura a nivel mundial, es por ello que los investigadores consideran que existe espacio suficiente para que la agricultura ecológica se expanda ofreciendo beneficios ambientales, económicos y saludables. Los críticos han sostenido durante mucho tiempo que la agricultura orgánica es ineficiente debido a que necesita más tierra para poder producir la misma cantidad de alimento, pero en la investigación se describen casos en que el rendimiento de los cultivos ecológicos puede ser más elevado que el de los cultivos convencionales.
Los investigadores explican que en condiciones de sequía extrema, algo que se espera que aumente como consecuencia del cambio climático, las granjas que se dedican al cultivo ecológico tienen la capacidad de tener un alto rendimiento gracias a la mayor capacidad de retención de agua de los suelos ecológicos. Apuntan además que en condiciones de menor rendimiento, la agricultura ecológica es más rentable, ya que los consumidores están dispuestos a pagar más por los alimentos. Unos precios más elevados de los alimentos ecológicos están justificados como un modo de compensar a los agricultores por la prestación de servicios que realizan al medio ambiente. En este caso podemos pensar que los expertos patinan, puede que sea rentable para los agricultores, pero de lo que se habla es de poder producir suficiente comida para alimentar a la población, tener menos producción e incrementar el precio de los alimentos no es en ningún caso una solución para garantizar la seguridad alimentaria.
Sobre el precio de los alimentos ecológicos, aseguran que si la agricultura ecológica se expandiera, la oferta se incrementaría y daría lugar a una bajada de precios. Lamentablemente en este estudio no se han desarrollado posibles escenarios futuros sobre esta posibilidad, hay que tener en cuenta que ante la prioridad de producir más alimentos para garantizar la seguridad alimentaria mundial en las próximas décadas, una reducción de la productividad jugaría en contra de la expansión de este tipo de agricultura. También hay que destacar que el cambio climático está cambiando los escenarios productivos y no importa si se habla de agricultura convencional o ecológica, os recomendamos leer este artículo en el que hablábamos sobre cómo el cambio climático transformará la agricultura mundial.
Los expertos comentan que en la revisión realizada, muchos estudios muestran los beneficios ambientales de la producción ecológica, se almacena más carbono en el suelo, la calidad del suelo es mayor y se reduce la erosión, se generan menos emisiones de gases de efecto invernadero, energéticamente es más eficiente debido a que no se basa en los pesticidas o fertilizantes químicos, se asocia a una mayor biodiversidad de plantas, animales, insectos, microbios y diversidad genética, etc. Uno de los expertos que ha elaborado esta investigación comenta que para garantizar la alimentación del mundo no hay que centrarse sólo en la producción de alimentos, también es necesario analizar los residuos alimentarios y realizar una correcta distribución alimentaria. Evidentemente, al margen de que la producción sea ecológica, tradicional o transgénica, es necesario controlar el desperdicio alimentario, recordemos que un estudio apuntaba que hasta un 40% de la producción alimentaria de Estados Unidos se desperdiciaba, de ello hablábamos aquí.
Según leemos aquí, David Crowder y John Reganold comentan que la solución para garantizar la alimentación del planeta es un equilibrio de sistemas, combinar los sistemas agrícolas innovadores orgánicos con otros, esta es una solución que tiene más sentido. Los expertos consideran que es necesario que se eliminen las barreras que dificultan la expansión de la agricultura ecológica, como por ejemplo los costes de la certificación, proporcionar una infraestructura adecuada para el almacenamiento y transporte de alimentos, mejorar el acceso a la mano de obra y a los mercados, poner en marcha herramientas legales y financieras para fomentar la adopción de prácticas agrícolas innovadoras y sostenibles, etc.
Os recomendamos retomar la lectura de este post en el que hablábamos de una revisión y análisis de diferentes artículos científicos en torno a la agricultura ecológica, que pretendía contestar a la pregunta: ¿Puede la agricultura ecológica alimentar al mundo?, comprobaremos que se llegaron a conclusiones similares a las de este nuevo estudio del que hemos hablado. Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Nature Plants.
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