Parece que poco a poco las grandes compañías alimentarias terminan aceptando la etiqueta NutriScore y la empiezan a utilizar en sus productos, en 2018 Danone anunció que utilizaría el etiquetado en sus productos voluntariamente, como iniciativa y parte del plan de trabajo para mejorar la calidad de la nutrición, recientemente podíamos saber que Nestlé anunciaba también su introducción de forma gradual en Europa, y ahora podemos saber que la compañía Kellogg’s anuncia que utilizará la etiqueta NutriScore en Francia.
Kellogg’s Francia comenta que el etiquetado empezará a implementarse en sus productos este año, completando la operación el año que viene. La compañía explica que con esta medida proporcionará información sencilla y transparente, para que los consumidores, con un simple vistazo, puedan conocer y comparar los valores nutricionales para tomar decisiones de compra informadas, algo que puede proporcionar NutriScore.
Los responsables de la compañía comentan que están orgullosos de adoptar de forma voluntaria la etiqueta NutriScore, ya que son conscientes de que los consumidores de hoy en día quieren que las empresas alimentarias ofrezcan más transparencia y mayor acceso de un modo simple a una información nutricional comprensible. La compañía cree que tiene un papel importante a la hora de ayudar a tomar decisiones informadas acordes a la política nutricional y la salud pública.
Este anuncio hace deducir que los cereales que comercializa la compañía serán reformulados para que contengan menos azúcar, algo necesario para obtener buenas puntuaciones en el etiquetado. Recordemos que Kellogg`s y Nestlé son los dos principales fabricantes a nivel mundial de cereales para el desayuno, muchos expertos han pedido a ambas compañías que actuasen en favor de la salud de los consumidores reduciendo los niveles de azúcar y de sal en sus productos, ya que con ello podrían salvar muchas vidas. En este sentido, la Organización Europea de Consumidores (BEUC) ha acogido con satisfacción la decisión de Kellogg’s, pero lamenta que ese compromiso no se extienda a otros mercados donde el etiquetado ha sido avalado.
El etiquetado será introducido en Francia, pero ¿por qué no se ha anunciado su introducción en Bélgica o Alemania entre otros países? No citamos España porque se anunció su implantación con carácter obligatorio. Parece que cada sede (país) de la compañía va por libre, para según qué temas se camina en un mismo rumbo, y para otros, no hay una política consensuada. Un ejemplo de ello lo encontramos en las variaciones del contenido de azúcar y sal de sus cereales dependiendo del país donde se comercialicen.
Recordemos que este estudio de World Action on Salt and Health realizado a finales de 2016, mostraba que la cantidad de azúcar y sal que contienen los cereales de desayuno de algunas marcas, varían significativamente según el país en el que se comercializan. Por ejemplo, en el caso de Kellogg’s, una ración de 100 gramos de cereales Smacks de Kellogg’s en México contiene un 25% más de azúcar que en España, en Brasil, los All Bran Flakes de Kellogg’s contienen 30 gramos de azúcar y 1’11 gramos de sal por cada 100 gramos de cereales, pero en Dinamarca estos mismos cereales contienen 14 gramos de azúcar y 0’70 gramos de sal.
Da la impresión de que el anuncio realizado por Kellogg`s en Francia guarda relación con el anuncio de Nestlé de utilizar el etiquetado, como ya hemos comentado, ambas compañías son los dos principales fabricantes a nivel mundial de cereales para el desayuno, y el movimiento de Nestlé obliga a Kellogg`s a seguir el ejemplo. Esto nos hace pensar que es probable que próximamente la compañía anuncie la implantación de la etiqueta NutriScore en otros países, al menos en los comunitarios. Por cierto, según leemos aquí, Kellogg`s comenta que ha reducido un 10% el contenido de azúcar y sal en 66 productos en un plazo de 10 años, como si se tratase de un gran logro, pero es una cantidad poco significativa ya que, a día de hoy, sus cereales siguen conteniendo demasiado azúcar.
Kellogg`s ha manifestado que la iniciativa surge de la preocupación por la salud de los consumidores franceses y por sus exigencias de tener acceso a un etiquetado más claro y transparente, pero estas exigencias también las realizan consumidores de diferentes países del mundo. En definitiva, sea de forma voluntaria u obligada, los cambios se realizarán, cuidar a los consumidores que son los que les proporciona los beneficios debería ser la máxima prioridad.
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