Un grupo de investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada de la Universidad de California, ha desarrollado una nueva herramienta para quienes sufren alergias alimentarias, se podría decir que se trata de un pequeño laboratorio portátil que se conecta al teléfono móvil y que analiza las muestras de alimentos introducidas para advertir de la presencia de alérgenos específicos.
Aunque existen leyes que regulan el etiquetado de los alimentos, no se tiene la certeza de que un determinado alimento no contenga trazas de un ingrediente que pueda provocar una respuesta del organismo para protegerse contra esa sustancia, y dependiendo del grado, pueda derivar en un shock anafiláctico, una de las más graves complicaciones derivadas de la reacción inmunitaria que puede tener consecuencias fatales. Fruto de esta preocupación por la seguridad de las personas alérgicas se crea iTube, un «teléfono móvil que detecta alérgenos alimentarios».
El pequeño dispositivo o laboratorio funciona con la energía de la batería del teléfono móvil, también utiliza su cámara fotográfica, cuenta con un software específico y lleva a cabo el análisis de la muestra alimentaria del mismo modo que se realizaría en un laboratorio convencional. Los investigadores indican que actualmente están disponibles en el mercado diferentes aparatos que pueden detectar los alérgenos de los alimentos, pero son más complejos y voluminosos, nada que ver con este pequeño dispositivo que han concebido. El iTube se ha creado con la finalidad de facilitar una herramienta accesible y confiable que permita a quienes padecen alergias alimentarias, asegurarse de que los productos a consumir son totalmente seguros, libres de trazas, contaminación cruzada, etc.
El pequeño laboratorio iTube pesa apenas 57 gramos, como podéis ver en la fotografía, el dispositivo se acopla al teléfono móvil, en un lateral tiene dos pequeños tubos de ensayo, en ellos se deposita la muestra previamente molida y mezclada con agua caliente, también se añade un disolvente específico. Se deben esperar unos minutos hasta que la mezcla se solidifique, posteriormente se añaden otros líquidos reactivos y cuando la muestra ya está lista, entra en acción la cámara fotográfica para realizar la medición óptica, es decir, se lleva a cabo un análisis colorimétrico, un procedimiento que cuantifica el color para obtener valores numéricos.
Posteriormente los resultados se transforman, mediante el software oportuno, en los datos que se reflejarán en la pantalla del teléfono. El dispositivo indicará si el resultado del diagnóstico ha sido positivo o negativo y la concentración de ppm (partes por millón) del alérgeno, en este caso en la fotografía aparece el resultado de un análisis sobre el contenido en cacahuetes. Parece ser que todo el procedimiento dura unos 20 minutos, no es mucho tiempo teniendo en cuenta que se trata de un mini laboratorio y que podemos realizar la prueba en cualquier lugar. iTube puede detectar diferentes tipos de alimentos que provocan reacciones alérgicas, huevos, almendras, cacahuetes, avellanas, gluten, etc.
Los investigadores indican que el teléfono móvil detector de alérgenos puede ser una herramienta eficaz para los padres con hijos alérgicos, para los restaurantes, las escuelas y otros lugares públicos que ofrezcan alimentación, es una prueba que evitaría complicaciones de salud para los alérgicos. A todo esto hay que añadir que se habla de una plataforma o soporte que pudiera servir para crear archivos personalizados de cada usuario, así como lanzar señales de alarma sobre un alimento adquirido en el mercado y que pueda tener ingredientes alérgicos no reflejados en su etiquetado. Podéis conocer más detalles sobre iTube a través del artículo publicado en la Universidad de California, o a través de la publicación científica RSCPublishing.