Un proyecto de ley impulsado por un diputado del Parlamento israelí, en colaboración con dos organizaciones que defienden el derecho de los animales, había sido aprobado para su puesta en marcha por el Comité Ministerial Israelí para la Legislación, se pretendía prohibir la importación y comercialización de foie gras, algo que parece que no había sentado muy bien a quienes querían seguir disfrutando de este producto. Hace unos 10 años que el Gobierno del país prohibió la producción de foie gras, al menos utilizando el método tradicional de forzar la alimentación, algo que se considera maltrato animal. Sin embargo, la importación y comercialización se han mantenido, varios diputados mostraron su respaldo votando a favor del proyecto de ley que ahora se ha bloqueado.
Israel podría prohibir la importación y comercialización de foie gras, pero la nueva reglamentación supone un inconveniente para el país, ya que se violan los acuerdos internacionales comerciales, por lo que países como Francia o Hungría podrían tomar represalias comerciales contra Israel. De todos modos, ya conocían las consecuencias y el proyecto de ley ha salido adelante. Hasta la fecha varios países han prohibido la producción de foie gras, Italia, Polonia, Reino Unido, Luxemburgo, República Checa, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Suiza, Austria, Suecia, Argentina, Turquía, Australia y Alemania, pero en estos países no se ha prohibido la importación o venta de foie gras.
Las organizaciones pro derechos de los animales también se manifiestan e invitan al Gobierno a mantener la postura inicial, argumentan que se prohibió en su momento la producción de foie gras porque era una práctica bárbara que atentaba contra el bienestar de los animales, por tanto, es de sentido común no aceptar el producto procedente de otros países, ya que se estaría de acuerdo de forma indirecta con el trato que reciben ocas y patos para obtener el característico hígado hipertrofiado con el que se elabora el delicioso manjar. A pesar de que el proyecto de ley prosperó, se ha paralizado, los activistas realizan un llamamiento a los ministros para que no cedan ante ninguna presión y se desbloquee el Proyecto de Ley. Para el director del comercio internacional del Ministerio de Agricultura es una medida errónea, las consecuencias pueden ser potencialmente negativas, sobre todo porque se violan los acuerdos bilaterales entre Israel y Europa.
Las importaciones de foie gras en Israel procedían mayoritariamente de Hungría y Francia, el volumen económico fue importante, quienes están a favor de la importación y comercialización apuntan que es un alimento que genera un buen volumen de negocio, además indican que esta nueva reglamentación podría provocar que Europa rechazara determinados productos agrícolas israelís como respuesta, no se habla sólo de daño económico, también político. Además hay que destacar que está prevista una reunión de la Unión Europea con el país para potenciar los acuerdos comerciales, por lo que la nueva ley llegaría en un mal momento y podría malograr el trabajo realizado hasta el momento.
La respuesta de quienes están a favor de la prohibición de foie gras en Israel no se hace esperar, apuntan que la Organización Mundial del Comercio estipula que es lícito prohibir las importaciones de determinados alimentos para proteger la salud y el bienestar animal. Sin embargo, se citan ejemplos que muestran que este tipo de prohibiciones no prosperan, en el caso de las exportaciones de ganado con hormonas procedente de Estados Unidos y que la Unión Europea pretendía prohibir, la OMC falló a favor de Estados Unidos, otro ejemplo más, Estados Unidos prohibió la importación de camarones procedentes de cuatro países asiáticos al considerar que sus métodos de pesca acababan con las tortugas de mar, la OMC falló a favor de los países asiáticos.
Para la OMC es más importante el comercio que las consideraciones medioambientales o de bienestar animal, las experiencias muestran que en la mayoría de los casos la OMC falla a favor del comercio y libre exportación a pesar de las consecuencias. A esto hay que añadir que en aquellos casos en los que un país se ha negado a modificar una prohibición, se ha impuesto una sanción económica. En definitiva, de momento se mantiene el debate sobre la prohibición de la importación y comercialización de foie gras en Israel, pero no será extraño que se tenga que dar un paso atrás y olvidar definitivamente la nueva reglamentación, algo que no va a agradar a los grupos pro derechos de los animales. Podéis conocer más detalles de la noticia a través del artículo publicado en The Jerusalem Post.
Foto | Chispita 666