Cada vez se suman más países a la medida de introducir impuestos en los refrescos con el pretexto que mejorar la salud de la población y frenar la obesidad infantil. Hoy podemos saber que el Gobierno de Irlanda considera introducir el impuesto de las bebidas azucaradas, algo que como ha ocurrido en otros países, ha provocado el rechazo de la industria del sector, en este caso del Irish Beverage Council (IBC), asociación que considera que se trata de una medida política que puede pasar factura al país.
El IBC argumenta que un impuesto de estas características no es una forma efectiva de combatir el problema de la obesidad, ya que se trata de un desafío complejo con múltiples facetas. Esta asociación considera que es una medida populista basada en una opinión mal informada, explica que hay que tener en cuenta que aplicar esta tasa a un producto que representa el 3% de las calorías consumidas por los irlandeses no va a resolver el problema, considerando que en realidad se trata de una justificación para introducir un nuevo impuesto que tiene como finalidad incrementar el dinero que llega a las arcas del Estado.
El Gobierno por su parte, explica que cuenta con el respaldo de la Fundación Irlandesa del Corazón, organizaciones médicas que tratan la obesidad y en general todas aquellas personas que son defensoras de la salud pública. Comentan que existe una clara evidencia de que un impuesto en los refrescos y bebidas azucaradas es una medida eficaz para frenar el aumento del sobrepeso y la obesidad. Hay que tener en cuenta que Irlanda junto al Reino Unido, tienen la tasa de prevalencia de obesidad más elevada de Europa. Se calcula que para el año 2030, hasta el 47% de la población sufrirá obesidad, lo que obliga a tomar cuanto antes medidas para evitar esta situación.
El Gobierno irlandés explica que las economías que poseen su país y el Reino Unido corresponden a mercados liberales similares a los de Estados Unidos, donde las acciones colectivas de las compañías alimentarias permiten maximizar sus beneficios alentando el exceso del consumo, esto es algo con lo que se quiere acabar. De momento el impuesto de los refrescos está siendo considerado por Irlanda, y se aplicaría previsiblemente a las bebidas energéticas, refrescos azucarados, zumos de fruta, bebidas deportivas, concentrados de zumos de frutas, etc., productos que tienen un elevado nivel calórico, pero son calorías vacías.
Inicialmente se anunció que la nueva tasa se pondría en marcha el pasado mes de mayo, pero dado que quedaban muchos temas por tratar se pospuso. Ahora se cree que el Ministro de Hacienda del país anunciará en las próximas semanas el nuevo impuesto, aunque su aplicación podría no ser efectiva hasta el año 2018, la misma fecha en la que se pondrá en marcha el impuesto en el Reino Unido. De momento se desconoce cuál será el gravamen y si funcionará en base a la cantidad de azúcar que tengan las bebidas, sistema que utilizará el Reino Unido. Recordemos que en ese país se segmentará en dos niveles, un gravamen para las bebidas que superen los 5 gramos de azúcar por cada 100 ml, y otro para las que superen los 8 gramos de azúcar por cada 100 ml, de todo ello hablábamos en este post.
Según leemos aquí, como en otros países, la industria del sector en Irlanda advierte del alto coste que supondrá la introducción de la medida y que afectará a la economía de los habitantes del país, especialmente a los que tienen menos poder adquisitivo, por la pérdida de empresas que tienen su sede en Irlanda, etc. Curiosamente el Gobierno del país no ha hablado sobre la puesta en marcha de programas educativos, la financiación de tratamientos, la subvención de alimentos más saludables, etc., esto delata (según algunas voces) que se trata de una medida puramente recaudatoria que utiliza un argumento extendido en otros países, el cuidado de la salud de la población.
En las próximas semanas podremos conocer más detalles de este nuevo gravamen que poco a poco se está extendiendo a otros países, no será extraño que antes o después tengamos que hablar de que España se suma a esta tendencia.
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