Anteriormente hemos explorado algunas de las aplicaciones de la inteligencia artificial en la gastronomía, incluyendo cuestiones como su papel para mejorar la seguridad alimentaria o la capacidad de crear recetas con sobras de comida. Hoy queremos destacar la importancia de la inteligencia artificial en el área de las recetas de cocina y el impacto que puede tener en este campo, siendo una herramienta utilizada a nivel profesional y doméstico.
Una de las aplicaciones más destacadas de la IA en la cocina es la proliferación de asistentes virtuales, se pueden citar como ejemplo Siri, Alexa y Google Assistant. Estos asistentes pueden ayudar a quienes están cocinando en tiempo real respondiendo preguntas sobre técnicas, medidas o la sustitución de ciertos ingredientes de una receta. Basta con solicitar a uno de estos asistentes una receta de cocina, por ejemplo, unos Fetuccini Alfredo, para que proporcionen la receta original u otras opciones adaptadas a nuestros gustos, necesidades dietéticas o incluso a lo que tenemos en la nevera.
Encontramos Inteligencia Artificial también en plataformas y aplicaciones que generan recetas culinarias personalizadas según las preferencias individuales y los ingredientes que tengamos disponibles en nuestra despensa. A esto sumamos que pueden analizar los patrones de alimentación y las preferencias individuales para recomendar recetas exclusivas, saludables y que se ajusten a nuestros objetivos alimenticios.
Para los cocineros es una herramienta valiosa en la identificación de las tendencias gastronómicas y el análisis de datos. La IA está revolucionando el modo en el que los chefs y los restauradores acceden a las tendencias culinarias si quieren adaptar a ellas su oferta gastronómica, su carta o su menú. En el apartado de análisis de datos, como las reseñas que se pueden encontrar en guías y páginas especializadas, en blogs de cocina, en redes sociales, etc., permite identificar qué ingredientes, técnicas o estilos culinarios están en boga, lo que facilita a los cocineros anticiparse a las demandas de mercado y satisfacer las expectativas de sus clientes.
A muchas personas les llama la atención la capacidad de la Inteligencia Artificial para generar automáticamente una multitud de recetas de cocina, y es que el trabajo conjunto de expertos en IA y chefs, permite el desarrollo de algoritmos capaces de crear combinaciones de ingredientes y técnicas de cocción con resultados muy sorprendentes. Pero cuidado, que todavía hay mucho que mejorar, tanto a nivel de cocina doméstica como a nivel profesional. No obstante, no se puede obviar otro aspecto interesante de la Inteligencia Artificial y la gastronomía, es la capacidad de identificar patrones en grandes bases de datos de recetas culinarias para descubrir nuevas combinaciones que no habríamos imaginado.
Algunas empresas utilizan la IA para predecir cómo se percibirá el sabor y la textura de un plato antes de que se prepare físicamente, recordemos que incluso son capaces de crear bebidas como la ginebra Monker’s Garkel, o simplemente sabores, recordemos que ya en 2020, la empresa suiza Firmenich presentó el primer sabor del mundo creado con inteligencia artificial, y es que al modelar las interacciones entre los ingredientes y sus propiedades químicas, la IA puede calcular y estimar cómo se combinarán los sabores y las texturas en el paladar, algo que facilita que los cocineros ajusten y perfeccionen sus creaciones, incluso antes de empezar a cocinar.
Aunque la Inteligencia Artificial ofrece muchas oportunidades emocionantes en el mundo de la cocina, también plantea desafíos éticos y prácticos. Por ejemplo, se puede generar una dependencia excesiva de estos algoritmos, lo que reduciría la creatividad y la intuición humana en la cocina, algo que comentó en su momento Ferrán Adrià. En definitiva, la inteligencia artificial está transformando el mundo, y aunque se trata de una tecnología que ofrece increíbles oportunidades, es necesario que se equilibre y se regule su uso.
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