Es difícil creer que un gourmet pueda disfrutar con el inhalador de comida Le Whaf, un aparato que permite inhalar vapor de aromas alimentarios. En Mail Online indican que será una forma futurista de comer sin apenas calorías y por supuesto, sin la posibilidad de aumentar de peso, se podría decir que sería el sueño de muchas personas que padecen algunos trastornos alimentarios.
Con el inhalador de alimentos Le Whaf, cada bocanada de vapor aspirada de lo que parece una pecera, se aprecia caliente en la boca, posteriormente se condensa en el paladar ofreciendo el sabor del alimento procesado, una tarta de limón, una tarta de chocolate, una tarta tatín, un asado… pero además puede ofrecer el sabor de bebidas que sean especialmente fuertes como el whisky o el coñac, etc. Basta introducir 50 ml de bebida en la máquina e inhalar su vapor. Le Whaf ha sido desarrollado por un profesor de ingeniería biomédica de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y al parecer saldrá a la venta el próximo otoño en Francia por un precio inferior a 85 libras (menos de 100 euros).
Parece ser que cuando se trata de recetas formadas por varios ingredientes, es algo más complicado, un plato de sopa de tomate no serviría para utilizar en el inhalador de comida Le Whaf, por ello la propuesta sería adquirir versiones especialmente preparadas por el equipo del profesor David Edwards. Cuentan que basta sólo un minuto para poder disfrutar del vapor que desprende el inhalador, pero, ¿cómo funciona?
Le Whaf o inhalador de comida funciona de un modo peculiar, su interior está formado por unos cristales piezoeléctricos, la piezoelectricidad es un fenómeno que poseen algunos cristales cuando son sometidos a una tensión mecánica, éstos adquieren una polarización generando cargas eléctricas en la superficie (leer la explicación en Wikipedia). El caso es que los cristales vibran rápidamente creando ondas ultrasónicas (ondas acústicas con una frecuencia que supera el espectro audible del oído humano), las esencias o preparados con los diferentes sabores se convierten en vapor, sólo es necesario inhalarlos.
Al parecer, el inhalador de comida o Le Whaf se consideraba un invento inútil hasta que el profesor visitó al chef Thierry Marx, el profesor le pregunto si se podía “comer” a través de la inhalación y él le dijo que sí. Empezaron las investigaciones, primero con inhaladores similares a los que utilizan las personas asmáticas pero con forma de pintalabios y rellenos de vapor de café, chocolate… nacía Le Whif, y tuvo un gran éxito, el año pasado por ejemplo, se comercializaron 200.000 unidades.
Le Whaf es la versión grande de Le Whif, el profesor asegura que 10 minutos inhalando aporta sólo 200 calorías. No nos parece un gran invento, sobre todo si cae en manos de quien padece anorexia. El profesor divaga y asegura que es una manera de disfrutar de una tarde agradable en compañía de alguien y saborear bebidas alcohólicas pero sin emborracharse, indica además que es un aparato interesante para quien es un gourmet, no para nosotros, preferimos hincar el diente, apreciar texturas y hacer trabajar las papilas gustativas de forma tradicional.
Puedes conocer más detalles sobre el el Inhalador de comida Le Whaf a través de la página web David Ideas del profesor David Edwards.
Foto | Paul Cooper