Como cada año, los Estados miembros de la Unión Europea proporcionan a la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) una relación de datos sobre los niveles de contaminantes que se han detectado en piensos para animales y alimentos para los seres humanos. La fecha límite para entregar estos datos es el 1 de octubre, sin esta información la EFSA tendría problemas para poder brindar un asesoramiento científico adecuado a los gestores de riesgos, para que decidan sobre cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria.
Hace unos días la EFSA proporcionaba una infografía de la acrilamida con el fin de informar y concienciar a la población sobre esta sustancia catalogada como compuesto cancerígeno, pues bien, de nuevo presenta una nueva infografía sobre los contaminantes de los alimentos, en ella se intenta responder a algunas preguntas que se pueden hacer los ciudadanos sobre cómo funciona la recopilación de la información sobre los contaminantes presentes en los alimentos, cómo coopera la EFSA y los países miembros de la Unión Europea en la evaluación de los riesgos de estos contaminantes, qué tipo de contaminantes se detectan, qué quiere decir “Standard Sample Description” (Descripción Estándar de la Muestra), etc.
La recopilación de datos es una tarea importante de la EFSA y parte fundamental para la evaluación de los riesgos, en su momento el Grupo de Trabajo Técnico sobre Recogida de Datos (TWG-DC) desarrolló una directriz sobre la descripción estándar de las muestras y los resultados analíticos, en ella se ofrecen especificaciones que pretenden armonizar la recopilación de datos por parte de los Estados miembros sobre las sustancias (ya sean beneficiosas o perjudiciales) presentes en el agua, los alimentos y los piensos. En la descripción de la muestra estándar se incluye una lista con datos como las características de las muestras, los resultados analíticos, el tipo de producto, el país de origen, el límite de detección, el método analítico empleado, los resultados, etc.
Las reglas de validación y las terminologías empleadas permiten contar con datos de calidad que podrán ser utilizados con más facilidad, estando en manos de proveedores o receptores de datos para describir con precisión las muestras analizadas en base a la evaluación realizada. En la infografía sobre cómo funciona la recopilación de datos sobre los contaminantes alimentarios en la UE, describen como contaminantes químicos aquellas sustancias que están presentes en los alimentos o piensos de forma no intencionada, sea por la producción alimentaria, por el procesamiento, por la manipulación o por el transporte, también pueden estar presentes en los alimentos como resultado de la contaminación medioambiental.
Se clasifican en los siguientes tipos: Toxinas naturales producidas por algas, hongos o plantas, Contaminantes ambientales, productos químicos industriales y de consumo que están presentes en el aire, el suelo y el agua, Contaminantes de proceso, aquellos que se forman durante la elaboración de los alimentos, como por ejemplo las formas de cocción, cocinar a altas temperaturas (un ejemplo sería la acrilamida), Metales y sustancias inorgánicas, elementos como el flúor, los nitratos, el plomo o el mercurio que puedan estar presentes en los alimentos, y por último, en la categoría de Otros, donde estarían enmarcados los medicamentos de uso veterinario no autorizados.
Con el sistema de la descripción estándar de las muestras y los resultados analíticos, se puede entender con qué frecuencia se contaminan los alimentos que se producen y durante cuánto tiempo, cuál es la exposición a la que se enfrentan los consumidores y realizar estimaciones sobre las cantidades aceptables, así como identificar las poblaciones expuestas de mayor riesgo. En base a los datos, se legisla para limitar los contaminantes y así proteger la salud pública, la información obtenida también sirve para realizar evaluaciones de prevención, programas para la reducción de la presencia de estos contaminantes o desarrollar programas de seguimiento y control.
En la infografía nos muestra los datos recibidos desde que se introdujo este sistema en el año 2010 hasta el año 2013. Podemos ver que las sustancias contaminantes del ambiente encabezan la clasificación, le siguen las toxinas naturales, los contaminantes de proceso, los metales y sustancias inorgánicas y finalmente los medicamentos de uso veterinario no autorizados.
Los resultados se enmarcan en 10 categorías generales de alimentos, pescado y marisco, carne y productos cárnicos, azúcar y productos de confitería, grano y alimentos elaborados con grano, verduras y hongos, leche y derivados lácteos, legumbres y oleaginosas, agua potable y huevos y derivados del huevo. Quizá la infografía es algo escueta y debería proporcionar más información sobre cómo funciona el sistema de recogida de datos, qué organismos nacionales se encargan de validarlos, cómo se decide qué alimentos analizar, cómo funciona el mecanismo para activar una alerta alimentaria a nivel europeo, etc. Todas estas cuestiones se aclaran detalladamente en la página de la EFSA, la infografía nos permite tener una visión rápida del funcionamiento y de los contaminantes que más se han detectado.