A finales del pasado mes de agosto se propuso el impuesto de los refrescos en Francia, ahora se propone una modificación del Proyecto de Ley para incluir además los refrescos que contienen edulcorantes como parte del plan de austeridad que permitirá mejorar la situación de las arcas del Estado. Inicialmente se aprobó un aumento del precio de los refrescos y las bebidas alcohólicas salvo el vino, además con el argumento de mejorar la dieta y salud de la población, y poder financiar la sanidad, se anunciaba un impuesto contra la obesidad que afectaba a las bebidas azucaradas. Hasta el momento, la industria alimentaria había conseguido frenar el proyecto de ley pero parece que la situación ha cambiado.
En principio, el impuesto de los refrescos se aplicará en Francia el próximo año y con él, se esperaban recaudar como mínimo 120 millones de euros que, ahora con los cambios que se pretenden realizar, se incrementa a unos 370 millones de euros, es decir, tres veces más de lo que se tenía previsto ingresar. No entendemos que el impuesto grave también a aquellas bebidas que contienen edulcorantes, Coca Cola Zero, Coca Cola Light, aguas con sabor, cerveza sin alcohol… son bebidas que podrán ser gravadas. Evidentemente la industria del sector no está de acuerdo, como hemos dicho. no sólo se han incluido nuevas bebidas, también se ha modificado la cuantía del impuesto, y por supuesto al alza.
El Gobierno francés indica que cada vez es mayor el consumo de bebidas con edulcorantes representando un volumen de ventas del 17% en el país, una porción de la tarta de la que no quieren prescindir. En principio este segmento de bebidas no se incluía en la propuesta, ahora la situación da un giro y se indica que es la voluntad del Parlamento francés. No se han dado cifras sobre el volumen de ingresos que generaría la nueva enmienda que todavía debe ser aprobada en sesión plenaria. Sobre el tema de los edulcorantes como por ejemplo el aspartamo, el argumento es la preocupación de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) sobre los efectos que esta sustancia pueda tener en la salud. Cada vez son más los países que se suben al carro de los impuestos en los alimentos y bebidas que se consideran poco saludables, pero siguen sin invertir en educación nutricional.
En la página web de Coca Cola Francia nos explican algunas cuestiones, ¿qué es el impuesto de las bebidas azucaradas?, ¿cuál es el impacto para el consumidor y para la economía?, ¿el consumo de refrescos está relacionado con la obesidad?, ¿por qué se introduce el impuesto?, etc. La marca de bebidas nos explica que el impuesto se quiere aplicar en un contexto en el que el precio de las materias primas se está incrementando, por lo que se puede deducir que el precio de las bebidas se incrementará mucho más de lo que representa la propia tasa. El impacto económico para el consumidor, es que tendrán menos poder adquisitivo, Coca Cola también habla sobre los puestos de trabajo, parece que quiera indicar que el impuesto afectará al empleo que proporciona Coca Cola.
Con respecto a la vinculación de la obesidad y los refrescos azucarados, Coca Cola argumenta que son varios los factores que influyen en el sobrepeso y la obesidad, factores nutricionales, conductuales, culturales, sedentarismo, etc. Para la compañía no se puede vincular una bebida azucarada al problema, son muchos los factores que intervienen en él, en realidad todo depende del estilo de vida y el equilibrio en la dieta. Otros datos que nos proporciona Coca Cola, según una encuesta realizada hace unas semanas, el 81% de los franceses cree que el impuesto de los refrescos en Francia no tendría repercusión en la reducción de la obesidad, también cita diferentes estudios en los que se concluye que no existen diferencias significativas en las cantidades de refresco consumido entre las personas con bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad.
Coca Cola Francia explica, según su punto de vista, los factores asociados a la obesidad intentando demostrar que el impuesto no tiene sentido ni razón de ser, también explica el por qué los gobiernos introducen este tipo de gravamen. Teniendo en cuenta que el consumo medio de refrescos en Francia es de 63 litros por año, frente a los 136 litros de media en Alemania o los 106 litros en el Reino Unido, el impuesto no tiene mucho sentido. A esto hay que añadir que el 92% de los franceses considera que el impuesto de las bebidas azucaradas es para aumentar los ingresos en las arcas del estado y poder financiar el sistema de salud pública, es decir, no para reducir el sobrepeso o la obesidad.
La exposición de Coca Cola Francia concluye con el manifiesto de una oposición firme a la nueva tasa y a cualquier forma de estigmatización de sus productos, considerando que son injustamente tratados y comparados con otros productos como el tabaco o el alcohol. La compañía dice mucho más, a través de este enlace (si es necesario, con la ayuda del traductor de Google) podéis conocer todos los detalles. Seguiremos hablando y profundizando sobre la noticia que hemos leído en el periódico digital Le Figaro, veremos qué ocurre tras aprobar el Proyecto de Ley en el que se pretenden incluir además las bebidas con edulcorantes.
Foto | JacobEnos