El Gobierno de Baleares ha aprobado un proyecto de ley en el que se establecen nuevos gravámenes, uno de ellos es el impuesto de los envases de bebidas no retornables, una medida que afecta a los recipientes de bebida con una capacidad inferior a 50 litros y que se venden habitualmente al público, sean latas, bricks, botellas de vidrio, etc. Dependiendo del tipo de envase y la cantidad de líquido contenido, el impuesto variará, así, un envase de vidrio con una capacidad de 20 cl. se gravará con 2 céntimos, si se trata de una botella de agua de 2 litros, el coste se incrementará en 6 céntimos, un brick de leche costará 4’9 céntimos más y en un recipiente de plástico con una capacidad de entre 30 y 50 litros, el precio se incrementará en 2’2 euros.
Hay que decir que este impuesto de los envases no retornables recae sobre las empresas comercializadoras que adquieren los envases a sus fabricantes, pero es difícil creer que no termine trasladándose a los consumidores, al menos en parte, algo que no resulta favorable en estos tiempos de crisis económica. El impuesto se aplica con una excusa de carácter medioambiental, aunque el propio Gobierno afirma que la caída de los ingresos de la Comunidad a causa de la crisis, obliga a tomar medidas excepcionales a fin de evitar el recorte en servicios públicos. Es decir, el impuesto se aplica buscando ingresos para las arcas, siendo evidente que no persigue preservar el medio ambiente. Esta medida puede dar ideas a los gobiernos de otras comunidades o al propio gobierno del país.
Deben creer que los problemas económicos sólo se pueden resolver mediante impuestos, evidentemente el sector de las bebidas ha rechazado el proyecto de ley indicando que es claramente discriminatorio y que afecta a la competitividad de las empresas. Anfabra (Asociación de Bebidas Refrescantes) ha dado a conocer un comunicado explicando las medidas que va a adoptar junto a otros sectores como el de la hostelería, la alimentación o el reciclaje. Como decíamos, la cuantía del impuesto es elevada y supone un desembolso importante para las empresas del sector, por ello es deducible que se traslade, al menos parte del gravamen, al consumidor.
A continuación destacamos los puntos del comunicado de Anfabra:
•Rechazamos este nuevo tributo que consideramos discriminatorio y que de ninguna manera se puede justificar bajo una excusa medioambiental que lo único que pretende es enmascarar una mera finalidad recaudatoria.
•Como sector afectado, y junto con las industrias de alimentación y bebidas, distribución, los sectores de la hostelería y el reciclaje recurriremos la medida.
•En España ya contamos con Sistemas Integrados de Gestión (Punto Verde) que están funcionando bien, por lo que estamos hablando de una doble imposición.
•El nuevo impuesto afecta la competitividad de las empresas y de sectores como es el nuestro, el de las bebidas refrescantes, que hemos
conseguido mantenernos en una situación económica tan adversa como la actual.•El sector de las bebidas refrescantes en España contribuye con cerca de 550 millones anuales al erario público entre distintos impuestos. Estos nuevos tributos suponen una retasación que afectará a nuestra competitividad empresarial.
•El 60% de los ingresos de Baleares están asociados a la hostelería y el turismo. Las bebidas refrescantes, unidos a estos sectores estratégicos en la economía de las islas y de España en general, pueden jugar un importante papel en la recuperación económica. Con más de 2.000 referencias y 500 sabores en el mercado, los refrescos llegan a todo tipo de consumidores, por lo que pueden contribuir a activar el consumo. Nuevos impuestos no favorecen ni a los ciudadanos ni a las empresas ni a la recuperación económica.
Si se dice que este, y el resto de impuestos que se han aprobado, tienen un carácter netamente medioambiental, sería interesante saber qué se hará con el dinero recaudado. Accediendo a la página oficial del Gobierno de las Islas Baleares podemos leer «Aprobado el proyecto de ley de medidas tributarias para la sostenibilidad financiera de la hacienda pública de las Islas Baleares», en un documento anexo (descarga documento de word) proporcionan las tasas según el tipo de envase, quiénes están exentos o deben tributar, y en este punto se destaca que sólo pagarán el impuesto las empresas minoristas que adquieran los envases a fabricantes o comerciantes que estén fuera de las Islas Baleares y que no cuenten con un establecimiento permanente en las islas.
La verdad es que parece discriminatorio, tal y como reza en el titular de éste artículo, por otro lado no se explica si se realizará una inversión de carácter medioambiental, de hecho, el titular parece que lo dice todo: «medidas tributarias para la sostenibilidad financiera de la hacienda pública», seguro que no tardaremos en conocer nuevas noticias al respecto.
Foto | JacobEnos