La lista de países que plantean introducir un impuesto en las bebidas y refrescos azucarados se va incrementando poco a poco, ahora es el Gobierno de Tailandia el que plantea introducir esta medida para alcanzar dos objetivos, mejorar la salud de la población e incrementar los ingresos en las arcas del país. Como podemos comprobar, prácticamente son los mismos objetivos de los países que han propuesto esta tasa, pero con la diferencia de que Tailandia reconoce que la medida es también para obtener más dinero para las arcas del Estado.
La Asamblea Nacional de Dirección de Reformas del país (NRSA) aprobó la propuesta el pasado martes, la denominada tasa del azúcar presentada por la Comisión de la Asamblea sobre la Salud y la Reforma del Medio Ambiente. Este organismo había propuesto gravar con una tasa variable en función del contenido de azúcar, así, a todas aquellas bebidas cuyo contenido varíe entre los 6 y 10 gramos de azúcar por cada 100 mililitros de producto, se les aplicará una tasa del 20%, para los refrescos que superen los 10 gramos, el gravamen se incrementará hasta el 25% el valor del producto. Esta medida afectará a las bebidas carbonatadas y a las energéticas, al té verde y al café preparado, a la leche de soja, a los zumos de frutas y a la leche agria.
Actualmente Tailandia ocupa el noveno puesto a nivel mundial en lo que respecta a consumo de azúcar, por lo que los habitantes del país tienen un mayor riesgo de sufrir todo tipo de enfermedades relacionadas con el abuso de este elemento, hipertensión, enfermedades del corazón, sobrepeso y obesidad, diabetes, etc., enfermedades que según el NRSA, incrementan la carga de gastos del Estado. Se podría decir que la verdadera preocupación es el gasto público y la necesidad de recaudar más impuestos, la salud de la población es la excusa perfecta para poder poner en marcha este tipo de gravámenes. De hecho, ya se ha calculado cuánto se va a recaudar con la medida, unos 10 mil millones de bahts al año (unos 249 millones de euros).
Según leemos aquí, el NRSA afirma que la mayoría de bebidas del país contienen más de 6 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, por lo que pocas se librarán del gravamen. A la tasa hay que sumar que también se ha planteado llevar a cabo una regulación en las campañas de marketing de las empresas de refresco y otras bebidas, que se caracterizan por ofrecer promociones y sorteos con premios interesantes, con ello pretenden desalentar la compra de bebidas par poder participar. Ahora la propuesta del impuesto de las bebidas azucaradas en Tailandia se ha trasladado al Consejo de Ministros del país.
Hay que recordar que según este estudio realizado por Action on Sugar (AoS), la cantidad de azúcar que contienen los refrescos varía según el país. En el informe presentado por esta organización podíamos ver que una lata de Sprite de 330 mililitros contenía hasta 12 cucharaditas de azúcar (unos 47 gramos de azúcar), siendo Tailandia el país donde más azúcar tiene este refresco. En países como Austria, la lata de Sprite contiene menos de la mitad de azúcar, unos 19 gramos, como podemos ver la diferencia es muy significativa a pesar de ser el mismo producto. Claro, que en otros casos es lo contrario, el contenido de azúcar en una lata de Coca Cola de 330 mililitros es más bajo en Tailandia que en otros países, 32 gramos de azúcar frente a los 39 gramos de la Coca Cola canadiense, aunque en este caso la diferencia entre países no es tan significativa como en el caso del Sprite.
En teoría, el impuesto tiene muchas posibilidades de que se apruebe por el Consejo de Ministros del país, posiblemente no tardaremos en conocer la opinión y respuesta de las empresas que se dedican a la elaboración de refrescos, es posible que se amenace con el cierre de plantas embotelladoras como ocurrió a finales del año pasado en la India, cuando el Gobierno de ese país anunció que estaba estudiando la posibilidad de gravar con un 40% los refrescos azucarados.
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