Impuesto de la grasa en Nueva Zelanda

Impuestos en los alimentos poco saludables

El goteo de países que se suben al carro de aplicar impuestos en los denominados alimentos poco saludables es incesante, ahora podemos saber que se baraja la posibilidad de aplicar un impuesto de la grasa en Nueva Zelanda, país situado en el suroeste del Océano Pacífico cerca de Australia. Por supuesto, y como ha ocurrido en otros casos, la industria alimentaria se ha opuesto argumentando que la nueva tasa sería una pesada carga financiera para el país y que desafía el sentido común.

Pero la realidad es que el impuesto de la grasa en Nueva Zelanda es un tema que se ha planteado en otras ocasiones aunque nunca había prosperado, precedentes como el impuesto de las hamburguesas de Hungría, el impuesto de las grasas en Dinamarca, o la aprobación del reciente impuesto de los refrescos en Francia, dan pie a que se plantee en este país aplicar la medida, por supuesto siempre indicando que se pretende mejorar la salud de la población pero con la sospecha de muchos sectores de que en realidad se trata de una medida que persigue recaudar fondos para las arcas del estado.

Hay que decir que desde algunos sectores se informa que en el país se ha trabajado desde hace años para mejorar la calidad de la alimentación de la población, se ha apostado por difundir las bondades de una dieta sana y equilibrada siempre acompañada de un estilo de vida saludable donde no debe faltar el ejercicio físico. Como ya sabemos, el consumo de alimentos ricos en grasas o bebidas azucaradas es un condicionante para sufrir sobrepeso u obesidad, pero también lo es el sedentarismo, la situación económica que obliga a comprar alimentos más baratos y que forman parte de los alimentos menos saludables (algunos), etc. Un nuevo impuesto afectaría a aquellas familias con una situación económica más precaria.

La propia OMS (Organización Mundial de la Salud) indica que el sobrepeso y la obesidad están causados por varios factores, por lo que no se puede demonizar a un grupo de alimentos y bebidas que consumidos de forma coherente y realizando un estilo de vida saludable, no tienen por qué provocar sobrepeso y obesidad. No tiene sentido hacer referencia exclusivamente a los alimentos grasos, y menos teniendo en cuenta que los nutricionistas indican que las personas sanas deben tomar una dieta equilibrada en la que se incluyan proteínas, vitaminas, minerales, azucares y grasas.

Esta es una postura expuesta como argumento contra el impuesto de la grasa en Nueva Zelanda, Katherine Rich, directora ejecutiva de la NFGC (New Zealand Food & Grocery Council), Consejo de Alimentos de Nueva Zelanda que representa a fabricantes y proveedores que forman el grueso de la industria de bienes de consumo, argumenta que el impuesto lanza a los consumidores una percepción equivocada haciéndoles creer que todas las grasas son malas y desvía la atención sobre el problema real, la ingesta calórica que debe realizar diariamente una persona y su equilibrio con la actividad física realizada.

Para Katherine Rich el impuesto de la grasa de Dinamarca es una medida simplista y reduccionista que obvia el verdadero valor de la grasa en la alimentación. Aplicar el impuesto de la grasa en Nueva Zelanda representaría un paso atrás en los logros conseguidos y en la dieta equilibrada, se reafirma en la convicción de que dicha tasa es inviable en el país.

Como sabemos, las grasas y los azúcares son un buen pretexto para la recaudación y si el gobierno del país cuenta con los precedentes mencionados y además quiere obtener ingresos extra, dudamos mucho que la industria alimentaria pueda frenar su aplicación. Bueno, un suma y sigue, recordemos otros países donde la idea del impuesto empieza a asomar, de ello hablábamos en los post Impuesto sobre el fast food en Portugal y Propuesta para la implantación del impuesto de la grasa en España. Y hablando de nuestro país, no nos extrañaría que en un corto plazo de tiempo (después de las elecciones) se empezará a hablar de la implantación de este impuesto.

Foto | Like the Grand Canyon

Gastronomía y Cia - Mar Gavilán y Javier Muniesa

Mar Gavilán y Javier Muniesa

En 2005, fundamos el primer blog gastronómico colaborativo en España, que rápidamente se convirtió en un referente en el ámbito gastronómico. En 2008, dimos un paso adelante y creamos Gastronomía & Cía de manera independiente. Para nosotros, ha sido un sueño hecho realidad combinar nuestras pasiones por la gastronomía, la creatividad y la divulgación. Ahora nuestro objetivo es inspirar, informar, deleitar y conectar con todos los entusiastas de la cocina.

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