Nunca lo hemos probado, pero hace unos años se puso de moda un pelador de ajos de silicona del que salieron varios imitadores, seguro que alguno de vosotros nos podéis comentar qué tal os funciona ese pelador de ajos tubular de silicona. Para quien no lo conozca, es como un ‘canelón’ de silicona y en su interior se pone un diente de ajo, para pelarlo se hace rodar sobre la mesa de trabajo con una mano, y con ello se separa la fina piel fácilmente.
Ya en su momento nos preguntábamos si no cumpliría la misma función algún otro objeto similar, por ejemplo, un pequeño tapete de silicona que se pueda doblar envolviendo el diente de ajo parcialmente, pero lo cierto es que no es algo que nos haya preocupado en exceso, de hecho, ni el truco del tarro para pelar una cabeza de ajos lo utilizamos, lo nuestro es el sistema tradicional, cortar con el cuchillo por el nudo y después pelar.
El caso es que Jamie Oliver nos ha dado una respuesta a través de uno de sus vídeos de trucos de cocina en un minuto y queremos compartirlo con vosotros por si queréis ponerlo en práctica. Ya en el título de este escrito os hemos avanzado el sistema, simplemente se trata de cortar el dedo de un guante de goma, del clásico guante para fregar, por los dos lados, de modo que se obtiene un cilindro.
En el video de Jamie Oliver que podéis ver sobre estas líneas podéis contemplar lo comentado, por un lado explica cómo pelar el ajo con un cuchillo, empezando con un corte por el núcleo y sin levantar el cuchillo, tirar del diente para empezar a separar la piel, y después muestra el truco del guante de goma para pelar el ajo en unos segundos.
Lo que no nos gusta de este sistema, y quizá es por lo que no hemos utilizado ni el truco del tarro ni el pelador de silicona, es que queda el nudo del diente de ajo que igual tendremos que cortar con un cuchillo. ¿No os parece a vosotros?
Ya nos contaréis cómo os ha resultado si probáis este truco para pelar ajos en vuestra cocina, y también esperamos que nos contéis cuál es vuestro sistema preferido para pelar ajos.
Foto | Liz West