ImpacTrack, sistema que detecta los riesgos de golpes y la temperatura en las frutas durante su viaje del campo a la mesa

Martin Lishman Ltd es una empresa especializada en el desarrollo de equipos agrícolas con el objetivo de optimizar el almacenamiento y la calidad de diferentes alimentos vegetales, se trata de soluciones prácticas que permiten afrontar algunos de los problemas agrícolas actuales. Pues bien, uno de sus productos estrella es ImpacTrack, un sistema que detecta los riesgos de golpes y la temperatura en las frutas durante su viaje del campo a la mesa.

ImpacTrack es un sensor de impactos y temperatura colocado en una pieza plástica que imita a un determinado alimento en todos sus parámetros, aspecto, densidad y peso, su misión es monitorear los puntos donde las frutas frescas u otros productos pueden sufrir daños debido a la manipulación y transporte. El sensor se comporta y reacciona del mismo modo que lo haría el producto que está sustituyendo, sean manzanas, aguacates, naranjas, etc., todos los datos recogidos sirven para identificar los puntos de riesgo y aplicar soluciones para reducir los daños que la fruta sufre.

La empresa comenta que con sistemas como ImpacTrack se contribuye a reducir el desperdicio alimentario que se puede generar durante el viaje del campo a la mesa, recordemos que con determinadas piezas vegetales el desperdicio resulta elevado, a menudo condicionado a su fragilidad. Las características principales de este sensor son: localizar las causas de daños en la producción y el transporte, y recoger lecturas de impacto y temperatura en tiempo real para su posterior análisis tras el volcado de datos.

Existe una amplia variedad de carcasas de transporte para el sensor, imitan el maíz, la zanahoria, el aguacate, la chirivía, la patata, el limón, la mandarina, el mango, etc., pero también se han creado carcasas específicas para otros productos que no son vegetales, como los huevos o los mejillones. Y si un productor o empresa no encuentra la carcasa que necesita para monitorear su producto, simplemente debe ponerse en contacto con la empresa para crearlo específicamente adaptado a las necesidades y exigencias del producto en cuestión.

El sensor es un cubo de unos tres centímetros que se coloca en el modelo que imita al producto alimenticio, mediante una app para iOS o Android, se puede configurar para que realice un completo registro de eventos, o sólo los que se producen durante el transporte. Una vez concluye el viaje, los datos se descargan para su interpretación, determinando si la carga ha viajado en correctas condiciones. Esto puede ser especialmente útil en los viajes largos que se realizan, por ejemplo, en barco, ya que si un producto alimenticio viaja en condiciones óptimas, se reducen notablemente mermas y pérdidas.

Merece la pena recordar que muchas frutas, verduras y otros alimentos que podemos encontrar en el mercado, viajan largas distancias y han pasado forzosamente por muchos procesos y manos, algo lógico en un mundo donde impera la globalización alimentaria (un estudio determinaba que casi el 70% de los alimentos que se consumen proceden de otros países). Son muchos los procesos y manos por las que pasan, recogida, selección, empaquetado, almacenamiento y refrigeración, envasado, transporte, distribución y exposición, si se identifica cada riesgo en cada eslabón de la cadena, el resultado es la reducción de las pérdidas y el consiguiente desperdicio alimentario. Hay otro dato interesante a destacar, si los operarios saben que hay sensores que analizan cómo se manipulan los productos, hará que tengan más cuidado en cada uno de los procesos.

Lo cierto es que ya hace algunos años que se utilizan este tipo de sensores, podemos citar como ejemplo los desarrollados hace unos años por Empa (Laboratorios Federales Suizos de Ciencia y Tecnología de Materiales), cuya finalidad es controlar con precisión las condiciones de transporte, como es la temperatura, la humedad ambiental, la ventilación, etc. Quizá sería interesante unir ambas tecnologías y realizar un registro de parámetros mucho más amplio.

En definitiva, se trata de soluciones tecnológicas que contribuyen a reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos, aunque de momento, no están muy extendidas. Podéis conocer más detalles de ImpacTrack a través de la página oficial de Martin Lishman Ltd.

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