La Comisión Europea acaba de proponer la puesta en marcha de un sistema de identificación electrónica del ganado vacuno, la finalidad es poder mejorar y certificar la seguridad alimentaria y la salud de los animales. La CE establece un marco jurídico para aplicar el sistema de identificación, lamentablemente es de carácter voluntario, si realmente se desea mejorar la seguridad alimentaria y garantizar la trazabilidad de los alimentos, especialmente carnes, debería ser una obligación.
Otras razones podrían respaldar el argumento de que sea una obligación, con la identificación del ganado electrónicamente, se logra reducir la carga de gestión administrativa, los propietarios de los animales no necesitan tanta documentación en lo que respecta al traslado de éstos, para notificar una muerte, un nacimiento… son procedimientos que todavía se realizan de forma manual, algo que puede cambiarse con las nuevas tecnologías. Además, se puede realizar con más rapidez el control de enfermedades infecciosas determinado el origen, un animal puede pasar por muchas manos, pero el chip identificará su verdadera procedencia.
De momento la propuesta se debe presentar al Consejo de Ministros y al Parlamento Europeo y se pondrá en marcha una vez que ambas instituciones lleguen a un acuerdo sobre este tema, es decir, puede ser algo que tarde bastante. Por otro lado, es posible que a algunos ganaderos no les interese el sistema por las irregularidades de sus actividades, los chips identificadores se convertirían en un problema.
La identificación electrónica animal se utiliza en algunos países miembros de la Unión Europea pero de forma privada y principalmente para lograr una gestión eficiente de la explotación ganadera. La CE va más allá y pretende una implantación generalizada, con este sistema se garantiza un seguimiento de los animales durante toda su vida, bastaría con inyectar en los animales un código electrónico a modo de carné de identidad. Decíamos que el sistema es voluntario y puede ser adoptado por cada miembro comunitario, así mismo, también se permite que cada país decida si debe ser una obligación o no identificar electrónicamente a los animales.
A raíz de problemas como la encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de las vacas locas, se plantea un sistema para localizar a cada animal y tener todos sus datos rápidamente como una herramienta eficaz para la prevención de enfermedades infecciosas, se puso en marcha el Reglamento (CE) n º 1760/2000 que establecía los principios de un sistema de identificación, registro de los animales y etiquetado de la carne, un reglamento que mejoraba significativamente la seguridad alimentaria, pero evidentemente los procedimientos se pueden mejorar y con ayuda de las nuevas tecnologías la eficacia y la rapidez se multiplican.
Todo lo que sea mejorar la seguridad alimentaria es bienvenido, pero seguimos pensando que en este tipo de cuestiones, el carácter voluntario no debería existir. Puedes conocer más detalles sobre la propuesta de identificación electrónica vacuna a través de la página oficial de la Comisión Europea.