Huevos revueltos es una receta culinaria que dada su versatilidad y variedad en las formas de prepararla, podemos encontrarla en casi cualquier lugar del mundo. Los huevos revueltos son también una de las recetas más sencillas de hacer, aunque tiene sus trucos para que el resultado sea óptimo. Influye en el éxito de este plato la temperatura del cocinado, el estado y el momento de incluir los ingredientes que pueden formar parte del plato, etc.
Los huevos revueltos son ideales para un desayuno, una comida o un brunch, se pueden comer solos, cuajando el huevo en una sartén con un poco de aceite de oliva o mantequilla, o agregándoles un poco de nata o leche que los hagan más cremosos. También se pueden acompañar con multitud de ingredientes, vegetales y animales. Se pueden servir sobre un plato o sobre una rebanada de pan, un taco mexicano o un pan pita caliente. Las posibilidades son infinitas, cada cultura tiene sus tendencias y cada cocinero tiene sus recetas.
Obviamente, cada comensal tiene sus preferencias, igual que con las tortillas unos las quieren bien hechas y otros con el interior aún sin cuajar, unos huevos revueltos pueden disfrutarse bien jugosos, cremosos y ligeros, o secos y algo duros, aunque generalmente gustan más del primer modo.
Para conseguir unos huevos revueltos más tiernos se puede añadir simplemente leche, nata, mantequilla, aceite o agua que diluirán las proteínas. Debemos tener en cuenta que cuando diluimos el huevo batido en otros líquidos la temperatura a la que cuajará es más elevada, con una variación que puede ir sobre los 10º C. Por el contrario, la sal o un adicionamiento ácido reduce la temperatura de coagulación.
A esto hay que sumar una cuidada cocción, hacer los huevos revueltos a fuego lento, hay incluso quien se decanta por hacerlos al baño maría. Los huevos batidos se deben añadir cuando la grasa añadida esté caliente en la sartén, y después hay que remover de forma constante para que no se coagulen las proteínas de forma irregular. Si una vez hemos vertido los huevos batidos en la sartén no removemos inmediatamente, la capa inferior se coagulará y se formarán cuajos irregulares que quedarán más secos que el resto de la masa. También quedarán más secos si los hacemos a fuego fuerte y con movimientos bruscos.
Para hacer unos huevos revueltos acompañados de vegetales con elevado contenido en agua, como tomates, setas, etc., previamente deberemos realizar una breve cocción para que la desechen y no corten la cremosidad de los huevos revueltos. Todos los ingredientes que añadamos a unos huevos revueltos también deben encontrarse a una temperatura media, es decir, templados, pues si están muy fríos o calientes, fomentarán el calentamiento irregular de las proteínas del huevo y por lo tanto, una cocción desigual.
Cuando cocinamos huevos revueltos también debemos tener en cuenta que el mayor disfrute al paladar lo proporcionarán si se degustan recién hechos, sin olvidar tampoco que conviene retirarlos del fuego un poco antes de que estén en su punto, pues el calor residual continúa actuando y endureciendo el cuajado.
Podríamos escribir un libro interminable de recetas de huevos revueltos, todo es empezar, ¿cuáles son tus huevos revueltos favoritos?, ¿cómo te gusta hacerlos?
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