Los ánimos en el sector lácteo están bastante crispados, el sector lácteo alemán no está dispuesto a tolerar lo que está ocurriendo y si las cosas no cambian, pretenden secundar una huelga de productores de leche en toda Europa. El detonante de esta conducta ha sido la reducción de los precios que están cobrando por el litro de leche que, en algunos casos se ha llegado a reducir hasta un 20%.
En el post aumento de la cuota de leche en Europa, mostrábamos que las demandas de este alimento eran tan elevadas que la Unión Europea tomó la decisión de incrementar la cuota de leche en un 2%. Esta iniciativa se perfilaba inviable, ya que suponía un incremento de 3 millones de toneladas de leche anuales y según los estudios, como mínimo se necesitaban 5,5 millones de toneladas, aunque otras previsiones indicaban cifras mayores. Los nuevos mercados emergentes y las necesidades europeas no serían satisfechos.
Evidentemente, ante tal demanda los consumidores podríamos sospechar que no tardarían en volver a subir el precio de la leche. Sin embargo, el aumento de la cuota de leche sirve para, por un lado aumentar el precio a los consumidores ante la imposibilidad de cubrir la demanda (eso es lo que nos venderán para justificarse), y por otro, reducir el precio de la leche que la industria compra a los productores, con la justificación del aumento de cuota. Un doble juego del que las empresas serán las más beneficiadas y productores y consumidores los más perjudicados.
Los productores alemanes y austriacos fueron los primeros en mostrar su disconformidad ante esta situación. Posteriormente, vimos que los productores españoles tampoco estaban de acuerdo con esta medida y así lo reflejábamos en el post el aumento de la cuota de la leche, no es bien recibida por los productores españoles. La situación se está calentando considerablemente y ahora los productores alemanes amenazan con un boicot general a nivel europeo.
En España la situación es bastante graciosa, no sólo se les paga menos a los productores de nuestro país (y los consumidores apenas lo hemos apreciado), sino que además la patronal pide que se ajusten para poder ser más competitivos. Recordemos que no hace mucho conocíamos a través de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Castilla y León, que posiblemente algunos empresarios españoles adquirían leche francesa concentrada que después comercializaban en España, ¿es ese un modo de ser competitivos?
Los consumidores debemos enfrentarnos a una clara posibilidad de quedarnos sin leche, son muchos los ganaderos que secundarían esta huelga, algunos datos indican que sólo en Alemania, hasta el 88% de los productores estarían de acuerdo en dejar de abastecer a la industria láctea y es que no es para menos, se ha bajado excesivamente el precio de compra de la leche. Las quejas son también secundadas por los productores españoles, por su parte la Federación Nacional de Industrias Lácteas argumenta que los españoles son los que más cobran por el litro de leche, dando la impresión de que éstos no deberían quejarse.
Y pensar que antes de que España se incorporase a la Unión Europea era el sexto productor de leche en el ranking europeo y ahora por las dichosas cuotas, pagamos precios mucho más elevados y además podemos sufrir restricciones.
Esperamos que se pueda llegar a una negociación que evite el posible desabastecimiento, ¿deberán ser los empresarios quienes cedan por ser los que más ganan? y los productores más que ceder, lo que podrían hacer es regalarles la leche y trabajar por amor al arte.
Más información | Spiegel